“El espectáculo más emotivo del último siglo en Canadá”
La realidad emotiva de la final de fotofinish acaso supere la imaginación de un guionista de cine. La realidad intensa que se vivió con la victoria de D. Gukesh y los momentos estelares en los que el T. de Candidatos presentaba atisbos para extenderse un día más con la ...
La realidad emotiva de la final de fotofinish acaso supere la imaginación de un guionista de cine. La realidad intensa que se vivió con la victoria de D. Gukesh y los momentos estelares en los que el T. de Candidatos presentaba atisbos para extenderse un día más con la lucha rabiosa que sostenían dos titanes de la combinación y la posición tan ventajosa del estadounidense Fabiano Caruana sobre el ruso Ian Nepomniachtchi, levantaban una enorme interrogante sobre quién iría a ocupar el sitio de ganador y retador oficial a la corona mundial. En la atmósfera cargada de electricidad y expectación se matizaba la pugna de la generación de hogaño contra la jerarquía de antaño la que, como soldados de la vieja guardia, no dieron jamás un paso atrás: los superó la energía y la vitalidad de la juventud; el tiempo y la modernidad.
El TdeC terminó dejando una estela de alegría e impregnando a profesionales y aficionados, de un entusiasmo inercial que los lanza a acercarse más como, coleópteros al fanal de luz, a la fuente agonal y lúdica del milenario juego. Todos los que están en el tablero son gambusinos de la combinación que escudriñan en los ríos pepitas de oro de conocimiento y placer. El ajedrez es fascinante. Concluye el torneo con sentimiento de nostalgia: un acontecimiento tan grandioso con el sello eterno, pertenece al pretérito-presente.
Reproduzco de Chessbase las palabras entusiásticas que pronunció Vlad Drkulec, titular de la F. de Canadá, en el ceremonial de clausura: Ha sido una competición llena de sorpresas. Me gustaría dar las gracias a todas las personas que lo han hecho posible: a los patrocinadores, a la familia Scheinberg y a la FIDE por organizar este acontecimiento en Canadá. Estamos muy agradecidos, ya que nos ayudará a seguir creciendo a un ritmo fenomenal. Es lo más emocionante que ha habido en Canadá desde hace un siglo o incluso más. También queremos dar las gracias a los miembros del Parlamento que contribuyeron a conseguir todos los visados justo a tiempo, y también al ejército de voluntarios que hicieron posible el éxito de este acontecimiento. Damos las gracias a todos los jugadores por venir a Canadá y ofrecer un espectáculo espectacular al mundo entero”.
Un torneo de ajedrez de esta naturaleza -de reciedumbre agonal, en la que se apreció la inteligencia, la alta estrategia, la voluntad acerada, la pugna de conocimientos, la resiliencia y la conducta de serenidad filosófica ante la derrota, el fair play, que mostraron principalmente los jugadores asiáticos, alejada de los tiempos de antaño, de exagerada vanidad en los que una derrota sumía en depresión a los maestros, que marca otro cambio generacional, así como las partidas salpicadas por elementos aleatorios decisivos-, dejan un campo a la investigación en la apertura, en el medio juego y en el final y en esa zona quebradiza, que es como caminar por un terreno sembrado de minas. Más desdicha de tener ganada una partida y no saberla ganar sólo puede encontrarse en el pasaje mítico de amor de Orfeo cuando, tras cruzar el Estigia y rescatar del Hades a Eurídice, volteó a verla, antes de que su cuerpo fuese bañado por el Sol. ¡Ay! Eurídice se desvaneció y se hundió en las cavernas del averno.
El torneo deja material abundante de estudio para aficionados y profesionales. A los primeros se les sugiere seguir las indicaciones de sus maestros. Es un deleite apreciar la profundidad de cálculo y belleza que imprimen al juego los GMs. Pero como lo ha expresado el rumano Mihail Marín, quien fue entrenador de J. Polgar, hay que construir una base de conocimiento con las partidas de Rubinstein, Capablanca, Alekhine y Fischer, y los libros de finales de Yuri Averbach.
Hermosa partida en creatividad, profundidad de cálculo en defensa y ataque.
Blancas: Gukesh, India, 2,743. Negras: Vidit, India, 2,727.
G. de Dama, Semi-Tarrasch, D40. R–1, T. de C, Toronto, 23–04-2024. 1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 c5 4.e3 Cf6 5.Cf3 Cc6 6.a3 a6 7.dxc5 Axc5 8.b4 Ad6 9.Ta2 Ce5 10.Td2 Cxf3+ 11.gxf3 0–0 12.Ab2 a5 13.cxd5 e5 14.Cb5 axb4 15.Cxd6 Dxd6 16.axb4 Dxb4 17.Dc2 Ag4!! Fascinante golpe táctico de Vidit, semejante al que le hizo a Nakamura. 18.Ac3! Si [18.fxg4? –+, ganan negras: 18...Tfc8 19.Dd3 (19.Dd1 Ta2 20.Ac1 Ta1 21.Ah3 Tcxc1–+) 19...Ta1+ 20.Axa1 Tc1+ 21.Re2 e4–+ 22.Axf6 exd3+ 23.Txd3 Dxg4+ 24.f3 Tc2+ 25.Rd1 Da4 26.Td2 Tb2+ 27.Re1 Da1+ 28.Re2 Txd2+ 29.Rxd2 gxf6] 18...Da3 19.Ab2 Db4 20.Ac3 Da3 21.Ab2 Db4 ½.
