Guillermo Ochoa, jugador con cinco mundiales

En Brasil preguntaban ¿quién era ese Memo Ochoa? El portero mexicano había conseguido una de las mejoras atajadas en Copas del Mundo cuando le sacó un remate de cabeza a Neymar.

Además, el Tri sobrevivió a los brasileños en su casa y aguantó un cero a cero que fue festejado con júbilo, pero sobre todo, la duda de Ochoa y su talento comenzaba a repercutir a nivel mundial.

Paradójicamente en el tercer mundial de Ochoa fue cuando pudo consagrarse como figura del Tri.

Las dos oportunidades anteriores las vio pasar de largo, aunque una en particular le dolió más.

En Alemania 2006, a punto de cumplir 20 años, fue llamado como tercer portero y aceptó su condición de ayudante, pero para 2010, creía que tenía las condiciones necesarias para ser titular.

Aunque muchos pensaron que tenía el camino libre, algunos errores y críticas comenzaron a pesar hasta que Javier Aguirre, técnico del Tri para Sudáfrica 2010 lo puso en duda con Óscar Conejo Pérez, un veterano de buenas condiciones que ya había sido dueño de la portería mexicana en 2002.

El golpe fue sonoro para Ochoa cuando una noche antes del partido de debut en 2010, le comunicaron que Pérez le adelantó en la carrera y él tenía que aguardar en la banca cuatro años más.

Trabajó entonces con más ahínco hasta materializar un sueño, el de ser el primer portero mexicano en jugar en alguna liga de Europa. En medio de una Copa Oro y casi arreglado con el París Saint-Germain, una prueba de dopaje por clembuterol le salió positiva.

El guardameta, como otros seis jugadores del Tri, había comido carne que contenía esta sustancia que paralizó las negociaciones con los franceses. Entristecido por la resolución entró en una espiral hasta que sin darse cuenta, el Ajaccio confió en él.

Tuvo buenas temporadas con el modesto club francés siendo figura especial y sorprendiendo a todos con sus atajadas de video juego, mismas que ya hacía con el América en México años atrás.

Así fue como llegó Brasil a su vida en 2014 con lo que pudo confirmar su categoría de jugador internacional. La atajada a Neymar fue sólo la más publicitada de al menos tres en ese partido más otras que hizo ante Países Bajos. Sin embargo, no logró trascender con México en esta edición.

Criticado por su manera de resguardarse bajo el larguero, titubeante a la hora de salir y con errores que lo han crucificado a ojos de sus detractores, Memo Ochoa continuó en paralelo un camino con el Tri siendo referente y patrón en el equipo.

Se fue al Málaga y al Granada con los que pasó ratos verdaderamente malos, pues con estos últimos fue el portero más goleado en la historia de la Liga española al recibir 80 tantos en 2017. Con todo y eso, fue lo más positivo del equipo en la temporada.

Jugó en Rusia 2018 cumpliendo con eficacia su cuarto mundial, dos de ellos como titular y regresó al América. Ahora, mira con interés jugar el quinto y su meta es estar en Estados Unidos-México- Canadá para ser el primero en cosechar seis copas.

Invitados de categoría

Luego de que Antonio Carbajal consiguiera las Cinco Copas en 1966, tuvieron que pasar 32 años para ver a otro hombre conseguirlo.

Lothar Matthäus conquistó el récord entre España 1982 y Francia 1998 con 25 partidos.

Luego, el italiano Gianluigi Buffon se apersonó en cinco copas entre Francia 1998 y Alemania 2006 jugando 14 veces con su selección.

Carlos Barrón

El primer hombre en jugar cinco Copas

El día que cerró su ciclo con la selección, Antonio Tota Carbajal cumplió su meta de cinco mundiales.

Fue en el estadio de Wembley en un empate sin goles ante Uruguay. La Tota, un portero gatuno aunque avejentado, sacó un cabezazo del defensa Rocha que iba para adentro, con el pie, “uno aprende de esas jugadas y no necesariamente se tienen que meter las manos”.

En 1966 hizo historia al ser el primer jugador en lograr jugar en cinco ediciones diferentes de las Copas del Mundo entre Brasil 1950, Suiza 1954, Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966.

Ese día que se retiró de las canchas, comenzó a llover en Londres, de puro macho él se aguantó el llanto pero miró al cielo, “ya está, Diosito lloró por mí”, se dijo para sus adentros mientras le quitaban su suéter por orden del directivo Guillermo Cañedo, que lo quería para su colección.

A pesar del gran mérito, la Tota fue al mismo tiempo el dueño de otro récord contrastante, el del portero más goleado en la historia con 27 goles producto de las malas participaciones del Tri.

                      -Carlos Barrón

Un capitán que se quedó en el mismo sitio

No se afana en matizar la realidad. Rafael Márquez, otro pentamundialista se quedó con agrio sabor tras sus participaciones.

“Jugué cinco mundiales, ¿pero de qué sirvió? en ninguno de ellos pude pasar a los cuartos de final”.

La reflexión por cruel que parezca tiene su mérito, sobre todo porque al ser defensa, logró marcar hasta en tres ocasiones en diferentes ediciones.

Fue capitán de México desde su primera aparición en Corea y Japón 2002, más allá de que el desenlace haya sido fatal cuando lo expulsaron en la derrota ante Estados Unidos en los octavos de final.

En contraposición a la esperanza, terminaba el sueño siempre de la misma forma.

Le sucedió en Alemania 2006 en el que anotó un gran gol a Argentina, pero el Tri fue eliminado por un golazo de Maxi Rodríguez.

En Sudáfrica anotó en el partido inaugural ante los locales cuando el agua rebasaba del cuello a la Selección y en Brasil 2014, ya con experiencia y cansancio en el cuerpo, fue capaz de elevarse por entre los croatas y ganar de cabeza para anotar en la fase de grupos. En Rusia 2018 ayudó en menor medida, pero alcanzó el récord.

                                              -Carlos Barrón

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