Ella es Nicole, la hija de Julio César Chávez

Nicole Chávez emprende su propia carrera en el mundo del espectáculo, y nos habla de la relación que tiene con su padre, Julio César Chávez, leyenda del box mexicano, durante una clase organizada por Foreo

CIUDAD DE MÉXICO.

Una inspiradora historia de vida es la que ha construido Julio César Chávez. El boxeador mexicano con más  peleas de título mundial, invicto por casi 14 años y seis veces campeón del mundo, por mencionar sólo algunas razones que le otorgaron un lugar en el Salón de la Fama Internacional de Boxeo, en 2011. Gran deportista y empresario, “un buen hijo, hermano, abuelo, pero,  sobre todo, un buen padre que nos ama, nos impulsa a seguir nuestros sueños y, lo más importante... que no importa cuántas veces le fallemos, siempre cree en nosotros”, como lo describe la más pequeña de sus cuatro hijos: Nicole, la única mujer, quien de manera recurrente comparte la admiración y el agradecimiento que le tiene a través de sus redes sociales.

Ambos acudieron a una clase especial, organizada por Foreo, en uno de los gimnasios que el expúgil tiene en la Ciudad de México, JC Chávez Boxing Studio, donde impartió una clínica de lo que él sabe hacer como nadie. En la sede ubicada en Santa Fe, platicamos con ambos, padre e hija, sobre la relación que han construido y cómo la han fortalecido a pesar de vivir bajo el escrutinio público.

 

 

UNA VIDA POR EL DEPORTE

En estos gimnasios especializados en box, se aprecian imágenes de JC Chávez durante sus peleas más emblemáticas, como la histórica frente a Meldrick Taylor en 1990, considerada como “la pelea de la década”.

Fotografías que muestran el poder de su gancho de izquierda, el golpe que tanto lo caracterizaba en el ring. Entradas y movimientos que mantiene tan vigentes como su disciplina por el deporte. Tan sólo ver su rostro al subir en pantalones cortos, vendado y dispuesto a lanzar uno que otro jab, asegura que nació para eso.

Siempre fui un deportista de alto rendimiento, ya después de retirado se me hizo un hábito el hacer ejercicio, levantarme en las mañanas a correr, en las tardes ir a entrenar, pegarle al costal. Cuando no lo hago, voy al vapor y hago sombra, pero siempre estoy en constante movimiento, siempre hago mucho ejercicio y creo que eso es una motivación para todos los jóvenes, mujeres, niños, adultos, porque no hay edad para hacer ejercicio”, cuenta el sonorense más  querido del país, quien confiesa que, a pesar de que trata de mantenerse sano, aún tiene una “piedrita en el zapato”. “Ejercitarse es bueno para la salud, para dejar las adicciones, yo lo hago por mí, para sentirme bien a pesar de que fumo, no he podido dejar ese méndigo vicio. Pude con la droga y el alcohol, pero con el cigarro no he podido, me cuesta trabajo”.

Como parte de una misión que sin darse cuenta se fijó, abrió estos gimnasios en los que, además de ser un espacio de acondicionamiento físico, las personas pueden liberarse del estrés cotidiano. “Me motiva que la gente venga y se ejercite, que saque su frustración, que saque su enojo e ira, esos males que uno agarra en la semana, vienes aquí y los tiras, porque pegarle al costal, hacer abdominales y lagartijas no es nada sencillo”.

Su estilo de vida lo ha llevado a rodearse de importantes personajes, comer en las mejores mesas y, sobre todo, a valorar su imagen. Quizá, rozando un poco la vanidad que surge cuando se está tanto tiempo ante las cámaras. “Hay muchos que se retiran, no hacen nada y empiezan a subir de peso. Yo siempre he tenido ese miedo de verme gordo, lógicamente ya no me cuido el peso como si fuera a pelear, porque antes tenía que hacer una dieta balanceada, estricta, tenía que marcar un peso a la hora de la pelea y era difícil para mí. En esos momentos te abstienes de muchas cosas que aun teniendo dinero no puedes comer”, recuerda con el alivio de haber dejado esa etapa atrás, cuando “se me antojaba todo, el dulce, los pasteles, el sushi, pero no podía porque subía de peso y siempre estaba a dieta. Hay veces que subía y a la hora del pesaje tenía que bajar 4 o 6 libras, así que me deshidrataba, y en esas noches soñaba con agua, con garrafones llenos y comida, porque no podía tomar ni una gota”.

Ahora, se da sus pequeños gustos, bien merecidos a sus 57 años, después de dedicar más de 25 al boxeo profesional (de 1980 a 2005), un deporte que “sí, es de contacto, en el que el peleador siempre debe estar bien preparado para no correr un riesgo a la hora de la pelea, porque no sabes si vas a bajar vivo o muerto del ring; por eso, siempre les digo que suban bien preparados, que hagan dieta, para que no tengan un mal golpe”.

 

 

LA LEYENDA, SU MISIÓN

Una de sus grandes victorias, para él, la mejor de su vida, ha sido la que libró contra las adicciones, batalla que venció hace una década.

Definitivamente el haber dejado la droga y el alcohol cambio mi vida, porque si yo hubiera seguido en esa adicción ahorita no estaría platicando aquí”, asegura, mientras nos comparte una lección sobre la filosofía que lo ayuda a no decaer. “La siguiente pelea que yo libro es sólo por hoy. Sólo por hoy no voy a drogarme, sólo por hoy no voy a tomar, y la que sigue es dejar el cigarro. Afortunadamente, estoy muy bien de salud”.

De esa experiencia surgió La Leyenda, centros de rehabilitación contra adicciones. “Voy a cumplir 10 años limpio y para poder mantenerme así, para poder pasar el mensaje y ayudar a otra gente que tiene el mismo problema, que no ha podido salir de la enfermedad, opté por poner estas clínicas, para platicar con las personas que tienen este problema, decirles que sí se puede salir, pero se necesita un tratamiento y la aceptación. Dar el primer paso es aceptar que uno está enfermo y necesita la ayuda, y desafortunadamente los adictos no entendemos, son muy pocos, de un millón solo uno va a curarse, los demás van engañados o tenemos que ir por ellos a fuerza para poder salvarles la vida”.

Su familia fue fundamental en este proceso. Sus hijos Julio César, Omar y Christian, de su primer matrimonio con Amalia Carrasco; así como Nicole, a quien tuvo con Miriam Escobar, su segunda esposa.

Los hijos son bonitos cuando están chiquitos, porque los puede uno manejar bien, pero cuando crecen comienzan a hacer su voluntad, se empiezan a descarriar y son complicados, difíciles, pero afortunadamente tengo unos que son buenos, me escuchan y se dejan guiar”.

Eso incluye a Nicole, por supuesto, la única mujer de su descendencia, su “chaparra” como la llama de cariño y con quien tiene “una relación como todo padre. Ella es muy inquieta, pero muy noble de corazón. Es como toda niña, a veces quiere salir en la noche y divertirse, si no la dejamos, se enoja. A veces es enojona, pero muy noble de corazón, eso yo creo que lo heredó de su papá y no de su mamá”, concluye entre risas y la mirada de orgullo de un hombre satisfecho.

 

Foto: Instagram @nicolechavez98

 

VENA ARTÍSTICA

A pesar de haber crecido cerca del ring, vivir en el mundo del boxeo y llevar el apellido Chávez, a Nicole no le interesó dedicarse de manera profesional al deporte.

Nunca me llamó el box, de hecho ésta es la segunda clase que tomo en la vida, yo me fui por el lado artístico, he bailado profesionalmente toda mi vida.

Obvio, es mi deporte favorito, me encanta verlo, de hecho estaría raro si no me gustara, pero la verdad me gusta mucho mi cara (risas) como para que me peguen”, y más si en su destino está ser actriz, una decisión que no fue fácil que aceptaran en su casa.

Mis papás me pidieron la prepa terminada para poder estudiar actuación. La hice y cuando dije: ‘hasta aquí’, me insistían, me decían que era un ambiente muy pesado, que mejor estudiara una carrera. Les di gusto y cursé un semestre de Comunicación en la Universidad Anáhuac, pero les dije: ‘necesito que me apoyen, no que sean un obstáculo’. Mi papá lo entendió, sólo que él quiere que esté bien preparada para comenzar de manera profesional, y eso es lo que deseo yo, porque imagínate ¡poner en mal el nombre  de mi papá!”.

Impensable después del ejemplo de superación que ella ha tenido de JC Chávez, pues “mi papá siempre me dice que si no vivo para servir, no sirvo para vivir, y él me lo da con ejemplos. Siempre está buscando la manera de ayudar a los demás… creo que eso se lo heredé, su nobleza, el querer ayudar, el siempre dar servicio. Yo veo que las cosas buenas que hace se le multiplican y se le regresan por 10, eso es lo que más tengo grabado de él: todo lo que das, lo vas a recibir al doble”.

También, el ser humilde y tener los pies sobre la tierra son dos cualidades básicas que le han inculcado sus padres. Por eso, su sencillez se nota desde el primer momento en que la conoces, sin poses, sin esperar tratos preferenciales, pues aunque todos admiran al máximo campeón mexicano del box, para ella, “independientemente de todo lo que logró y todo lo que sigue haciendo, es mi papá, y estoy más orgullosa del ser humano que es, que del deportista, obviamente como él no ha habido alguien en México, pero como papá es todavía mejor. Mi relación con él es muy buena, de hecho me llevo mejor que con mi mamá.

Además, soy su única niña, la más chica y como él es muy noble, nunca va a llegar a gritarme o a hacerme sentir mal, al contrario, busca la manera de que mis hermanos y yo estemos muy bien, de aconsejarnos.

Confía muchísimo en nosotros, yo a veces no entiendo porqué lo hace, me parece que ve cosas buenas en mí que ni yo misma veo, cree en nosotros, nos ayuda ya sea a mis hermanos con el box, a mí con la actuación. Nos abre puertas, nos guía y tengo una relación muy bonita con él”.

 

Aunque apenas tiene 20 años, el dedicarse a la actuación le exigirá cuidar su apariencia en todo momento. Y confiesa que uno de sus secretos de belleza es utilizar el dispositivo Foreo.

 

Son muchas las cosas que vive al lado del campeón, como innumerables viajes, los cuales en ocasiones comparte a través de su cuenta de Instagram @nicolechavez98, donde ya suma 123 mil seguidores. “Sí, me gusta presumirlo, pero mis momentos con mi papá me gusta tenerlos para mí, no compartirlos, porque mucha gente puede pensar que uno como hijo usa el nombre y el apellido, claro, hay que aprovechar las cosas que nos pueda brindar eso, pero mis momentos con mi papá a mí me gusta tenerlos reservados”.

Un lujo que no siempre puede darse, pues no sólo sus seguidores quieren saber todo sobre su vida. A estos se suman los de su papá y hermanos. “La familia siempre ha estado en el ojo del huracán y siempre he sabido manejar comentarios, críticas y opiniones de los demás, porque así crecí y fue la familia que me tocó”.

A sus 20 años, Nicole ya sabe cuál es uno de sus objetivos profesionales. Primero, hacer cine mexicano.

No quito el dedo del renglón porque está creciendo demasiado, aunque son los mismos actores, los admiro y son muy buenos, pero me gustaría empezar a dejar huella en México. Como soy norteamericana, después ir para allá, porque mi sueño sería trabajar con Guillermo del Toro. Me veo ganando un Oscar con una película de él”, finaliza.

 

El campeón mundial ofreció una clase en las instalaciones de JC Chávez Boxing Studio a embajadores e invitados especiales de Foreo

La cita fue al mediodía. Al llegar, los asistentes disfrutaron de un healthy bar con bebidas y shots para tomar energía antes de ponerse los guantes. Una vez con los vendajes adecuados, todos pasaron al estudio para ser guiados por el máximo boxeador mexicano, quien se dio tiempo para aconsejar y lanzar uno que otro golpe con cada asistente.

La convocatoria fue realizada por Foreo, abreviatura de for everyone (para todos), un dispositivo que se creó para reinventar y mejorar la belleza y el bienestar de la piel a través de la limpieza con pulsaciones T-Sonic.

 

Odemaris Ruiz y Julio César Chávez

 

Ahora hay una moda de cuidarnos y hacer ejercicio, que la gente esté cada vez más pendiente de su salud, porque antes era de comprarte ropa y arreglarte para salir en la noche, beber, desvelarte.

Sin embargo, este tipo de gimnasios y centros fitness se han enfocado mucho en juntar a esta gente que invierte en temas de alimentación, de active wear, realmente es una tendencia a nivel mundial muy fuerte, y lo que vimos es que faltaba responder ¿quién cuida de la salud de tu rostro?”, comentó Aránzazu Gómez, gerente general de Foreo México.

 

Alexandra Ivanisevic

 

Por ese motivo, al finalizar la clase, los invitados pasaron a las regaderas para lavarse la cara con uno de los dispositivos Foreo que les fueron obsequiados.

Si ya te cuidas acudiendo al gimnasio, comprándote los mejores zapatos para correr porque quieres cuidar tus pies, comprando tus superfoods, ¿qué haces para el rostro, además de comprar cremas y jabones? Nosotros nos encargamos de ejercitar la piel de tu rostro”, asegura Aránzazu sobre otra de las bondades de esta marca.

Andrea Toscano

 

Antes de retirarse y ya con la cara limpia, todos se tomaron la infaltable selfie con Julio César Chávez, quien felicitó al grupo por las ganas y energía que mostraron en esta aventura.

Todos acabaron encantados con los consejos del campeón

 

 

 

 

 

 

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