Con el mundo en vilo, el día que nació la OTAN ... ¿y para qué?

Finalmente, el pacto se concretó en el Auditorio del Departamento de Estado, a unas cuantas cuadras de la Casa Blanca en Washington. D.C, a las 15:00 horas del 04 de abril de 1949.

Al término de la Segunda Guerra Mundial el entorno global se mantuvo en vilo debido a la Guerra Fría, que se caracterizó por ser un conflicto político ideológico que se extendió durante varias décadas.

Por el lado del capitalismo estaban los estadounidenses junto con sus aliados de occidente, mientras tanto, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y sus territorios trataban de imponer una ideología comunista. Ambos sistemas económicos se perfilaban para a apoderarse del orbe.

Las diferentes posiciones políticas y militares materializaron sus alianzas mediante acuerdos para hacer frente a los embates ideológicos.

La parte capitalista liderada por Estados Unidos, integrada por los países occidentales opositores al régimen soviético, firmaron el acuerdo para la creación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el 04 de abril de 1949, un pacto de índole militar que buscaba la defensa mutua entre sus integrantes ante posibles ataques armados.

Mientras se firmaba el pacto militar del Atlántico norte, una epidemia de gripe azotaba a la ciudad de México, situación que llevó a las autoridades capitalinas a ampliar los servicios de salud para tratar de frenar la propagación del mal a otros estados del país. “Terrible, epidemia… La gripe en la capital es alarmante”, se puede leer en las notas informativas de Excélsior.

Desde el inicio de los trabajos diplomáticos para la conformación de la organización del frente común occidental, la propia URSS envió una carta a los países firmantes del pacto, argumentando que observaban propósitos de agresión directo contra el Estado socialista. Con ello, lanzó un firme posicionamiento en contra de la creación de la organización.

La respuesta de los Estados del Tratado del Atlántico Norte no tardó en llegar. Según los registros periodísticos de Excélsior, se mencionaron tres puntos fundamentales sobre la postura de la URSS, “(1) Esta (la OTAN) no podrá existir hasta que el convenio sea firmado; (2) sea aprobado por el Senado norteamericano y tal vez por los parlamentos de otros países occidentales y (3) hasta que sea ratificado oficialmente por los siete gobiernos que lo redactaron originalmente”.

También reiteraron que el pacto buscaba ser una alianza de paz, por lo que, no estaba dirigido contra ningún país en particular. Además, manifestaron la legalidad del tratado en términos de la Carta de las Naciones Unidas, por lo que, acusaron una malinterpretación por parte de los soviéticos, quienes amagaron con llevar el caso ante la casi recién creada Organización de las Naciones Unidas.

Los comunistas alemanes apoyaron los reclamos de la URSS en contra del pacto mediante la consigna de ‘Abajo el Pacto del Atlántico, que es una conjura contra la paz mundial’. Se comenzó una campaña en la prensa de los Estados soviéticos donde demandaban que su movimiento era un ‘frente de paz contra los instigadores de la guerra imperialista’.

LA FIRMA DE LA ALIANZA

Excélsior dio a conocer información sobre la primera reunión previa a la firma de la alianza multilateral llevaba a cabo en Washington. D.C durante las primeras horas de abril, “los ministros de relaciones de las doce naciones del Pacto del Atlántico tuvieron hoy su primera junta preliminar para la firma del tratado, que será el lunes próximo”.

Finalmente, el pacto se concretó en el Auditorio del Departamento de Estado, a unas cuantas cuadras de la Casa Blanca, a las 15:00 horas del 04 de abril de 1949. “En medio del solemne protocolo diplomático, doce naciones del Atlántico septentrional firmaron hoy un tratado encaminado a enfrentarse a cualquier agresión rusa por medio de una defensa común”, así lo informó Excélsior en su edición del 05 de abril de 1949.

En el acto participaron representantes diplomáticos y mandatarios de los países firmantes, entre ellos, el entonces presidente de Estados Unidos, Harry Truman, quien pronunció un discurso con el que celebró la alianza misma que defendió y, arremetió contra las acusaciones lanzadas por los soviéticos días atrás calificándolas como falsas.

“En este pacto, esperamos crear un escudo contra la agresión y contra el temor a la agresión: un baluarte que nos permitirá proseguir la tarea positiva del Gobierno y la sociedad, la labor de realizar una vida más completa y más feliz para nuestros ciudadanos”, dijo Truman en la tribuna ante la concurrencia de funcionarios.

Posterior a los discursos de los diferentes ministros de relaciones exteriores de cada nación, se procedió a la firma del documento en el que quedó por asentado de manera formal el tratado transnacional encaminado a la defensa mutua en caso de una agresión armada por parte del bloque comunista.

El ministro de relaciones exteriores de Bélgica fue el primero en plasmar su firma en el documento, “siguieron los demás cancilleres, por orden alfabético de sus respectivos países (representantes de Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Portugal, Reino unido y Estados Unidos. El orden alfabético se siguió en inglés”, refirió Excélsior. La última firma fue del país anfitrión a cargo del secretario de Estado, Dean Acheson. El evento diplomático concluyó a las 04:52 de la tarde.

“En asamblea solemne, doce países formaron hoy un haz de voluntades en pro de la paz, al firmar el Tratado del Atlántico. Esta alianza es una de las más formidables de la historia”, publicó la segunda edición de Últimas Noticias, de Excélsior.

La información internacional llegada a esta casa editorial, describió las características del documento, “15 páginas escritas a máquina, encuadernadas en piel azul y atado por una cinta blanca y azul. El texto que comprende mil cuarenta palabras está redactado en inglés y en francés, en dos columnas paralelas; lleva 23 firmas, o sea las de Dean Acheson por los Estados unidos, de los 11 ministros representantes diplomáticos de los otros países firmantes”.

Una vez firmado el acuerdo, cada país recibió una copia del documento original, el cual fue resguardado en bóvedas del Departamento de Estado estadounidense. A pesar de ello, el acuerdo tuvo que ser ratificado por los congresos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo, proceso que tardó unas cuantas semanas.

Por la noche, el presidente Truman ofreció una cena a los ministros de los países integrantes de la alianza recién conformada. Se hizo un brindis por el pacto refrendándose la histórica coalición militar.EL DATO: Al mismo tiempo, cinco de los principales colaboradores de Adolfo Hitler eran capturados y puestos a disposición de un tribunal de guerra de los Estados Unidos. “Estos son los primeros alemanes declarados culpables por un tribunal netamente norteamericano”, consta en las páginas de este diario.

EL PACTO COMUNISTA

Abanderado por el comunismo, el Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua, mejor conocido como Pacto de Varsovia, llegó en 1955 conformándose por países del bloque del Este, entre ellos el territorio soviético alemán, como respuesta a la OTAN, con lo que, la URSS estableció un contrapeso ante los países aliados de occidente.

La caía del Muro de Berlín en 1989 puso fin a la Guerra Fría. Mientras tanto, un par de años después, en 1991, se propició la disolución del Pacto de Varsovia, por ello, la Unión Soviética se desintegró como resultado de un intento de golpe de Estado contra su líder, Mijaíl Gorbachov, en ese mismo año.

Más tarde, tras la disolución del Pacto de Varsovia, Polonia, República Checa y Hungría, se convirtieron en los primeros miembros de la alianza soviética en adherirse al pacto del Atlántico Norte. La OTAN ha sobrevivido a diferencias políticas que, en algunos momentos, le han acarreado crisis de inestabilidad diplomática, a pesar de ello, actualmente cuenta con 30 miembros activos, Macedonia del Norte el último de ellos en integrarse.