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Esa ordeña eterna

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano


Recordamos aquel viernes, las imágenes de la explosión se propagaron en redes con una velocidad similar con la que avanzaban las llamas. El 18 de enero de 2019, casi 140 personas murieron calcinadas en una de las primeras tragedias que se anotan en el expediente de esta administración. La ironía: en Palacio Nacional hablaban del combate al llamado huachicol como una de las primeras acciones y una de sus líneas discursivas que les permitirían justificar sus políticas en materia energética. El negocio de pocos en detrimento del pueblo. Lo ocurrido en Tlahuelilpan, Hidalgo, era una postal de lo que ocurría en el país: grupos criminales que, además del narcotráfico, comercializaban por debajo de la mesa el combustible que ordeñaban clandestinamente de los ductos de Pemex, la paraestatal en terapia intensiva y a la que se le busca regresar a la vida con ese placebo ubicado en Dos Bocas. Desde entonces, el Presidente no ha parado de presumir lo que ha generado, según sus datos, la estrategia contra la ordeña de combustible.

Hace una semana, Octavio Romero, director de Petróleos Mexicanos, afirmó durante su comparecencia en la Cámara de Diputados que en los gobiernos previos el robo de hidrocarburos era de 56 mil barriles por día, subrayó que desde el primer año de la 4T este delito bajó de manera tan considerable que podía asegurar que en 2019 —cuando Tlahuelilpan— contabilizaron un promedio de 6 mil 400; en 2020, sólo 4 mil 800 y, en lo que va de este año, apenas registran 4 mil 100 cada 24 horas. O sea, según esta administración, el huachicol está casi extinto, su incidencia habría bajado más del 90 por ciento. Entonces, ¿qué ocurrió en Puebla? Si bien en la tragedia de hace dos años hablamos de la ordeña de gasolina, lo sucedido este fin de semana se refiere a gas LP, pero el punto sigue siendo el mismo. Al momento, al menos quince personas se encuentran en el hospital atendiendo las quemaduras que les generaron las explosiones en San Pablo Xochimehuacán. ¿Por qué una pipa optó por cargar en una toma clandestina? ¿No que la corrupción se combate con toda la fuerza del Estado?

Algunos habitantes de la zona cero, en Puebla, esperan regresar hoy a sus viviendas que, aunque con afectaciones, se mantienen en pie. Otros más no corrieron con la misma suerte y no tienen a dónde volver. El Presidente se ha limitado a un tuit en donde lamentó la muerte de una persona, optó por seguir de puente, aunque seguro será tema de la conferencia de esta mañana; pero no dudamos en que su línea discursiva será la misma: la del éxito de su combate al huachicol. Ojalá lo informen con más detalle, porque es claro que nada ha cambiado. Un dato, a casi tres años de lo ocurrido en Tlahuelilpan, lo informó el portal Criterio: “José Díaz Moreno informó que desde que asumió el cargo (como alcalde), 21 de 39 policías que recibió en la Dirección de Seguridad Pública fueron dados de baja por posibles actos de corrupción y por no acreditar sus exámenes de control de confianza”. Así el municipio en el que murieron casi 140 personas por una explosión derivada de la ordeña clandestina.

 

clm

 

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