Cada día nos acercamos más a un infierno

Según la ONU y El Foro Económico Mundial (WEF), México ha tenido en los últimos cuatro años una caída importante en el índice valorativo, ya que de 120 países signatarios del Acuerdo de ParÍs, el país perdió 16 puestos y ahora tiene la posición 68 de 120 países.

Es claro que la Comisión Federal de Electricidad no crea la suficiente electricidad para los casi 128 millones de mexicanos. Y tampoco lo hace con energías limpias y renovables. En círculos internacionales se ve como una decisión equivocada la creación de la refinería de Dos Bocas y la compra de una vieja refinería en Texas.

A lo anterior hay que añadir que Pemex es la única empresa petrolera del mundo que no sólo no gana, sino que pierde, y cada vez más, un capital significativo. Aspectos como la innovación, el capital humano especializado, así como la inversión tecnológica han sido los elementos peor evaluados.

El secretario general de la ONU, señala que países como México contribuyen a que el mundo sufra un aumento de 2.8 grados para el final del siglo. Esa fecha parece muy lejana. No lo es para nuestros nietos ya que alcanzar esa temperatura global significa un desastre. Veamos que por primera vez en un mes de junio, las temperaturas globales del aire, han superado el nivel preindustrial en más de 1.5 grados centígrados.

Tanto para la ONU como para el WEF, es necesario  acelerar de manera radical las medidas contra el calentamiento global y se debe comenzar con las compañías de combustibles fósiles y nos regala un dato significativo: “el año pasado la industria del petróleo —salvo la mexicana—, obtuvo ganancias extras por cuatro billones de dólares de beneficios netos y, de esa enorme cantidad, sólo cuatro centavos globales fueron a energías limpias”. “Vender el futuro por veinte monedas de plata es inmoral”, afirmó.

Para hablar concretamente de México, hay una preocupación muy seria cuando se ve que obtuvimos un puntaje de 64.8 por debajo obtenido apenas en 2021. Ahora en lo que va de 2023, tiene una disminución comparativa de 41% con 2018. De ahí que México haya descendido tanto como 28 puestos en lo que va de este gobierno. Veamos como ejemplo que ahora, como nunca, utiliza carbón para mover 41% de sus plantas eléctricas y el resto con combustóleo y gasolina, dos elementos altamente contaminantes.

¿Qué podemos esperar de esto?

Si ya el mes de junio ha sido el más caluroso del que se tenga registro con las temperaturas más elevadas jamás registradas, se prevé que en los próximos cinco años (¡sólo cinco años!) podamos tener una megacrisis climática en la que la forma de producir energía será obligada a cambiar, so pena de que alcancemos temperaturas infernales.

¿Estamos preparados para ello cuando lo que se ha realizado está contribuyendo a esa catástrofe? Claro que no. De ahí la necesidad que el próximo gobierno, cualesquiera que sea, tenga al cambio climático como una prioridad, quieran o no.