¡Te lo dije!

¡Te lo dije!, expresa un amigo cuando se entera que por descuido o falta de atención sufrimos una caída

Mi querido viejo; una frase que nunca quisiéramos escuchar, de nuestra madre, nuestro amigo o algún compañero, es “¡Te lo dije!”, porque muestra dos hechos: ya nos habían advertido de un problema o un peligro y, a pesar de saberlo, caímos y estamos viendo las consecuencias.

¡Te lo dije!, expresa una mamá cuando el niño sin cuidado se cae de su triciclo o bicicleta y se daña las rodillas o algo más.

¡Te lo dije!, dice un compañero cuando en una excursión nos acercamos a una colmena y las avispas nos causan hinchazón, dolores y molestias.

¡Te lo dije!, manifiesta un amigo cuando se entera que por descuido o falta de atención sufrimos una caída con consecuencias más o menos severas.

Y eso me lleva a reiterar lo que aquí hemos relatado de los accidentes o caídas en nosotros los viejos.

Lamentablemente esto me ocurrió hace unos días y estoy recuperándome de una torpe caída que me tiene en el hospital, donde permaneceré por unos cuantos días.

Las cifras de accidentes en los viejos son importantes, porque el 50 por ciento de los accidentes fatales son consecuencia de un trauma o una caída.

Aquí lo he tratado varias veces, pero el descuido, el olvido de normas básicas de prevención tiene funestas consecuencias.

Debemos tener presente que nuestra capacidad para prevenir y evitar accidentes disminuye con los años, por lo que debemos recordar los cuidados que debemos tener para evitar resbalones y caídas.

En nuestro hogar, debemos estar preparados, con atención a los sitios donde puede haber accidentes o resbalones que pueden causar daños.

Los tapetes no deben estar flojos y los pisos deben estar limpios.

Al subir o bajar escaleras debemos ser capaces de usar un barandal y sujetarnos firmemente, y al caminar debemos  cuidar que no haya obstáculos. Es importante usar calzado adecuado, las “chanclas” pueden ser sabrosas, pero pueden facilitar un tropezón o una caída.

Querido viejo, revisa tu casa, corrige los sitios peligrosos, usa calzado adecuado y ten siempre en la mente que un descuido puede tener resultados funestos.

Espero que nunca te digan “te lo dije”.

*Médico y escritor

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