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El tema del agua del tratado. Ni con mucho está resuelto

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Ramón Aguirre Díaz

ramon.aguirre.21@gmail.com

 

Finalmente se cumplió con el compromiso de entregar el agua a la que tienen derecho los usuarios estadunidenses del bajo Río Bravo conforme al Tratado Internacional de 1944. La solución fue ya la única posible: entregar parte del agua reservada en las presas internacionales para el uso público-urbano de 13 ciudades fronterizas (tres en Coahuila y 10 en Tamaulipas).

Tampoco es preocupante, porque todavía se dispone de 87 millones de metros cúbicos (Mm3) en las presas, suficientes para los siguientes tres meses. Incluso, no debe haber problemas para cubrir los pocos más de 300 Mm3 que faltarían, ya que estos volúmenes pueden enviarse de las presas el Granero y el Cuchillo en las siguientes semanas. Además, en el acta 325 que se acaba de firmar, se tiene el compromiso del apoyo de los Estados Unidos para dar el agua a las poblaciones en el caso de extrema sequía.

Se resolvió, sí, pero parcial y provisionalmente. Parcialmente porque del lado mexicano no se ha considerado el incumplimiento con los usuarios de los distritos de riego de Tamaulipas que, con 226 mil ha de cultivo, también tienen derecho al agua.

Conforme al tratado y a los volúmenes que tienen autorizados, deberían contar con el doble del agua a la que tienen derecho los americanos. Se trata de unas 60 mil familias que dependen de ésta para poder mantener sus cultivos. Se cumplió provisionalmente, pero está claro que las condiciones actuales no son las que se tenían hace 76 años cuando se pactó el tratado, sobre todo en Chihuahua.

En el estado, se han incrementado las áreas de cultivo y además se ha cambiado de sembrar granos que demandan una lámina de agua de 70 cm., a sembrar alfalfa, frutales y nogales que requieren una lámina de 150 cm. También existen muchos usuarios clandestinos que ocupan agua sin tener la autorización o concesión correspondiente. Si la posición de los chihuahuenses es imponer el primero abastecerse ellos para después mandar el agua para los otros usuarios, por supuesto que ya no podrá cumplirse con el tratado en el futuro.

Precisamente por esa incertidumbre de que México sí pueda cumplir con su compromiso en los siguientes años, como parte del acta 325 se acordó que cada año México informará sobre la distribución de agua que se hará el año siguiente a los diferentes usuarios. Pues sí, pero será necesario que en Chihuahua se acepte y se acaten las disposiciones de la Conagua sobre este particular.

El Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos de 1944 es definitivamente benéfico para México en su conjunto, ya que recibimos más de cuatro veces el agua que nos entrega Estados Unidos. Pero los realmente beneficiados son los usuarios del Distrito de Riego de Mexicali, que reciben agua sin nada a cambio, pero no por una concesión, sino porque es un agua a la que en justicia tienen derecho por su uso histórico.

Chihuahua no es beneficiada, no recibe cuatro veces el agua que entrega, pero el problema de fondo es el haber permitido un incremento en la demanda que hoy por hoy se arregla con la toma de presas y dejando a otros usuarios sin el agua a la que tienen derecho. El problema no está, ni con mucho, resuelto.

 

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