La renuncia de López-Gatell

A las declaraciones hechas por la Alianza Federalista, López-Gatell respondió: “Es natural, es parte de la naturaleza humana que todas y todos, y estoy seguro que estos nueve gobernadores tienen distintos sentimientos, distintas percepciones que pueden causar FRUSTRACIÓN, ANGUSTIA, PREOCUPACIÓN, SENTIMIENTOS DE ENOJO, ante la realidad, dado que las decisiones específicas de ellos y de los otros gobernadores, de los otros 23, involucran el éxito o el no éxito del manejo de la epidemia porque ellos son autoridades sanitarias”.

Las palabras del doctor López-Gatell son cínicas, vergonzosas y fuera de toda ética profesional, es claro que su naturaleza humana es de un hombre lleno de ambiciones políticas, con cero conocimiento en materia de salud, pero, sobre todo, nula sensibilidad con las familias mexicanas.

El doctor López-Gatell acusa a los gobernadores de tener frustración, angustia, preocupación y sentimientos de enojo, aquí una muestra de lo que millones de mexicanos sentimos.

1.- Frustración: es increíble, doctor López-Gatell, que usted no sienta frustración ante el gran fracaso de su estrategia en salud y prevención, pero, sobre todo, por el dolor de miles de familias mexicanas que han perdido a un ser querido por su falta de profesionalismo.

2.- Preocupación: nos queda claro que a usted lo que le preocupa es llegar a tiempo a sus recorridos estatales, que más que estar enfocados en salud son giras de carácter político o, en su caso, saber si sus espectaculares ya están instalados en algunas regiones del país.

3.- Enojados: es claro que usted no está enojado, los que están enojados son millones de mexicanos por su falta de capacidad para enfrentar la pandemia del covid-19:

Enojados: porque en el mes de mayo usted declaró que la pandemia del covid-19 alcanzaría un máximo de 6 mil muertos, pero, desafortunadamente, en el pronóstico de esta semana alcanzaremos una cifra mayor a los 50 mil fallecidos.

Enojados: porque usted afirmó que el 6 de mayo sería el momento cumbre del pico de la pandemia e iniciaría el descenso de la misma, desafortunadamente, al día de hoy, los mexicanos desconocemos cuándo llegará el punto más alto de contagios y fallecidos en el país.

Enojados: porque usted no sólo afirmó que el uso de cubrebocas era innecesario, sino también se dejó ver en lugares públicos, como calles y restaurantes, sin ninguna medida de precaución, incluso no respetando la sana distancia. El uso de cubrebocas fue uno de los factores más importantes en los países en donde la pandemia se ha logrado reducir al máximo, incluso, en muchos de ellos, es obligatorio.

Enojados: porque usted afirmó que no había una demostración de que medidas extremas como el cierre de fronteras, como lo mencionó uno de los gobernadores del norte del país, pudiesen ayudar a disminuir el riesgo de transmisión, hoy, desafortunadamente, varios son los países que nos están cerrando sus fronteras.

Enojados: porque usted afirmó que las pruebas masivas eran un gasto económico innecesario y no servían para nada, nuevamente le repito que los países que han logrado superar con éxito el pico de la pandemia son aquellos que han realizado el mayor número posible de pruebas a sus ciudadanos.

Enojados: porque usted defendió la utilización del Modelo Centinela para la estimación del número de contagios en el país y desde hace varios meses ese modelo ya no es mencionado en las ruedas de prensa que realiza todos los días a las 7 de la noche.

4.- Angustia. claro que usted no vive angustiado porque vive en un mundo fuera de la realidad; los que viven angustiados son millones de mexicanos que no conocen la verdad en el número de contagios y fallecidos hasta el día de hoy, pero que también carecen de medidas claras y contundentes de cómo evitar el ser contagiado.

Al día de hoy, por poner un ejemplo, en la Ciudad de México el transporte público se maneja sin respetar la sana distancia, lo podemos observar en los microbuses, Metro e incluso en los aviones.

Hugo López-Gatell seguramente continuará buscando culpables de los errores que él ha cometido, ya fueron los medios de comunicación, la semana pasada los gobernadores, después serán los ciudadanos y, en su mundo de fantasía, él seguirá pensando que salvó a los mexicanos.