Entre incertidumbre y vulnerabilidad

En primer lugar, los expertos mundiales consideran que la atención de los líderes y organismos internacionales a los problemas que actualmente vive la humanidad, sumada la invasión de Rusia a Ucrania por motivos políticos en esa región de Europa, ha provocado la desatención del deterioro acelerado que experimenta el planeta; “por lo urgente, dejamos de ver el importante deterioro de nuestra casa común”, advierten.

Asimismo, concluyen en dicho estudio que, ante el mayor avance tecnológico que hoy experimentamos como humanidad, nos hemos vuelto más vulnerables como sociedades actuales. Es decir, “a mayor avance tecnológico, los seres humanos nos convertimos en una sociedad altamente vulnerable frente a los fenómenos naturales que hoy aquejan al planeta”.

Sumada a la incertidumbre que nos han dejado más de dos años de pandemia, hoy el riesgo de desaparecer como humanidad es mayor que las probabilidades de resolver con éxito el grave deterioro que el hombre le ha provocado al planeta. El cambio climático, en el que incluso algunos líderes políticos no creen, se ha convertido en una amenaza ya no sólo para el bienestar de la humanidad y la salud del planeta, sino incluso para la existencia misma de la vida como hoy la conocemos.

Es por ello que las principales organizaciones ecologistas del mundo y sus activistas comienzan a “trabajar sin descanso en la solidaridad mundial y el cambio transformador con un mensaje claro y urgente: Debemos actuar ahora. Más adelante, ya será demasiado tarde”.

EJEMPLO DE SUSTENTABILIDAD… Si usted visita Yucatán en estos días, estimado lector, se percatará de que su capital, Mérida, se ha transformado en los últimos años en la ciudad más sustentable del país. Su crecimiento ha sido muy bien planeado entre las autoridades estatales, el sector empresarial y productivo, tanto local como nacional y extranjero, y la propia sociedad civil, al grado de convertirse en una de las sedes preferidas de la Smart City Expo LATAM Congress, que repetirá este año como anfitriona de su congreso 2022 en junio próximo.

A principios de este año y en plática con Excélsior, Mauricio Vila —gobernador de Yucatán— señaló la importancia de convertir la entidad en “ciudad inteligente”, que no sólo atraerá derrama económica, sino que también tendrá la oportunidad de compartir las iniciativas locales con el mundo y, asimismo, aprender de otros. Mérida puede ser un buen ejemplo de cómo ir avanzando en el desarrollo de ciudades inteligentes, concepto que se desarrolló como el principal antídoto contra el flagelo del llamado “desorden climático” que hoy plantean los expertos.

Un ejemplo de ello es la confirmación, en estos días, de la construcción de un importante parque ecológico en Mérida, conocido como La Plancha, cuyo nombre se remonta a principios del siglo pasado (1913) con la construcción de la Estación Central de Ferrocarriles que dejó de operar en 1974, cuando dejó de prestar sus servicios a Ferrocarriles Nacionales de México.

Dichos terrenos serán utilizados para la construcción de un parque que beneficiará a los habitantes de la capital yucateca con un desarrollo ecológico que contará con áreas de esparcimiento, lago artificial y hasta un amplio auditorio para eventos culturales y artísticos con capacidad para 10 mil asistentes. No cabe duda de que, con visión de futuro, el desarrollo de una sociedad bien puede llevarse a cabo conciliando las necesidades de sobrevivencia de los seres humanos con el cuidado al medio ambiente.