Ciudadanos en movimiento

La participación civil y política tuvo un despegue histórico en los últimos 12 años

Para lo que sigue, es oportuno convocar a todas y a todos a unirnos en torno a varios objetivos. No importa si coincidimos o no en ciertos temas, lo importante es que estemos de acuerdo en que sólo participando como ciudadanos podemos lograr mejores condiciones de vida. Por eso invito hoy a que dialoguemos sobre cinco acciones muy concretas:

Hablemos entre nosotros. Sobre todo con quienes no piensan igual. Nos daremos cuenta de que tenemos más en común de lo que pensamos y existen menos diferencias de las que creemos. Pero, dialoguemos. Es la forma de abrir nuestra mente a ideas distintas a las nuestras.

Estemos bien informados. Antes de creer cualquier mensaje, meme o imagen, confirmemos de dónde viene y si es auténtico. Los ciudadanos podemos frenar la época de desinformación que vivimos en este momento y que es una de las peores epidemias sociales de la historia mundial.

Trabajemos en mejorar nuestras calles y colonias. Hay mucho que pedirles a las autoridades para que haya buen alumbrado, se tapen los baches y se arreglen las banquetas, pero nosotros debemos estar ahí para presionar de manera positiva para que los espacios públicos estén en buenas condiciones y sean seguros para todos. Nosotros podemos hacer mucho al no tirar basura, arreglar jardineras, barrer a diario. Las calles son nuestras, ocupémoslas. También son parte de nuestro hogar.

Adoptemos hábitos correctos y enseñemos buenos comportamientos. Hay muchas cosas que podemos modificar de nuestra manera de convivir en sociedad. Ser más cordiales, respetuosos y amigables al entrar en contacto con los demás son acciones que no necesitan de ninguna autoridad. Corrijamos para construir una sociedad en paz y con tranquilidad.

Cuidemos nuestros recursos naturales y nuestra salud física y mental. Puede que pensemos que no tienen relación, pero sin una buena salud física y mental no tenemos nada. Pero si la tenemos y no gozamos de un entorno con aire y agua limpios, tampoco la vida es posible. Los próximos años serán clave para reducir el impacto del cambio climático y todos somos necesarios para que esto se consiga de una vez y por todas.

En una sociedad inteligente nadie sobra y cada persona tiene un papel que nadie más puede sustituir. Cada uno tenemos una responsabilidad y la debemos asumir como parte de nuestra contribución para lograr una vida mejor. Y eso siempre estará en nuestras manos. Lo único que falta es la voluntad de participar y el compromiso de invertir tiempo y dedicación para que todo eso que nos afecta se resuelva de manera permanente o se tenga un sistema que genere las soluciones cada vez que sean necesarias.

Uno de los aspectos de este cambio de época que han sido más disruptivos es el hecho de que el sistema de poderes tradicional se ha resquebrajado, al mismo tiempo que una mayoría de la población se ha sentido más representadas y ha experimentado mejorías en su vida diaria que antes se le repetía que no eran posibles debido al estado en el que se encontraba ese mismo sistema.

La participación civil y política tuvo un despegue histórico en los últimos 12 años, con un claro aumento en el papel de una mayoría durante el sexenio que acaba de concluir y también de esa minoría que se activó frente a lo que ha argumentado es una exclusión de sus intereses como ciudadanos. El resultado es un país con una conciencia política que no habíamos visto en, al menos, medio siglo.

Ahora debemos trasladar ese ímpetu cívico a los problemas domésticos que vivimos en nuestras colonias y municipios para que las autoridades que hemos elegido democráticamente estén a la altura y nosotros no perdamos de vista que éste es un esfuerzo conjunto, en el que los gobiernos no pueden solucionar todo sin la sociedad y tampoco la sociedad puede hacerlo sin una buena autoridad. Así es como seguiremos en movimiento como mexicanos y construiremos un legado de prosperidad para las siguientes generaciones.

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