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Orden y seguridad

Luis F. Lozano Olivares

Luis F. Lozano Olivares

Avvocato del Diavolo

El lunes pasado vi un video en Twitter sobre unos encapuchados tomando la caseta de entrada a la Ciudad de México por Cuernavaca. Los tipos llegaron a romper casetas, cámaras y  plumas. Quebraron vidrios con gente dentro y todo con una calma pasmosa, porque no había nadie que lo previniera.

Obviamente, tampoco hubo castigo ni detenciones. No se tocó a ninguno de estos salvajes ni con el pétalo de una rosa. La razón... estamos frente a un Estado que se siente fuerte para actuar contra quien está regulado, pero saca la bandera de la tolerancia con grupos que le son afines políticamente.

Hoy martes 4, mientras escribo esto, me entero que otro grupo de encapuchados intentó tomar la Facultad de derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México con objetivos oscuros. ¿Para qué un grupo de encapuchados ajenos a una facultad quisiera tomarla? ¿Hay alguna razón? O ¿es sólo la vulnerabilidad, causada por la ausencia de autoridad, lo que les hace creer que podrán obtener algo a cambio?

México se está volviendo un paraíso de la extorsión. Ya no hablemos de los nueve muertos en Uruapan, del tiroteo en Nuevo León o de los homicidios de policías en Guanajuato. Hoy por hoy, no hay ni garantías de libre circulación. En el Estado de México secuestraron a ocho choferes con todo y camiones. Están retenidos por la fuerza y aunque se sabe dónde están, el Estado no hace nada por rescatarlos, salvo la negociación.

Mientras el Estado esté dispuesto a tolerar incumplimientos de ley basados en la conveniencia política no habrá orden ni seguridad, porque estos grupos, al ver lo fácil que es sacar beneficios, lo harán una y otra vez. Además, en muchos casos, incrementarán sus acciones en grado y formas hasta llegar a la delincuencia organizada. México nunca ha sabido diferenciar entre tolerancia y pasividad, entre prudencia y debilidad.

El otro extremo que sirve para ejemplificar es Rusia. El señor Putin no es particularmente paciente con nadie y, desde luego, no es el mejor símbolo de la democracia. Pero Rusia, la cual ha tenido muchos problemas con su población musulmana y separatista, ha dejado claro que no piensa negociar con terroristas. Durante los noventa y el 2000 hubo varios atentados de separatistas chechenos que acabaron en tragedia. Recuerdo uno en particular, en un teatro Dubrovka de Moscú, donde más de 50 terroristas tomaron el teatro lleno. La versión oficial dice que los terroristas iban a empezar a matar rehenes y eso aceleró la operación de las fuerzas de seguridad rusas.  

Las fuerzas especiales introdujeron un gas por el aire acondicionado con la intención de dormir a todos los que estaban dentro. Entraron las fuerzas especiales y ejecutaron a los terroristas. Hubo un problema, la dosis de gas fue demasiada y muchos rehenes murieron intoxicados. El precio fue altísimo, pero no ha habido nuevos atentados. El caso de Israel es más icónico por la sutileza y mortalidad de los operativos del Mossad frente a los terroristas.

El punto no es comparar fuerza o gravedad, sino la actitud de cero tolerancia frente algo que, en nuestro caso, es la legalidad.

Si no hay orden, no puede haber certidumbre y esto ahuyenta las inversiones. México  es tierra de nadie pero como un síntoma que empeora las cosas, el Estado (municipal, estatal, federal, Legislativo, Judicial o Ejecutivo) no parece preocupado u ocupado en resolver ni siquiera los temas menores.

Se ve complicado el asunto.

 

 

 
coronavirus

El Gobierno mexicano debe de explicar cuáles son las medidas que esLItá tomando en caso de que llegue la enfermedad a México. Hasta la fecha, se ve muy poca pro actividad.

Los vuelos que vienen de China no están siendo monitoreados, la pregunta es si ya tenemos inventarios de tapabocas, guantes y medicamentos. ¿Ya hay instalaciones para las cuarentenas?

La Organización Mundial de la Saludo decretó el virus como una emergencia internacional y eso dispara protocolos automáticamente en países decentes. Creo que la Secretaría de Salud debería explicar las fases de contingencia para beneficio de la población.

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