Logo de Excélsior                                                        

La responsabilidad del gobernante

Luis F. Lozano Olivares

Luis F. Lozano Olivares

Avvocato del Diavolo

A mis hermanos Mauricio y Arturo,
                por su jubileo
.

 

Existe en el idioma inglés una palabra que no tiene traducción al español y que describe la obligación de responder sobre actos específicos de las personan que tienen un cargo específico; la palabra es accountability. Es una palabra que no está cubierta por nuestra “responsabilidad”, ya que es más específica y dura en mi percepción. Quizá por carecer de ella en nuestro idioma no hay accountability de los gobernantes en Hispanoamérica, vaya usted a saber.

El punto es que esta premisa es y ha sido muy relevante para los países que sí la exigen y que tienen consecuencias frente a ello. En países donde el accountability ha sido activo por siglos, el comportamiento ha evolucionado a ser conducta cívica elemental; cuestión de honor. Hace algunos siglos, a los japoneses les costaba, literalmente, la cabeza el no inclinarse suficientemente frente a alguien de jerarquía superior; así, se esperaba de quien cometiera deshonor clavar y hacer un corte transversal en su propio estómago en el rito de seppuku. No ha pasado mucho tiempo desde que el último político japonés tuvo que suicidarse por honor.

En el caso de Occidente, Inglaterra fue la primera en términos de establecer el accountability. Los británicos fueron muy aventajados en eso de establecer instituciones frente a sus competidores continentales. En 1215 promulgaron la primera constitución inglesa Magna Carta, que establecía las libertades y, por tanto, las obligaciones del Estado frente al individuo. Pero por ahí de 1623 llegó un nuevo monarca que le parecía que no debía tener muchas limitaciones terrenales al ser él elegido y representante de Dios en la tierra, a pesar de que heredó el título después de la muerte de su hermano mayor, Enrique. Este señor, con sus múltiples violaciones a la Magna Carta y después de varias disoluciones del Parlamento (si, ya tenían), desató lo que se llama la Revolución Inglesa. Perdió la guerra y fue capturado en 1648 y puesto a juicio donde la idea fue que ningún hombre podría estar sobre la ley (algo difícil de tragar para un elegido de Dios). Fue condenado a muerte y decapitado en enero de 1649. Dicen que por donde baja la reina Isabel todos los días hay un busto de Carlos I con la leyenda “Remember”.

Este evento histórico definió a los anglosajones frente al resto, pues a partir de entonces es un país de leyes e instituciones donde nadie está por encima de la ley y la tradición, mientras que España, por ejemplo, estaba sumida en la autocracia religiosa que la llevó a destruir su propio imperio. Los británicos estaban por construir el suyo, pero sobre instituciones, de ahí su éxito y permanencia.

A partir de ahí, la relación entre el gobierno y la Corona Británica, que es un símbolo de unidad nacional, ha convivido de manera civilizada y sin mayores contratiempos, a pesar de haber habido momentos duros.

No hace mucho, un rey tuvo que abdicar por las presiones impuestas por el gobierno que amenazó con renunciar si el rey Eduardo VIII no dejaba a la divorciada americana Wally Simpson o abdicaba. El rey abdicó, dejo el trono a su hermano, quien era padre de la actual reina. Un ejemplo de accountability como pocos.

 

Los primeros ministros han sido históricamente hipercuidadosos en manchar de alguna forma a la corona, incluso en sus biografías posteriores y en casos de escándalos difíciles de esconder. Sin embargo, estamos por ver la caída de uno de los peores primeros ministros en la historia del Reino Unido, no va a caer por haber apoyado el Brexit, el peor error histórico del Reino Unido en siglos. Va a caer por haber ido a una fiesta en plena pandemia (cuando el gobierno exigía a todos los ciudadanos que no salieran y se aislaran) y exactamente la noche antes del funeral de Estado del duque de Edimburgo, esposo de la Reina. Eso es accountability. Quizá es momento de inventar la palabra en español.

Comparte en Redes Sociales