La espiral de violencia
Se cumple un año del genocidio más indignante de la historia contemporánea de la humanidad. Un conflicto que sigue creciendo frente a la incapacidad internacional de contenerlo. El estallido de violencia entre Israel y Hamás, el 7 de octubre de 2023, pone de relieve la ...
Se cumple un año del genocidio más indignante de la historia contemporánea de la humanidad. Un conflicto que sigue creciendo frente a la incapacidad internacional de contenerlo. El estallido de violencia entre Israel y Hamás, el 7 de octubre de 2023, pone de relieve la fragilidad histórica de la región y sus fronteras, la contradicción entre el derecho a la autodeterminación palestina y la seguridad israelí, las asimetrías del poder y el ajedrez de intereses y complicidades de los actores internacionales.
Se cumple un año no de un conflicto, sino de la intensificación de un conflicto que comenzó con la propia fundación del Estado de Israel, y lo que vemos hoy es el resultado de un círculo vicioso comenzado por no haberse acatado la sentencia de dos Estados soberanos, uno palestino y otro israelí, y por la sed de los nuevos colonos de asaltar, matar, quemar y expulsar aldeas palestinas, ya sea a través de grupos terroristas israelíes desde principios del siglo XX, o de una guerra sistémica de opresión y de exhibición de músculo militar y económico respaldado por EU y el mundo occidental.
También pone a prueba los principios del derecho internacional frente a personajes tan deleznables como Benjamin Netanyahu. Un sinnúmero de resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han sido ignorados sistemáticamente por el gobierno israelí derivados de las dinámicas globales de poder de Estados Unidos, Rusia, Europa, China y sus alianzas regionales. El colmo del cinismo fue declarar persona non grata a António Guterres en Israel. ¡Sí, nada más y nada menos que al secretario general de la ONU!
Los saldos
El saldo del lado de Israel por los ataques de Hamás es de mil 205 muertos, entre ellos 815 civiles, y cerca de 7 mil 500 heridos y 251 personas secuestradas. En contraste, la invasión a Gaza ha dejado más de 42 mil palestinos asesinados, 6 por ciento de la población de Gaza. En promedio, hablamos de 115 muertes al día, de ésas 31 eran niños. Una persona muere cada 12 minutos en Gaza y un menor cada 46 minutos. Representa más del triple de los que pierden la vida en Siria cada día.
De acuerdo con la revista The Lancet, las muertes relacionadas con el conflicto por desnutrición, falta de asistencia médica o complicaciones podría subir a 186 mil personas. Los informes de las Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados de los últimos 18 años muestran que ningún otro conflicto del mundo ha matado a un número mayor de niños en el lapso de un año; por si eso fuera poco, otros 25 mil niños quedaron huérfanos.
Un 96% de la población de Gaza está al borde a la hambruna. 85% de la población, de un total de 2.3 millones de personas, se vio obligado a evacuar sus hogares debido a los ataques de Israel. La mayoría de ellos fueron desplazados a la zona de Rafá, un área de máximo 62 kilómetros cuadrados. 93% de las escuelas están dañadas o destruidas, igual los hospitales y las viviendas y casi toda la infraestructura. Servicios básicos como el acceso al agua potable o la llegada de ayuda humanitaria se ve constantemente bloqueada a manos de las fuerzas israelíes.
Intereses geopolíticos
Un grupúsculo, encabezado por el primer ministro
Netanyahu, quisiera convertir el Holocausto en una licencia perpetua para decir que los asesinatos a manos de las fuerzas israelíes se justifican en nombre de la defensa sin importar si las víctimas son mujeres, ancianos, niños o recién nacidos.
Las ofensivas y ataques indiscriminados (de parte de Israel y de Hamás) son el reflejo fehaciente de la reiterada violación del derecho internacional, el derecho humanitario y la burla más simbólica de los esfuerzos diplomáticos y las resoluciones de la ONU.
Y, por si quisiéramos acabar con la esperanza del derecho internacional, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Netanyahu, orden que es un hazmerreír, sobre todo por la potencia que dice tener la supremacía en democracia y justicia: EU. Mientras la mayoría sigue con normalidad e indiferencia su vida, una nación entera enfrenta lentamente su exterminio.
