El horror
Son los padres y madres de los jóvenes asesinados, quienes, entrevistados por los medios, han pedido que “las autoridades” castiguen a los responsables.
El país lleva cerca de 20 años sumido en una ola de violencia criminal, de la cual, pocas, muy pocas regiones del país quedan exentas. Lo que inició con el enfrentamiento de líderes de los cárteles de droga para matarse entre sí, hoy, las matanzas casi cotidianas entre grupos de criminales se reportan en los medios como parte de la agenda normal de lo que sucede en México.
En el canal de televisión de Milenio Noticias hay un programa que se dedica a informar de los crímenes del día: ataques en bares donde un grupo armado ejecutó a cinco personas, cuerpos colgados de los puentes en carreteras federales, ataque a convoyes militares, secuestros y extorsiones a pequeños comerciantes, arrestos y consignación de jefes de bandas locales, de autores de feminicidios o de secuestradores.
Esta macabra y breve lista de delitos cotidianos basta para dar contexto a un crimen que ocupó el interés público por unos días y, que es, en mi opinión, una grotesca muestra del nivel de crueldad, impunidad y locura que tristemente se vive con frecuencia en el país.
Me refiero al asesinato de cinco jóvenes en Lagos de Moreno, Jalisco, que tuvo lugar el pasado 11 de agosto. Habían ido a la feria anual de esa ciudad cuando desaparecieron, horas después circuló un video donde aparecían amordazados y uno de ellos fue grabado dando muerte a uno de sus compañeros, a la vez que se escuchaba la voz de unos de los secuestradores amenazándolo que, de no hacerlo, moriría.
No es la primera vez que algo así sucede en dicho lugar, el 7 de julio de 2013 fueron secuestrados y asesinados seis jóvenes por el Cártel Jalisco Nueva Generación, al que ahora se atribuye esta nueva masacre.
Lo que describo arriba basta para imaginar la magnitud de esta tragedia. Me recordó lo sucedido en San Fernando, Tamaulipas, donde una banda de narcotraficantes detuvo a 73 jóvenes que viajaban en un camión, creyendo que eran sicarios de un grupo rival, los llevaron a un terreno baldío y los fusilaron. Uno de ellos logró sobrevivir y herido, caminó a la estación militar más cercana para avisar de lo sucedido.
Ante la difusión y reclamo popular por encontrar a los responsables, el presidente Felipe Calderón ordenó a su gabinete de seguridad identificar a los asesinos, por lo que se desplegó un operativo masivo gracias al cual se logró el arresto y consignación de la mayoría de ellos.
En el caso materia de esta colaboración, tanto la reacción pública como del gobierno han sido sorprendentemente menores. Como es natural, son los padres y madres de los jóvenes asesinados, quienes, entrevistados por los medios, han pedido que “las autoridades” castiguen a los responsables.
Al día siguiente, el presidente López Obrador había evitado comentar el tema en su conferencia cotidiana y sólo porque fue interceptado por los reporteros presentes quienes le preguntaban su opinión, se limitó de manera inexplicable a contar un chiste; las críticas surgieron de inmediato y, al día siguiente corrigió y se defendió diciendo:
“Ya es el extremo, el colmo del cretinismo, inventar lo que sucede, es todo una mentira y una infamia, no somos iguales, yo tengo principios e ideales, soy un hombre de sentimientos, no me puedo burlar del dolor... creen que soy igual que ellos (sus opositores) pero todo es por el hambre (sic); es porque están acostumbrados a robar, a saquear; se olvidan que yo vengo de la lucha durante muchos años en contra de la prepotencia y de los corruptos y que no voy a dar ni un paso atrás, menos ahora”.
Perdón, pero ¿cómo se relacionan las preguntas que le fueron formuladas con dicha respuesta? ¿No se justificaba viajar para encontrarse con los familiares de las víctimas y solidarizarse con ellas, para conocer el avance de las investigaciones y asegurar que se encuentre a los delincuentes? ¿En verdad cree que hacer eso “lastimaba su investidura”? ¿Conoceremos algún día el resultado de dichas investigaciones? ¿Se arrestarán a los ejecutores?
