Machismo imperante

Si usted pensó que esto ya no pasaba, desafortunadamente es el pan nuestro de cada día.

  • Si usted pensó que esto ya no pasaba,  desafortunadamente es el pan nuestro de cada día.

Es de no creerse el machismo imperante en el medio artístico mexicano y les cuento por qué lo digo, aunque también considero que no sólo es en el medio artístico, sino en todos, pero lo que a un servidor ocupa son los espectáculos, por eso lo abordamos en esta columna.

El caso más sobresaliente, por la importancia del sujeto, es el del cubano William Levy, hombre que, según todo el mundo, dice que es guapísimo, mal actor, al que no le entienden lo que dice, pero muy guapo, bueno, pues salió a la luz que, finalmente se divorciará de la actriz mexicana Elizabeth Gutiérrez, con quien procreó dos hijos y ahora es cuando aparecen los trapos sucios de la relación.

Resulta que, además de ser un infiel connotado y cínico, pues todo el mundo se ha enterado de sus infidelidades, también es un controlador y machista, y ésta es la historia.

Cuentan que la carrera de actriz de Elizabeth se vio truncada porque su marido, William, fue quien le prohibió dar besos, abrazos, escenas de cama y amor en cualquier lugar, pues dicen que se ponía verdaderamente mal, y para evitar problemas ella decidió dejar de actuar.

Mientras Elizabeth aceptaba la condiciones de Levy en el matrimonio, él andaba con todas las actrices con quien protagonizaba telenovelas y eso que no nos enteramos de las otras. Los pleitos finales subieron de tono y aparecieron hasta llamadas al teléfono de emergencia: 911.

Otro sujeto que resultó todo un caso es el también cubano y actor Adrián Di Monte, quien estuvo una década con la cantante Sandra Itzel. Bueno, recientemente apareció Sandra diciendo que el sujeto la ha violentado no una, sino decenas de ocasiones.

Incluso mostró videos de Adrián llegando a su casa, sin ninguna autorización, aunque sus abogados lo quieran justificar y al platicar con ella nos asegura que no sólo es un patán, sino también un acosador y un abusivo, tan es así que hace tres años la sacó del domicilio conyugal sin importarle dónde pasara la noche.

Si usted pensó que esto ya no ocuría, les tengo una muy mala noticia, desafortunadamente es el pan nuestro de cada día y el medio artístico no es la excepción.

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