“Mi prueba de fuego…”

Sabe que el ambiente es tenso, que vivimos en un país polarizado, de contrastes, violento. Hay que estar alertas, anticipar situaciones, evitar, en la medida de lo posible, conflictos poselectorales. Tiene claro que las elecciones del 6 de junio constituyen el examen más difícil que enfrentará en la posición que tiene actualmente. “Mi prueba de fuego”, reconoce.

La charla con Sánchez Cordero se dio en un contexto de inesperada apertura con columnistas de los mal llamados “medios tradicionales”. Charla abierta, temas libres, respuestas francas, hasta donde su cargo lo permite.

A la ministra en retiro no sólo le preocupa el 6 de junio, sino la etapa poselectoral. Lo que se pueda venir a partir del voto en las urnas.

Quiere estar lista para enfrentarlo. Por eso la estrategia para asegurar la gobernanza, que es su área. “Sí lo logro…”, dijo.

Reconoció que las elecciones no van a ser un día de campo para Morena, salvo en estados como Guerrero, donde, asegura, “adoran al presidente López Obrador”.

Cree que los candidatos del partido en el gobierno van a triunfar también en Tlaxcala, Nayarit, Sinaloa, Baja California, Michoacán. Ve la cosa más pareja en Sonora; muy difícil en Chihuahua, Querétaro, San Luis Potosí, Nuevo León. No se pronunció sobre el resto de los estados.

“Hay que atender el tema, deslindar responsabilidades”, sugirió. No quiso responder si el desplome de la Línea 12 puede afectar en las aspiraciones presidenciales de ambos. “Faltan tres años”, repuso.

¿Cuál va a ser su comportamiento en los 12 meses que siguen a su salida? ¿Qué les van a encontrar? Imposible saberlo.

La secretaria contó que, día con día, después de la reunión del gabinete de seguridad, hay una segunda reunión de trabajo a la que suelen asistir gobernadores. “Son intensas y fructíferas”, asegura. Ya encarrerada, reconoció que los gobernadores andan inquietos. Les preocupa el tema de la salud, vacunas, oferta hospitalaria, semáforo, autoconfinamiento. Pero también la reactivación económica, el regreso a clases, el desempleo, la violencia.

Asegura que con todos los gobernadores la lleva bien. Unos son más difíciles que otros. En el bando de los complicados ubicó a Corral, al Bronco, Silvano, Enrique Alfaro.

Habló muy bien del priista Miguel Riquelme. Tuvo palabras de reconocimiento hacia el mandatario de Coahuila. Elogió su labor en el tema de los desaparecidos, los derechos humanos, la migración. “Los cárteles no han podido entrar a Coahuila para derivarse hacia ciudades como Monterrey. Hace mancuerna con el Ejército y la Guardia Nacional”, señaló.

A esa segunda reunión asistirá hoy la sonorense Claudia Pavlovich.

Respondió alzando la Constitución, antes de citar a un mentor suyo que alguna vez le dio consejos que no olvidó: “Nunca monte guardias que no le toquen ni alumbre cuartos oscuros…”. Con eso dijo todo.

Nos queda claro que iba en serio. El Presidente presionó tres días para que el candidato del PRI-PRD al gobierno de Nuevo León, Adrián de la Garza, fuera sancionado por ofrecer “dinero a cambio de votos”, vía la tarjeta rosa.

La FGR ya lo investiga penalmente.

Para equilibrar, informó que Samuel García, candidato del MC, también está sujeto a investigación por financiamiento ilícito de su campaña. La investigación se extiende a su padre, su esposa y su suegro.

Así, los dos candidatos punteros están amenazados de cárcel. La locura. De la Garza, por ofrecer dinero —el monopolio es de AMLO— y, García, por recibirlo.

El descaro llegó a tal nivel que el Presidente admitió que sí tiene las manos metidas en las elecciones de NL. “No podemos ser cómplices de un fraude”, alegó.

Dante Delgado, jefe de MC, y Alejandro Moreno, PRI, ya le pidieron al Presidente que saque las manos de NL. El emecista adelantó que ya prepara una denuncia contra AMLO por su “abusiva interferencia” en el proceso electoral de ese estado.