EU, la verdadera puerta de entrada de productos chinos
Por Fadlala Akabani Bajo el contexto de la próxima renegociación del TMEC 2026 y en la antesala del segundo periodo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, las proyecciones más razonables indican un periodo complejo para la política exterior nacional, dada ...
Por Fadlala Akabani
Bajo el contexto de la próxima renegociación del T-MEC (2026) y en la antesala del segundo periodo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, las proyecciones más razonables indican un periodo complejo para la política exterior nacional, dada la muy alta probabilidad de escalada en la guerra industrial comercial entre China y Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2025.
Sin ejercer formalmente aún su cargo, Trump ya adelantó aranceles del 25% contra México,al que se le acusa de poner en peligro la seguridad nacional de EU por la violencia del narcotráfico y ser la puerta trasera de entrada de los productos chinos a Norteamérica. Según esta hipótesis, China usa a nuestro país como plataforma en un esquema de triangulaciones comerciales; esto no es sólo majadero e insultante hacia la soberanía nacional, sobre todo es incorrecto.
Como suele suceder en temas de la agenda binacional como migración, narcotráfico y la violencia de los cárteles, EU no asume el grado de responsabilidad que comparta el impacto de sus hábitos de consumo y cultura del despilfarro, que lo ubican como el mayor importador de productos y mercancías en el mundo. 42% de los bienes que consume EU vienen de China, México y Canadá, e imponer aranceles sólo incrementaría la inflación que ya aqueja al pueblo estadunidense desde la pandemia; a su vez sería un freno al crecimiento del sector industrial y productivo. Asimismo, la disparidad en la balanza comercial entre EU y China es cada vez más una tendencia consolidada a favor del gigante asiático; tan sólo en septiembre de 2024 China exportó a EU 47 mil millones de dólares, mientras que importó desde EU sólo 13 mil 700 millones de dólares, es decir, un déficit por 33 mil 300 millones de dólares sólo en un mes.
Tomemos como ejemplo un sector que es espacio de competencia directa en la guerra industrial comercial, el automotriz; es claro que le están ganando la carrera a EU, no sólo en mercados de segmento bajo como el hecho de la dominancia de motocicletas de origen chino en toda América Latina, sino también en segmentos tope de gama, en los que la calidad, innovación y digitalización de las prestaciones en vehículos de lujo chinos superan a las estadunidenses por un menor precio. Siendo positivos, el escenario en materia de competencia por el liderazgo en el sector automotriz es complejo para los países que integramos el T-MEC, pero es también una oportunidad para exigir lo mejor de nuestras capacidades productivas y de innovación.
Tal y como ha sucedido antes, con altura de miras y pensando en el beneficio de los pueblos de América del Norte, la 4T tiene alternativas creativas a los desafíos del siglo XXI. En esta ocasión, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ya ha presentado un plan para sustituir las importaciones de productos chinos y producirlos en territorio nacional, y en los otros dos países socios de Norteamérica, incluso en países europeos. El objetivo es reducir la brecha entre lo que se está comprando de más a China, 81 mil 500 millones de dólares, y lo que estamos siendo capaces de venderle, 18 mil 800 millones de dólares, en todo 2023.
Para atender esta situación, ya se cuenta con un proyecto que considera sectores estratégicos y con base en áreas de oportunidad específicas con proyecciones puntuales y datos concretos, como el porcentaje de componentes procedentes de China en los automóviles producidos en México (7%) comparado con el de componentes chinos en EU (9%). México no es la puerta trasera de entrada de productos asiáticos a Norteamérica, esta idea es incorrecta y expresa falta de capacidad de asumir que China se ha vuelto el gran exportador del mundo y que es una potencia económica del primer orden.
Tanto la política exterior mexicana como la capacidad diplomática de la Presidenta hacen imposible pensar en nuestro país como un actor agresivo y visceral, por el contrario, la fuerza de la 4T sitúa a México como un agente de cambio a partir de propuestas que surgen del genuino respeto por la soberanía de nuestros socios comerciales y exigimos a cambio el mismo respeto. Concuerdo con la doctora Sheinbaum y con el sentir que expresó en la carta enviada a Trump; nos tenemos que poner de acuerdo por el bien de nuestras economías y de nuestros pueblos; necesitamos establecer un diálogo de alto nivel y en el marco del respeto a nuestras soberanías; la fortaleza económica de la América del Norte se basa en nuestra sociedad comercial; sin embargo, si busca confrontación, la encontrará.
