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El nearshoring en México

Armando Ríos Piter

Armando Ríos Piter

           Por una #SociedadHorizontal

 

Tesla se instalará en Nuevo León con una inversión inicial de mil millones de dólares, misma que podría llegar hasta diez mil millones. Con ello, se detonará una cadena de valor para los sectores automotriz y de autopartes en México. Su ubicación será en el municipio de Santa Catarina, donde se prevé fabricar un millón de autos para el mercado nacional y el de exportación. El gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, se reunió en Austin, Texas, con el CEO de Tesla, Elon Musk, en el marco del Investor Day de la compañía estadunidense. En dicho evento se informó sobre cómo quedará la gigafábrica más grande del mundo.

Mientras que el mandatario neoleonés se anotó un acierto para el desarrollo de su entidad, hubo quienes criticaron que el presidente López Obrador vetara informalmente la localización de la planta por falta de agua. Al final, tras una llamada de Musk con AMLO, se reiteró que la empresa utilizaría agua tratada; razón por la cual se escogió a Nuevo León, porque es una de las pocas entidades del país que trata la mayor parte del agua. Mas allá de lo chusco del episodio, la noticia ha puesto en la mesa un debate más amplio: ¿cómo aprovechará México el llamado nearshoring o relocalización de cadenas productivas que hoy ocurre en el mundo?

De acuerdo con el Banxico, la relocalización ha generado un incremento del 3% en la producción manufacturera mexicana durante el periodo de junio 2021 a junio 2022. A nivel nacional, el 16% de las firmas registró una mayor demanda de sus productos también. Las exportaciones a Estados Unidos abarcaron durante 2021 desde máquinas procesadoras de datos, vehículos y tractores hasta instrumentos médicos, teléfonos móviles, monitores y pantallas.

No sólo es la relocalización en la coyuntura pospandemia. Existen planes para una mayor integración regional en los ámbitos de tecnología, minerales críticos y energía. En este contexto, al mismo tiempo que resaltan de manera positiva los recientes anuncios entre México y el vecino del norte para incrementar la colaboración en cadenas de suministro relacionadas con semiconductores e incluso chips, también prevalecen controversias no resueltas, como la que en materia de generación de energía eléctrica prevalece con el gobierno de AMLO.

Hoy, que muchas personas se muestran sorprendidas por la fortaleza que ha tenido el peso mexicano frente al dólar durante los últimos meses, es indispensable tener en cuenta los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) que han llegado debido a esta situación. La IED ascendió a 32 mil 147.4 millones de dólares entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2022, lo que representó un incremento de 29.46 por ciento. Voces como la de José Medina Mora, presidente de la Coparmex, han asegurado que “si México decide destrabar la solicitud de consulta en materia energética con sus socios comerciales y cumple lo que firmó en el T-MEC sobre las condiciones de igualdad a empresas estadunidenses y canadienses, llegarían inversiones superiores a los 35,000 mdd para instalarse en diversos estados del país”.

El momento actual delinea importantes oportunidades para nuestro país. No obstante, también define enormes disparidades en nuestro modelo de desarrollo a nivel regional. El episodio Tesla nos reclama la conformación de una verdadera política industrial que atienda todos y cada uno de los aspectos relevantes para el desarrollo presente y futuro de nuestro país. La llegada de Tesla nos ha recordado también la dramática disparidad que existe en materia de desarrollo regional. Mientras que Nuevo León cuenta con 150 parques industriales y 2 plantas de la industria automotriz. El Estado de México cuenta con 113 parques industriales y nueve plantas automotrices. Coahuila tiene 80 parques industriales y cinco plantas. Chihuahua, 32 parques industriales y una planta. Tabasco, Michoacán, Hidalgo y Veracruz cuentan con 5, 10, 12 y 13 parques industriales respectivamente, pero sin armadoras automotrices.

El contexto mundial actual nos deja claro que necesitamos construir un modelo de generación de energía que sea eficiente, limpio y competitivo. Un esquema de inversión que garantice movilidad oportuna y logística de primer mundo. Un sistema educativo que potencialice el bono demográfico que aún tenemos. Al mismo tiempo, que defina con claridad la visión que tenemos del país como un todo integrado, en el que sus recursos sean aprovechados de manera integral y sustentable. Es la gran oportunidad que tiene frente a sí la #SociedadHorizontal.

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