Sin maquillaje/ arlamont@msn.com/ 25 noviembre 2024

LOS HECHOS Con lo variado de opiniones que tenemos los humanos, me pregunto ¿por qué es que, cuando somos confrontados con los hechos, no nos hacen cambiar de opinión? R. El fenómeno por el cual los hechos no cambian las opiniones de las personas se puede atribuir a ...

LOS HECHOS

Con lo variado de opiniones que tenemos los humanos, me pregunto ¿por qué es que, cuando somos confrontados con los hechos, no nos hacen cambiar de opinión?

R. El fenómeno por el cual los hechos no cambian las opiniones de las personas se puede atribuir a varios factores psicológicos y cognitivos. 

Las personas tienden a buscar, interpretar y recordar información que confirma sus creencias preexistentes (sesgo de confirmación), y a menudo rechazan o racionalizan la información contradictoria para evitar el malestar mental (disonancia cognitiva). Además, las personas utilizan el razonamiento para justificar sus creencias existentes (razonamiento motivado), y cambiar de opinión puede sentirse como una traición a un grupo o comunidad, lo que vincula las creencias con la identidad social y la afiliación grupal. La inversión emocional en las creencias las hace más difíciles de cambiar, ya que las emociones pueden anular el razonamiento lógico. 

En la era digital, la sobrecarga de información y la desinformación crean confusión, lo que dificulta discernir la información precisa. La falta de confianza en las fuentes de información también impide la aceptación de nuevos hechos. 

Entender estos factores puede ayudar a abordar los desafíos de cambiar opiniones al considerar elementos psicológicos y emocionales, construir confianza y encontrar puntos en común.

PUEDEN NADAR

¿Las serpientes pueden nadar?

R. Las serpientes a menudo se muestran acurrucadas alrededor de un árbol en una densa jungla o escondidas en un desierto esperando golpear a alguna presa desprevenida. Pero son tan capaces en el agua como en tierra; de hecho, todas las especies de serpientes pueden nadar.

En América del Norte, un ejemplo famoso es la boca de algodón (Agkistrodon piscivorus), llamada así por el color blanco de su boca, que se muestra cuando la criatura está enojada. Esta serpiente, nativa del sureste de los Estados Unidos, también se llama mocasín de agua debido a su predilección por los estuarios, bahías y ríos.

Pero incluso yendo un paso más allá de la familiar boca de algodón, unas 60 especies de serpientes marinas derivadas de la familia de las cobras llaman al océano su hogar, y serpientes monstruosamente grandes como las anacondas también pasan la mayor parte de su vida en el agua. Incluso las serpientes que generalmente no tienen nada que hacer en el agua, como la serpiente de cascabel, amante del desierto, pueden nadar en un apuro.

Los miembros del suborden serpentes (al que pertenecen todas las serpientes) son tan buenos nadadores porque sus cuerpos alargados pueden impulsarlas fácilmente a través del agua, y algunos incluso tienen colas evolucionadas que parecen paletas. Pero no se preocupen, ofidiofóbicos: no es como si las aguas de la Tierra estuvieran llenas de serpientes. Las serpientes no pueden vivir en áreas que son demasiado frías, y muchos lugares (Alaska, Nueva Zelanda e Irlanda, por nombrar algunos) están completamente libres de ellas. No me puedo imaginar encontrarme nadando con una serpiente persiguiéndome o viéndome “feo”.

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