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Nacional

10 años de la investidura relámpago; Calderón juró entre reclamos

Tras una cerrada elección, y en medio de las protestas de la izquierda por lo que llamaron un “fraude electoral”, Felipe Calderón Hinojosa logró tomar protesta entre silbidos y en una ceremonia que duró apenas 5 minutos

Vanessa Alemán | 01-12-2016

CIUDAD DE MÉXICO.

Miedo, angustia y emoción, así recuerda el senador Héctor Larios el lejano 1 de diciembre de 2006, cuando siendo coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados organizó a sus 206 legisladores para tomar la tribuna de San Lázaro, 76 horas antes del arribo del entonces presidente electo Felipe Calderón Hinojosa.

Tras el conflicto electoral de 2006, bajo la demanda de “voto por voto, casilla por casilla”, el grupo parlamentario del PRD, PT y Convergencia habían impedido el 1 de septiembre de aquel año, que el presidente Vicente Fox rindiera su último informe ante el Pleno del Congreso de la Unión y existía la amenaza de impedir que Calderón Hinojosa asumiera el cargo como mandatario federal, recordó Larios Córdova en entrevista con Excélsior.

“Sabíamos que López Obrador y su gente iban a tratar de impedir a toda costa que rindiera protesta para meter (en) una crisis constitucional al país, decir ‘no tenemos Presidente’ y convocar al Congreso a que nombrara un sustituto y todo lo que eso significaba”, precisó el hoy senador de la República.

Con la Mesa Directiva resguardada, la ruta que siguió el entonces presidente electo fue simple: llegó oculto al estacionamiento subterráneo del edificio A de la Cámara de Diputados, caminó por un pasillo angosto hasta la sala de prensa y se coló a través de una puerta que daba a “tras banderas”, la parte trasera del Pleno.

“Nosotros nos preparamos antes, así el 28 de noviembre a la una de la tarde con tres minutos nos subimos y ya no les dimos oportunidad de que se subieran ellos, ahí duramos tres días, 76 horas para ser exactos”, señaló el líder de la bancada blanquiazul durante la LX Legislatura.

En una ceremonia que duró apenas unos minutos, en medio de empujones, rechiflas, el presidente electo Felipe Calderón Hinojosa tomó posesión de su cargo como Presidente de la República en medio de la tensión que lo obligó a colocarse él mismo la banda presidencial, mientras el mandatario saliente, Vicente Fox Quesada, presenciaba el juramento.

Al respecto, el actual coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz, recordó esta ceremonia como integrante de la LX Legislatura, en la que, dijo, la bancada tricolor tuvo un papel fundamental para evitar la crisis política que pudo haber derivado de una fallida toma de posesión.

“El PRI cumplió, los 106 diputados priistas cumplimos una obligación jurídica y también ética: evitar cualquier crisis de constitucionalidad al dificultarse la toma de protesta de un Presidente que tenía ya su constancia de mayoría expedida por el Tribunal Electoral”, comentó el coordinador tricolor.

En este sentido, Camacho Quiroz afirmó que se trató del cumplimiento de una obligación constitucional, para algunos puramente protocolario y para otros, un requisito de eficacia política y jurídica.

“Nosotros hicimos lo que debíamos, estuvimos presentes, ayudamos a que hubiera quórum y presenciamos de lejos una accidentada toma de protesta que pudiera haber atentado contra el orden y la regularidad democrática, así lo hicimos antes y así lo haremos cada vez que se requiera”, expresó el legislador del PRI.

Luego de esta tensa y rápida ceremonia, que no duró más de cinco minutos, el presidente Calderón Hinojosa se trasladó al Auditorio Nacional, en el caminó, a través de un móvil de radio comunicación habló con la bancada panista en la Cámara de Diputados que se encontraba reunida en la oficina del coordinador blanquiazul para agradecerles.

“Reunido todo el grupo parlamentario, en un tono sumamente emotivo, mientras acá todos los diputados estábamos absolutamente agotados tras más de 70 horas sin dormir, recibimos del Presidente un mensaje de agradecimiento profundo por lo que hicimos”, apuntó Larios.

Tras esta abrupta presentación ante el Congreso, se emprendió una reforma constitucional para garantizar que la toma de la Cámara de Diputados no impidiera a un Presidente electo rendir protesta.

Así, el 9 de agosto de 2012 se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la adición de dos párrafos al Artículo 87 constitucional que precisan que “si por cualquier circunstancia el Presidente no pudiere rendir la protesta ante el Congreso de la Unión o ante la Comisión Permanente, lo hará de inmediato ante las Mesas Directivas de la Cámara de Diputados y el Senado de la República”, sin precisar la sede donde se encuentren.

Asimismo, se agregó que en caso de que el Presidente no pudiera rendir la protesta al Congreso o Mesas Directivas lo hará al presidente de la Suprema Corte de Justicia.

Conflicto

  • En una cerrada elección, Felipe Calderón Hinojosa ganó la Presidencia de la República al candidato de los partidos de Izquierda, Andrés Manuel López Obrador, con una diferencia de 0.56% de los votos.
  • López Obrador no aceptó los resultados, llamó a sus seguidores a exigir un recuento “voto por voto, casilla por casilla”.
  • Asegurando que la democracia estaba en peligro, el candidato de la izquierda llamó a un plantón por tiempo indefinido en Paseo de la Reforma.

“Pidieron que usara un chaleco antibalas”

A Felipe Calderón, Beatriz Paredes le pidió que usara un chaleco antibalas y Santiago Creel le habló para que tomara protesta en el Auditorio Nacional, recuerda Margarita Zavala en su libro Margarita Mi historia.

En el capítulo “Esposa del Presidente... y candidata otra vez” relata que el 1 de diciembre de 2006, el trayecto a la Cámara de Diputados para la toma de protesta de Felipe fue lento, a Calderón le informaron que Vicente Fox apenas se estaba bañando. Llegaron a San Lázaro antes que él.

“Sabía que la cosa iba a ser rápida y sabía también por dónde colarme, así que seguí a Felipe casi hasta el final y me acomodé en una orilla, a distancia de los diputados: no quería que notaran mi presencia porque iban a saber que Felipe ya estaba ahí. A la llegada de Fox, ni modo, entramos a empujones y lo demás es historia”, relata.

Zavala destaca que Calderón se había aprendido de memoria la protesta, “lo hizo por si le quitaban el atril o sus tarjetas. Alguien tenía por ahí un micrófono de repuesto por si se requería, también una banda adicional: todo estaba previsto”.

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