Candy Crush: los caramelos más adictivos

Enviar vidas, tendencia en redes sociales y smartphones; suman cada vez más usuarios de Facebook

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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de julio.- Acabar con toda la gelatina o bajar todos los ingredientes, son los objetivos de miles de mexicanos conectados a Candy Crush, un juego en línea que advierte ser “altamente adictivo”, y lo es.

Ya es  un tema de conversación entre amigos, que ha cobrado más importancia que el propio estado del tiempo.

—¿Cómo te va? – pregunta Enrique a Claudia

—Muy bien, ¿Cómo vas en el Candy, ya pasaste de nivel?— responde.

—No, sigo atorado, ¿Ya me enviaste más vidas?—

La conversación le parecerá familiar a varios de los lectores, pues al juego, desarrollado por la empresa King, se suman cada vez más usuarios de Facebook en nuestro país, incluso aquellos que se resistieron a tener una granja virtual.

Si bien es complicado estimar cuántos mexicanos están jugando Candy Crush, baste saber que el país ocupa el quinto lugar en el mundo con más usuarios de Facebook, con 39 millones 810 mil 580, para darnos una idea de la penetración de esa aplicación.

Costoso entretenimiento

Pero el Candy también es un juego que puede vaciar los bolsillos y la tarjeta de crédito de los usuarios que agotan el límite de vidas o movimientos gratis y que los compran para poder seguir en el vicio.

“Empecé a jugar hace unas semanas, ya voy en el nivel 85…pero hice algo de lo que ya me arrepentí, ligue el juego con mi tarjeta de crédito”, ríe Luis.

Pero también hay otro tipo de casos, por ejemplo el de Octavio,  quien es jugador de videojuegos desde los 10 años: “No había comprado nada en iTunes hasta que el Candy Crush me hizo comprar movimientos extras”.

“A la semana me gasto como 26 pesos, un paquete de paletitas para movimientos extra o uno de vidas cuesta 13 pesos, compro los movimientos adicionales cuando estoy a una jugada de ganar, aunque, la verdad,  me ha pasado que de todas formas no avanzo, me he quedado atorada hasta por tres días”, confiesa Elena, otra usuaria.

Para ascender en niveles, también se venden boosters, aditamentos que facilitan la experiencia al asuario y que cuestan desde 13 a 519 pesos.

Según Carlos Canfield, especialista en negocios de la Universidad Anáhuac, los juegos en línea son un buen negocio para quienes los desarrollan, incluso, en un país como el nuestro, donde la bancarización es baja, es un gancho para que los usuarios busquen tener un plástico.

¿Adictos al dulce?

Dedicarle más de cuatro o seis horas diarias al juego puede ser la alerta ante una posible adicción al juego, explica José de Jesús González, presidente del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social.

Según el especialista para saber si el lector es adicto al juego, una señal clara es sentir angustia y ansiedad cuando no se puede acceder a él, incluso, dice, puede generar efecto de abstinencia, como el uso de las drogas.

“El problema es reconocer la situación, y si piensa que es sólo un jueguito, que es muy agradable, que es satisfactorio ganar, y cuando el sujeto pierde sufre, pero le gusta, generando un estado de masoquismo, y entonces eso lo engancha más, hay que poner atención”.

Un vicio que cuesta

Para seguir avanzando niveles es necesario comprar vidas, movimientos extras o aditamentos especiales, lo que puede costar desde 13 hasta 519 pesos, dependiendo del apetito (y bolsillo) del jugador.

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