CIUDAD DE MÉXICO.
Señor director:
La plataforma Twitter se ha convertido en la red social en que las personas usan como si fuera una arena de lucha libre extrema, en donde los usuarios se dan con todo, verbalmente.
Las groserías, posturas discriminatorias, así como también posturas irracionales, son el pan nuestra de cada día. Sin duda, Twitter evidencia la pobreza intelectual y humana de muchos de sus usuarios.
El odio que se puede encontrar no distingue clases sociales ni tampoco género. En Twitter la violencia verbal entre mujeres no sólo es ofensiva y sorprendente, sino también preocupante.
Las tuiteras que tienen mayores seguidores se dedican a ofender a otras como si la mujer fuese su peor enemigo. ¿La razón de esto? Las diferencias que hay entre un sector que respalda a la administración federal contra las que no están
con éste.
Aunado a ello es visible el clasismo y racismo de ambas partes. Twitter es como si fuese el viejo Coliseo de Roma, destruir al oponente para que la masa aplauda como si fueran focas.
Sin importar que los usuarios sean de posturas políticas de derecha o izquierda, dejan ver su lado más oscuro al insultar y denostar. El debate de ideas es inexistente en Twitter.
Incluso, hay comunicadores y periodistas que le entran al juego dejando en claro que su ética profesional puede quedar de lado con tal de que les den un like o un retuit. A eso hemos llegado en los tiempos posmodernos de la comunicación.
Twitter es, sin duda, la zona del terror.
LEÓN ARROYO
CIUDAD DE MÉXICO
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