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La historia en Excélsior: El trasatlántico que sí llegó a NY

El acontecimiento forma parte de la historia naval mundial después de que muchos trasatlánticos no habían logrado su cometido

Roberto Rodríguez Rebollo | 14-05-2019
El trasatlántico que logró llegar a Nueva York
El trasatlántico que logró llegar a Nueva York

CIUDAD DE MÉXICO. 

Uno de los desastres navales más conocidos en el mundo es el del Titanic, que en 1912, durante su viaje inaugural en el que se dirigía del puerto de Liverpool hacia Nueva York, chocó en el océano Atlántico con un iceberg, que ocasionó el hundimiento de uno de los barcos más grandes construidos hasta ese momento, provocando la muerte de miles de personas. Historia que ha inspirado diversas producciones de cine, artículos e investigaciones a lo largo de más de cien años.

Excélsior dio nota, casi veinte años después, el 12 de abril de 1927, de la llegada del trasatlántico alemán “New York”, que realizó un viaje desde tierras alemanas hasta el puerto de New York, donde zarpó el 11 de abril de 1927 donde fue recibido por mucha gente que esperaba el arribo del majestuoso barco que transportaba más de mil pasajeros.

El acontecimiento forma parte de la historia naval mundial después de que muchos trasatlánticos no habían logrado su cometido, tal es el caso de los navíos de gran tamaño construidos por la compañía White Star a principios del siglo, que fracasaron en sus objetivos de zarpar sanos y salvos a pesar de contar con la mejor tecnología de la época.

El “New York” fortaleció las relaciones políticas y periodísticas entre Estados Unidos y Alemania, quienes lograron estrechar acercamientos de tinte comercial y de transporte de pasajeros hacia la década de 1930.

Tal vez el Titanic no logró su cometido en 1912, pero los trasatlánticos alemanes como el “Albert Ballin”, “Deutschland” o el “Hamburg”, todos de la Hamburg Amerika-Linie, si tuvieron éxito, tal vez aprendiendo de los errores y de la mano de la tecnología que les brindó una mayor oportunidad de éxito.

 

La nota dice textualmente: 

 

NUEVA YORK, abril 11 (Duems).- El extraordinario recibimiento oficial que s ele hizo hoy al llegar a este puerto al nuevo trasatlántico alemán "New York", de la Hamburg-Amerika-Linie, no tiene precedentes y nunca ha sido saludado otro barco de nación alguna con tanta cordialidad, habiendo constituido el arribo del "New York" un verdadero acontecimiento en el puerto. 

El alcalde d ela ciudad, Mr. Walker, numerosos empleados municipales y altos funcionarios de la Federación, el Barón Ago von Maltzan, embajador de Alemania en los Estados Unidos, acompañado del personal de la Embajada, y del Cónsul General, alemán en ésta, así como de funcionarios consulares alemanes de otras ciudades, delegados de las organizaciones germanoamericanas y de varias empresas navieras norteamericanas y muchos expertos en materia de navegación, recibieron oficialmente al nuevo gigante del mar, el que, como se recordará, fué bautizado en octubre del año pasado, fungiendo de madrina la esposa del alcalde de Nueva York, señora de Walker. 

Al entrar en la bahía el barco, que desplaza veintiún mil quinientas toneladas y tiene una longitud de seiscientos treinta y seis pies, por setenta y nueve de ancho, desarrollando una velocidad media de dieciséis nudos, quemando aceite y estando dotado de dos turbinas que trabajan independientemente una de la otra, una compacta multitud lo saludó con grandes ovaciones. 

En el muelle se realizó el primer recibimiento oficial y después de las presentaciones de rigor, pronuncio una breve alocución el alcalde Walker, quien, dirigiéndose al ex canciller Wilhelm Cuno, presidente del Consejo Directivo de la Hamburg-Amerika-Linie, dijo que al amadrinar su esposa el bautizo del trasatlántico en Hamburgo,  había abierto el portón para Nueva York , refiriéndose enseguida a la forma admirable en que la empresa naviera alemana contribuía al mantenimiento de magnificas relaciones entre Alemania y los Estados Unidos y terminando por desear al barco larga vida llena de éxitos. 

Contestó el doctor Cuno haciendo resaltar que la Hamburg-Amérika-Linie, inmediatamente después de terminada la guerra mundial, había iniciado la cooperación con los Estados Unidos y que siempre trataría de fomentar  en lo futuro esa cooperación con una nación cuyo comercio y tráfico con Alemania crecía de año en año constantemente. 

También hizo uso de la palabra el Embajador Maltzan, quien se refirió a las vigorosas corrientes de simpatía que venían desarrollando entre Alemania y los Estados Unidos, señalando a los trasatlánticos alemanes como sus principales vehículos, y el señor Víctor Ridder, del 'New Yorker Staats-Zeitung' habló sobre las relaciones normales entre los periódicos alemanes y norteamericanos. 

El comandante del barco, capitán Graalfs, hizo una descripción sintética de la construcción del trasatlántico, que tiene capacidad para doscientos cincuenta pasajeros de primera clase, cuatrocientos veinte de segunda, y cuatrocientos sesenta de tercera, subrayando que a la vez que en primera se habían derrochado comodidades y atracciones, perfeccionándose la estabilidad y dotándose al barco de nuevas oportunidades para otros deportes y diversiones que hasta ahora no había habido, en tercera el acondicionamiento se habíia hecho mas amplio y mejor distribuido, haciendo a dicha clase extensivos varios servicios que antes no se usaban. 

El acto terminó con una visita que hicieron las delegaciones de recepción al buque. 

El "New York" es el mismo tipo que el "Albert Ballin", el "Deutschland" y el "Hamburg", y tiene nueve cubiertas, cuatro abarcando toda su longitud y cinco en las estructuras superiores, habiendo sido construido en los astilleros Blohm & Voss. 

 

 

 

«pdg»
 

 

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