Critican a Gustavo Petro por vestir jeans en reunión con elegante Emir de Qatar
Mientras el Emir de Qatar lucía un impecable traje de corte clásico, acorde con la solemnidad de la ceremonia, Petro destacó por optar por un atuendo informal
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha sido objeto de críticas después de su reciente reunión con el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani. En un evento de alta importancia diplomática, la indumentaria del mandatario colombiano no pasó desapercibida para el público y la opinión mediática, quienes lo tacharon de inapropiado para la ocasión.
Mientras el Emir de Qatar lucía un impecable traje de corte clásico, acorde con la solemnidad de la ceremonia, y los oficiales de la policía colombiana vestían sus uniformes de gala, Petro destacó por optar por un atuendo informal. El presidente apareció vistiendo jeans, una camisa sin corbata y un saco informal, una elección que, a ojos de muchos, rompía completamente con el protocolo habitual en este tipo de visitas oficiales.
El contraste fue evidente. A su lado, los funcionarios de Qatar y el personal diplomático mantenían la formalidad que caracteriza este tipo de encuentros, mientras que Petro parecía restar importancia a la etiqueta del evento. En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar, y los usuarios se refirieron al presidente como "el payaso mal vestido" que avergonzó a Colombia frente al Emir. Las críticas enfatizaron la falta de seriedad y respeto implícitos en su apariencia, destacando que en diplomacia, la imagen personal también comunica respeto y compromiso.

La vestimenta de Gustavo Petro generó un debate sobre la relevancia de los códigos de vestimenta en las relaciones internacionales. Aunque algunos seguidores del presidente justificaron la elección como un intento de mostrarse más cercano y alejado de las convenciones, la mayoría de los comentarios destacaron la necesidad de mantener un estándar que se ajuste a la importancia del momento.
La controversia ha dejado claro que, más allá de las posturas políticas, los detalles protocolares como la vestimenta continúan siendo relevantes y, para muchos, determinan la seriedad con la que se debe llevar a cabo la diplomacia.
N. de la R. La diplomacia tiene normas establecidas que, aunque no siempre son explícitas, juegan un papel importante en la percepción internacional. En el caso de Colombia, el Manual de Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores establece que las visitas oficiales, especialmente a países con culturas tan marcadas como Qatar, requieren vestimenta formal que refleje respeto y sobriedad. Qatar, por su parte, tiene códigos culturales estrictos donde la vestimenta formal simboliza honor y respeto hacia los anfitriones. Según el Índice de Soft Power Global 2023, los países con líderes que respetan las convenciones protocolares suelen proyectar una mejor imagen internacional, lo que puede impactar la atracción de inversión extranjera y el fortalecimiento de relaciones bilaterales. En este caso, la controversia alrededor de la elección de Gustavo Petro puede ser vista como un descuido que va más allá de lo anecdótico, al afectar la percepción de profesionalismo en eventos de alta relevancia. Cabe mencionar que esta no es la primera vez que un líder es cuestionado por su vestimenta en el ámbito internacional. Por ejemplo, el ex primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, enfrentó críticas similares por su estilo desaliñado durante reuniones oficiales. Estos incidentes refuerzan la importancia de las normas de etiqueta como parte integral de la diplomacia moderna.
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