Vicente Fernández, un vendedor de millones

El cantante lanzó más de 100 discos que se convirtieron en un referente de la música mexicana

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En 2015 Vicente Fernández presentó su disco Muriendo de amor.

CIUDAD DE MÉXICO.

A Vicente Fernández se le acreditan más de 100 discos grabados. Las cifras son distintas en fuentes extraoficiales, oficiales y en su discográfica, lo mismo que los millones de discos vendidos a lo largo de más de 50 años de carrera. Más de 70, según Sony Music.

Números estratosféricos, históricos, voluptuosos, al nivel de una leyenda mexicana. Erróneamente, porque estamos acostumbrados a comparar nuestra historia con la de otros, el Houston Chronicle lo apodó como el Frank Sinatra de la música ranchera. Pero ni Chente ni José José fueron La Voz, el primero fue El Charro de Huentitán y el otro, El Príncipe de la Canción, orgullosamente.

Ahora que Chente ha partido a otro plano, debemos reconocerlo por ser estandarte de la cultura nacional a nivel global y para su familia. En la última entrevista que Excélsior tuvo con su nieta Camila Fernández, hija de El Potrillo, comentó que se mantenían fuertes porque su abuelo siempre los impulsó a cumplir sus sueños.

En verano de 1966, Vicente firmó su destino. Tras la muerte de Javier Solís, CBS México (Sony Music México) le extendió un contrato para arrancar con su historia. Grabó los discos Soy de abajo, Ni en defensa propia y Palabra de rey, con canciones como Tu camino y el mío, Perdóname y Cantina del barrio.

Vicente fue adoptado por el pueblo mexicano de forma inmediata después de vivir la muerte de tres íconos: Jorge Negrete (1953), Pedro Infante (1957) y Solís (1966). De hecho, a él le apodaron el cuarto gallo para sumarlo a estos titanes.

De inmediato lo llevaron a filmar la cinta La ley del monte y, al mismo tiempo, grabó canciones originales que volvieron éxitos, incluida la que da nombre a la película. De aquí vinieron discos históricos: El ídolo de México, El rey, El hijo del pueblo, La ley del monte y Para recordar, siendo Volver, volver el tema definitivo que lo confirmó como el verdadero ranchero de México.

Se apoderó de las ventas, los primeros lugares en listas de popularidad y peticiones de radio. En general, este tema es la joya de la erupción de la leyenda. Siempre se le vio como el reflejo del hombre mexicano, y lo era, en ese entonces la comunicación normalizó el estereotipo del macho gallardo y envalentonado como el modelo del hombre a seguir.

Años más tarde, y actualmente con el cambio de pensamiento y de formas de comunicar, se ha puesto en discusión su influencia positiva en la sociedad, por comportamientos que causaron controversias y lo hicieron objeto de análisis en las corrientes feministas, las cuales concluyeron que algunas de sus canciones promovían la denigración de la mujer.

En la década de los 70, el éxito en la música de Chente fue de la mano con sus películas. El tahúr, que también dirigió, le dejó una suerte de la buena, pues De qué manera te olvido y Sentimental y ranchero se convirtieron en clásicos. Su disco Por tu maldito amor vendió más de 100 mil piezas para ser Disco Platino en Estados Unidos y producido por A.B. Quintanilla.

Después de ese álbum, los 90 marcaron una racha importante para lanzar discos con sencillos históricos. En 1993, Lástima que seas ajena incluyó el sencillo con el mismo título que se volvió imprescindible en los shows del Charro, y Perdón, junto a su hijo Alejandro. Estatua de marfil, Entre el amor y yo, La tragedia de un vaquero y Para Siempre, éste, en 2007, con la canción Estos celos.

La discografía de Fernández se rige por los temas del campo, rancho; el amor, desamor y la familia y algunos controversiales.

El más importante de sus discos en vivo es, sin duda, Un azteca en el Azteca, el show de su retiro de los escenarios en 2016. Vicente Fernández jamás estuvo cerrado a la innovación en la música tradicional mexicana, incorporando guitarras eléctricas en algunas de sus canciones del nuevo milenio y rodeándose de compositores, entre comillas, nuevos. Reyli Barba uno de ellos, autor de En la cárcel de tu adiós, inlcuida en el disco Más romántico que nunca.

Su último disco fue A mis 80’s, lanzado en 2020, un compilado de 12 de sus mejores canciones y el poema A mi nieto, dedicado a todos sus nietos, en especial a Alex y Camila Fernández, los dos hijos de El Potrillo, quienes han mostrado más apego a su abuelo desde que cayó enfermo, postergando bodas y siguiendo con su carrera por el sabio consejo recibido por el eterno Charro de Huentitán. Como dato extra, Saúl el Canelo Álvarez tiene en su poder una copia, en formato vinilo, firmada y dedicada con cariño.

Duetos y canciones emblemáticas

Por ahora, los duetos son la moda en la industria musical. Sin embargo, antes, era muy complicado por cuestión de rivalidades, enemistados y egos. Vicente Fernández no tiene una lista tan larga, pero tiene algunas históricas, en especial el que hizo junto a Antonio Aguilar, Caminos de Guanajuato, de José Alfredo Jiménez.

Esta colaboración es, quizá, la más importante por la leyenda urbana de la enemistas de las dinastías Fernández y Aguilar. Sin embargo, no hubo tal. Recientemente, Pepe Aguilar revivió la polémica al decir que Chente le dio baje a su papá con el mejor sastre de los trajes de charro. En su apogeo, los medios fueron los encargados de ponerlos a competir, no ellos. Incluso, El Potrillo ha empujado por una colaboración entre sus chamacos y Ángela Aguilar, la heredera de don Antonio y Pepe.

A nivel anglosajón, Return to me (Regresa a mí) es la joya de la corona, porque la hizo junto a Tony Bennett, la leyenda. Y a nivel continental, entre él y Celia Cruz se echaron una versión de La Voz, una balada ranchera tremenda. El Charro de Huentitán y La Reina de la Salsa, dos mundos distintos; ambos leyendas.

Y en los canales del Latin Grammy pueden ver a la Dinastía Fernández, Vicente, Alejandro y Alex Fernández unir sus voces para La derrota y Volver, volver. Acá otras de las colaboraciones:

Mentira mentira, Javier Solis. P Juntos los dos, Vikki Carr.P Tu recuerdo y yo, José Alfredo Jiménez. P Perdón, Alejandro Fernández. P Aunque mal paguen, Roberto Carlos. P No vas a creer, Angélica María. P Quiéreme mucho, Aida Cuevas. P Que dios te bendiga, Ana Gabriel. P El adiós del pasado, Felipe Arriaga. P Vamos a cuidarla más, Vicente Fernández Jr. P Pa’ todo el año, José José. P Se me olvidó otra vez, Lucero. P La diferencia, Juan Gabriel. P La retirada, Edith Márquez. P Cuatro vidas, Yuri. P El último barco, Joan Sebastian. P Mi razón, La Sonora Santanera.

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