A cielo abierto, el viaje desértico de los Arriaga

El 26 de diciembre de 1985 a las seis de la mañana, Guillermo Arriaga se accidentó.  Su auto se volcó y cayó en un barranco de la Huasteca Potosina.

El siniestro fue el detonante que lo inspiró a escribir A cielo abierto, guion que guardó en una caja durante 39 años, hasta que sus hijos Mariana y Santiago decidieron llevarlo a la pantalla grande como directores.

Tras haber madurado en escenarios como el Festival de Cine de Venecia, donde estuvo en competencia, la ópera prima de los jóvenes, que se estrena hoy en cartelera nacional, genera una serie de reflexiones entre Arriaga y los chicos.

Yo quiero decir que vine a aprender de cine con ellos. Me sorprendió la cantidad de conocimientos que tiene y aprendí muchas cosas con los dos. Yo fui productor de la película y aunque estaba en el set, permanecía lejos para no estorbar.Estaba como a 100 metros, encerrado en una camioneta, viendo la pantalla, escuchando las instrucciones que daban a los actores, al fotógrafo y presenciando la relación con el primer asistente de dirección. Fue muy emocionante aprender de ellos como realizadores y creo que rebasaron mis expectativas como escritor. Ser seleccionados en Venecia está cabrón y llegar a Toronto también. Es muy difícil llegar a estos festivales”, contó a pregunta de Excélsior Guillermo Arriaga.

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Mariana y Santiago expresaron el amor, respeto, admiración y cariño que le tienen al creador de historias como Amores perros, 21 gramos, Extrañas criaturas, Salvar el fuego o El salvaje.

Mariana y yo somos muy afortunados de tener un papá escritor, porque lo podemos conocer más allá de su rol familiar, la versión que tiene miedos y las diferentes etapas que ha tenido en su vida. Este guion en particular habla de un padre nuevo y de los miedos que tenía. Toda la historia se desarrolla en el México que nosotros crecimos, con las dinámicas familiares en las que crecimos y hay muchos de los personajes que vienen de la familia, la dinámica de los hermanos y el pelearnos por la tele en los noventa en Coahuila, que es un estado al que vamos dos veces al año, así que para mí el cine es familia”, expresó Santiago Arriaga.

A cielo abierto se centra en dos hermanos varones que quedaron huérfanos de padre luego de que él falleciera en un choque automovilístico de carretera. El deseo de vengar la muerte de su progenitor lleva a los dos, acompañados de su hermanastra, a Piedras Negras, Coahuila, para buscar al hombre que causó el fatídico accidente. El filme fue producido por la joven Eréndira Núñez.

Sobre cómo ha sido para los hermanos Arriaga trabajar en dupla, ambos coincidieron en que no hay ningún problema y que han aprendido a leer y compaginarse de una manera orgánica.

La codirección puede llegar a ser muy compleja, pero en nuestro caso es muy sencillo. Llevamos nueve años formando una dupla. Nos entendemos muy bien, también nos complementamos y somos mejores amigos, y a eso le sumamos que tuvimos una buena productora. A Santiago lo admiro muchísimo, es una de las personas que más admiro y lo que hacemos no es dividir los roles, sino entender que la dirección es un solo rol y, más bien, nos encargamos del mismo con dos cerebros y cuatro ojos, y ahí es donde se pone interesante, porque cada uno tiene su propia perspectiva y genera debate. Estoy convencida de que no podría codirigir con alguien más”, comentó Mariana.

A cielo abierto cuenta en su elenco con Theo Goldin, Máximo Hollander, Federica García, Julio Bracho, Manolo Cardona, Cecilia Suárez y Julio César Cedillo, quien, curiosamente, en la cinta Los tres entierros de Melquiades Estrada, dirigida por Tommy Lee Jones, interpreta a Melquiades y en A cielo abierto hace lo propio con el hermano de Melquiades, Lucio, el hombre que causó el accidente.

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