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Función

Sandra Echeverría, ternura en acción

La actriz se sometió a clases con los 'stunts' para aprender a golpear, caer y usar armas por requerimientos de su personaje, en la segunda temporada de la teleserie 'La Querida del Centauro'

Eva Díaz Moreno / Fotos: Bobo Producciones e Instagram | 02-05-2017

CIUDAD DE MÉXICO.

A Sandra Echeverría se le ubica más en melodramas clásicos en los que las lágrimas y los conflictos emocionales son el eje de la trama, sin embargo, para su regreso a la TV, la actriz optó por mostrar una faceta diferente, donde la acción y la adrenalina son su carta de presentación. Desde hoy se le verá en la teleserie La querida del Centauro, en su segunda temporada.

“Tengo cinco años de no hacer televisión, estuve en el cine, teatro y después me ocupé de tener un bebé y ahora, después de tanto tiempo, regreso con este proyecto, La querida del Centauro, que me encantó.

“Me cautivó que es un personaje muy diferente a lo que había hecho. Está lleno de acción. Es una mujer guerrera, en el sentido real, muy práctica y hasta fría, con mucha sed de venganza”, adelantó la actriz a Excélsior.

Para darle vida a Ana, hija del cirujano que muere en la primera temporada y que quiere acabar con El Centauro, la actriz tuvo que someterse a un entrenamiento, pues gran parte de las escenas de acción que implican persecuciones, balazos y volteretas las realizó sin ayuda de dobles.

“Nunca había sido actriz de acción, pero ahora sí viví la adrenalina y tuve que enfrentarme a mis miedos a quitármelos, porque quería que las escenas se vieran reales. Hay stunts (dobles) y son geniales,  admiro su trabajo, pero a veces no se ve auténtico, se tienen que hacer tomas de muy lejos, de alguna forma truquear.

“Mi intención fue hacer lo más posible, porque, Ana, mi personaje, también toma un entrenamiento de armas y de todo para matar al Centauro, se convierte en una ninja, como en la vida real me tocó hacerlo. Para realizar estas escenas tomé  cursos en una escuela de stunts y de plano me metieron al ring a dar de marometas, a practicar peleas, golpes y caídas para que todo se viera real, y la verdad es que fue muy divertido”, compartió.

Sandra Echeverría a quien recordamos en Súbete a mi moto, El Clon y La fuerza del destino, entre otras, describió con orgullo algunas de las secuencias que pudo lograr en este proyecto, con el que debuta en las series de acción.

“De hecho hay escenas donde estoy en una camioneta en fuga y comienza la balacera desde las ventanas, entonces atoro el brazo con el cinturón de seguridad y con el vehículo en marcha, abro la puerta, saco el cuerpo y comienzo a disparar. Quedó espectacular y me siento muy orgullosa, pero antes de hacerla me sentí muy nerviosa y hasta con dolor de estómago.

“Sentí muy padre, porque el director y todos me felicitaron. Me dijeron que los stunts lo hubieran hecho increíble, pero nada como poder verme de cerca, haciendo los close up, que no era lo mismo que realizar tomas de lejos y que el público no me reconociera. La verdad quede muy satisfecha, y sí me quedé con mucha adrenalina durante un largo rato”, recordó.

Sin embargo, aceptó que aunque disfrutó los resultados, lo suyo no es la acción.

“Lo que no me gusta es el sonido de las balas, me parecen terroríficos, sufrí todas las escenas de armas, pero al final me gustó el resultado, ya soy toda una ninja”, bromeó.

“Después de haber probado la acción, sigo diciendo que prefiero la comedia o el drama, así que de muchos riesgos no soy; de hecho le decía  a mi director cada vez que terminaba una escena: ‘Recuérdame que mi próximo proyecto sea de comedia. La verdad es que sí me pongo muy nerviosa y siempre salía magullada de una u otra forma”, comentó.

Echevería recordó que Leonardo de Lozanne, su esposo y padre de su hijo Andrés, de un año ocho meses de edad, le pedía tener cuidado en este tipo de escenas.   

“Leo me decía, viéndome a los ojos: ‘¿estás segura  de hacer eso?, no te arriesgues por favor’, y le contestaba, estoy bien, no te preocupes, y al hacer las escenas me decía en mis adentros: ‘¡wow, lo logré!’, me siento muy feliz y orgullosa por romper mis miedos”.

Sin embargo, también aceptó que antes de cada escena pensaba en su hijo, quien desde su llegada le dio un giro a su vida.

“Antes de ser mamá viajaba por todos lados, me subía a un avión sin problema, pero ahora que ya tengo a mi bebé sí me da miedo, me dicen que es un sentimiento de mamá primeriza, que te vuelves aprensiva, porque sabes que un chiquito depende de ti y no quieres faltarle, es por eso que también medía los riesgos, cuando de plano veía que no iba a poder hacerlo entonces sí pedí ayuda de los stunts”, explicó.

“Cosas como saltar de una ventana a otra en edificios altísimos, definitivamente no lo realicé, porque tengo pavor a las alturas. Fui prudente en este proyecto, no se trató de sufrir una lesión que sí me afectara permanentemente”, enfatizó.

Aunque esta trama tiene como personaje central a un narcotraficante, según la actriz esta nueva entrega no gira en torno a esta actividad.

“Hay que aclarar, la serie no se trata del narcotráfico en sí. Es más de la obsesión que tiene este señor, El Centauro, por una mujer que conoce en la cárcel en la primera temporada. Así que a la gente que ya está harta de las narconovelas les quiero decir que aquí son más bien conflictos de venganza, tanto del personaje que interpreta Michel Brown como el mío”.

Este proyecto ya está terminado y próximamente Sandra se enfocará en otro.

“El 22 de mayo inicio la filmación de una película que es una comedia romántica, al lado de Osvaldo Benavides, todavía no les puedo decir el título de la película porque no lo tiene. El rodaje será en México”, concluyó.

 

cmd

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