Juan Gabriel Orozco, cómplice de Verdi y Wagner
Luego de triunfar en Suiza y Alemania, a donde llegó hace ocho años, el barítono mexicano interpretará en nuestro país el repertorio que lo ha catapultado
CIUDAD DE MÉXICO.
El barítono mexicano Juan Gabriel Orozco vendrá a México para celebrar sus 15 años de trayectoria profesional, luego de triunfar en Suiza y Alemania. La celebración será el 31 de agosto en el Conservatorio Nacional de Música (CNM), acompañado por el pianista Ángel Rodríguez, con un repertorio que viajará entre Verdi y Wagner.
En entrevista con Excélsior, el barítono, miembro fijo de la Compañía de Ópera del Stadt Theater Freiburg, cuenta que hace ocho años llegó a Alemania tras ganar una beca y ser seleccionado para debutar en la ópera Nabucco, cuyo éxito lo llevó a un tour de 33 funciones por diversos teatros teutones.
Sobre el concierto que el intérprete mexicano realizará en el CNM, comenta que integrará un programa lleno de significados, “porque cada pieza seleccionada tendrá tras de sí una historia que contaré durante el concierto. Por ejemplo, la pieza con la que gané en 2001 el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, así como la que me ayudó a llegar a Europa… será una lista de arias que me han llevado a donde me encuentro”.
De momento, Orozco se encuentra en Suiza, donde concluye sus funciones como Renato en la nueva producción de Un ballo in maschera (Un baile de máscaras), de Verdi, en el Stadt Theater Bern.
Posteriormente preparará su estreno en la ópera I gioielli della madonna en el Theater Freiburg de Alemania, así como su participación en El elíxir de amor, de Donizetti, como el Doctor Dulcamara.
“Por ahora puedo decir que me siento muy contento de decir algo que parece sencillo: he tenido la oportunidad de cantar los roles de los personajes que van de acuerdo con mi tipo de voz, así como abordar otros roles u otro repertorio, como el alemán; es el caso de algunas óperas de Wagner que eran lejanas a lo que yo pensaba que podría alcanzar”, dice el intérprete mexicano.
Originario de Tepeji del Río, Hidalgo, el barítono hizo sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música de México, donde se graduó con honores bajo la guía de Enrique Jaso. En 2001 hizo su debut con la Compañía Nacional de Ópera en Bellas Artes como Alfio en Cavalleria Rusticana y posteriormente fue invitado a otras producciones como La Bohème, Tosca y Nabucco.
Y se ha presentado con éxito en el Staatstheater München, Staastheater Darmstadt, Staastheater Braunschweig, Nürberg, Oldenburg, Royal Theatre Norwich England, así como en Polonia, Bélgica y Suiza. Desde 2010 en miembro fijo de la Compañía de Ópera del Stadt Theater Freiburg y ha grabado en CD de las óperas Francesca da Rimini, de R. Zandonai, y La Arlesiana de Cilea bajo el sello Naxos.
La exigencia es mucha
Lo que más orgullo le da a Orozco es su debut internacional con su protagónico en la ópera Nabucco en el Teatro de Bremen. “Eso sucedió en 2007, luego de hacer una audición donde me dieron el rol protagónico con un elenco totalmente profesional y muy experimentado. Después me ofrecieron un contrato para dar 33 funciones. Así comenzó todo”.
Además, añade, “en ese momento para mí fue un reto tremendo, porque todos sabemos que es un rol que requiere mucha madurez, pero lo bueno es que no estaba consciente de muchas cosas, así que me presenté con ese rol y después me contrató una agencia”.
¿Tuvo la idea clara de migrar a Alemania para trabajar?, se le pregunta al barítono. “No busqué venir a Alemania, pero me ofrecieron contrato por dos años y me instalé en Bremen. Y ahí empezó el contacto con los demás teatros. Ahora estoy en el momento de cosechar y de continuar sembrando. Siento un cambio en la voz para bien, un cambio que es parte de la madurez, para alcanzar la mayor plenitud de mi voz y explotarlo en el repertorio de Verdi, Puccini y Wagner, aunque siempre me he considerado más verdiano”.
¿Cómo han sido estos ocho años fuera de México? “Ha sido un proceso de adaptación paulatino, no sólo dentro del ámbito musical sino también en la vida cotidiana. Porque es una cultura muy distinta de la nuestra. Sólo puedo decir eso, que ha sido un camino de ocho años llenos de aprendizaje”.
¿Qué escenario enfrenta en el día a día? “La exigencia aquí es mucha. Aunque hay muchos teatros de ópera, también es cierto que hay muchos cantantes que provienen del extranjero, y naturalmente siempre se le da mayor oportunidad a los cantantes nacionales. Así que uno debe estar atento y nunca dejar de avanzar”.
¿Cuándo volverá al Palacio de Bellas Artes? “Hace tres años estuve ahí. Cada verano vengo a México y tengo algún concierto. Naturalmente, me encantaría la idea de participar alguna vez dentro de la temporada de Ópera de Bellas Artes, pero veremos cómo se dan las cosas”.
¿Qué reflexión haría sobre la actividad musical en México? “Pienso que la actividad musical y cultural de México va ligada a la situación actual del país, es decir, si hay crisis, lo primero afectado es la cultura. Pero a pesar de los problemas, me sorprende que México sea un semillero tan grande, pues cada vez hay nuevas generaciones de voces, con talento interesante; el problema es que ese talento no tiene dónde desarrollarse”.
EL EDITOR RECOMIENDA





