Así se vivió el 'cacerolazo' en Masaryk, zona más exclusiva de CDMX

CIUDAD DE MÉXICO.

Tal como lo anunciaron el pasado lunes, restauranteros afectados por las medidas implementadas por el Semáforo Rojo en a Ciudad de México realizaron un ‘cacerolazo’ la tarde de este martes.

Así trabajadores de distintos restaurantes de avenida Masaryk, en Polanco, hicieron sonar sus cacerolas y cerraron la circulación al cruce con la calle Alejandro Dumas para demandar a las autoridades la apertura.

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Es necesario reabrir los restaurantes porque es donde sustentamos los gastos de la casa y aquí manejamos todo el protocolo de salubridad y sanitización, lo que se llama mesa segura, procuramos la distancia entre personas de metro y medio, utilizamos el tapete sanitizante, el gel antibacterial, lavado de manos cada 20 minutos y llevamos el protocolo al pie de la letra para poder reabrir, ya que es una necesidad para nuestra vida diaria para sostener los gastos del hogar, el negocio, hijos, casa y escuela”, compartió Marco García, gerente del restaurante Garabatos, ubicado en avenida Masaryk.

Acusan que la modalidad de pedidos a domicilio o comida para llevar no les permite generar los recursos suficientes para mantener los gastos operativos y de personal de los negocios.

Tras la protesta que realizaron integrantes de la Unión de Restauranteros de la Ciudad de México en inmediaciones de Palacio Nacional el pasado lunes, acordaron manifestarse a las 13:00 horas al exterior de los negocios, haciendo sonar las cacerolas con el propósito de que les permitan atender a comensales dentro de sus instalaciones.

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La protesta unió a los trabajadores de varios restaurantes que se concentraron en el cruce de Presidente Masaryk y Alejandro Dumas donde mostraron pancartas, así como hicieron sonar sus utensilios de cocina por media hora.

Una vez terminada la protesta se retiraron a sus diferentes locales y continuaron ofreciendo el servicio en la modalidad para llevar.

Los empresarios del sector restaurantero confían en que el día de mañana las negociaciones con autoridades del gobierno capitalino marchen por buen camino y puedan reabrir sus locales aunque sea al 30 por ciento.