Sólo se separa la mitad de la basura en orgánica e inorgánica

CIUDAD DE MÉXICO.

A 13 años de que se estableció por ley la división de basura inorgánica y orgánica en la Ciudad de México, sólo 50 por ciento del total de los residuos que se generan es separado adecuadamente, mientras que la otra mitad se deposita revuelta en los camiones recolectores o en los carritos de los barrenderos.

Así, de las 12 mil 843 toneladas de desechos que se tiran cada día en la capital, seis mil 421.5 tienen menos probabilidades de ser recicladas.

La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) ha reconocido que la división de basura en orgánica e inorgánica ha sido deficiente, pues “a pesar de los esfuerzos, sólo algunas demarcaciones han mantenido un buen nivel de eficiencia en la recolección separada”, con lo que se incumple la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, en vigor desde 2004.

Este ordenamiento señala que los capitalinos están obligados a separar los residuos en orgánicos e inorgánicos para depositarlos con esa división en los contenedores de sus viviendas, unidades habitacionales, fraccionamientos, edificios, centros de trabajo o recreo, o directamente al camión recolector.

Además, a partir del 8 de julio próximo entrará en vigor la nueva norma ambiental NADF-024, la cual establece la separación de basura en cuatro tipos de desechos: orgánicos, inorgánicos reciclables, inorgánicos no reciclables y manejo especial y voluminosos. Esta disposición busca sensibilizar a los ciudadanos y para lograr que con esta división desde la casa o la oficina haya un mejor aprovechamiento de los residuos que se tiran como basura.

Datos de la Sedema revelan que ninguna delegación cumple al 100 por ciento la recolección separada, debido a que centros comerciales, parques, escuelas y unidades habitacionales la entregan sin hacer esta clasificación.

Por ejemplo, en Benito Juárez ningún centro comercial entrega la basura separada en orgánicos e inorgánicos; sólo en tres unidades habitacionales hay una recolección separada y solamente en 118 escuelas se cumple con esta disposición. En la Cuauhtémoc, la recolección separada en centros comerciales es nula y lo mismo pasa en Miguel Hidalgo, pues de ningún centro comercial se recolecta la basura separada.

De acuerdo con el Inventario de Residuos Sólidos de la Sedema, la recolección separada sólo se lleva a cabo en 781 unidades habitacionales, siendo Iztapalapa la que tiene el mayor número de este tipo de viviendas donde se cumple la disposición, con un total de 241; le sigue Iztacalco con 152 unidades habitacionales y después Tláhuac con 116.

Los datos precisan que solamente en mil 146 mercados públicos y sobre ruedas se cumple la recolección de residuos separados, al igual que en tres mil 376 escuelas y en 982 edificios públicos.

“Sobre la eficiencia de recolección delegacional de residuos orgánicos, la Ciudad de México tiene un promedio de 38 por ciento, siendo Milpa Alta y Coyoacán las demarcaciones con mayor avance en el cumplimiento de su meta, con 96 y 86 por ciento, respectivamente”, señala el informe.

Al respecto, el especialista en manejo de residuos de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional, Raúl Cuéllar Salinas, aseveró que solamente en el año 2012 mejoró la separación de desechos, luego de que se diera a conocer el cierre definitivo del relleno sanitario Bordo Poniente, demostrando que ya no había donde alojar tanta basura generada por los capitalinos.

“Ese año los trabajadores sindicalizados que operan los camiones recolectores y los carritos de barrenderos apoyaron la disposición porque se les ofreció una compensación de 50 pesos por tonelada de residuos exclusivamente orgánicos, por lo que fue un éxito esa medida y la ciudadanía colaboró; sin embargo, esto ha ido disminuyendo porque no es negocio para quienes recogen la basura alternando los días para orgánica e inorgánica”, explicó.

Aunque la Sedema destaca que el aprovechamiento de los residuos tras su separación ha disminuido las toneladas a los rellenos sanitarios, reconoció que “cumplir con estas obligaciones no ha sido fácil porque requiere compromiso de la población y de infraestructura para su recolección”.