Tres tercios IV-II-MMXXV
I Vaya tarde la de ayer en la Plaza de Toros México, un triunfo rotundo del torero peruano Andrés Roca Rey y de la ganadería de Xajay, del arquitecto Javier Sordo. De esas tardes para el recuerdo de los miles de aficionados que han hecho una buena entrada en la plaza ...
I
Vaya tarde la de ayer en la Plaza de Toros México, un triunfo rotundo del torero peruano Andrés Roca Rey y de la ganadería de Xajay, del arquitecto Javier Sordo.
De esas tardes para el recuerdo de los miles de aficionados que han hecho una buena entrada en la plaza más grande del mundo, que ha vibrado intensamente con la actuación del torero que se ha formado en España y que se ha convertido en una figura indiscutible en el planeta de los toros. Roca Rey había tenido en su última presentación en el ruedo de la colonia Noche Buena una tarde para el olvido y venía por la revancha. Con los mejores toros de la tarde logró un triunfo pletórico, de esos que hacen afición, la gente salió toreando de la plaza, de donde sacaron a hombros al peruano entre vítores y festivas manifestaciones. Más allá de los trofeos otorgados al torero nacido en Lima, que fueron cuatro orejas y rabo, cuestión polémica, ciertamente, el triunfo es inobjetable. Mi enhorabuena también al ganadero Sordo Madaleno, que ha enviado un encierro muy bien presentado y que generó una tarde para el recuerdo y la polémica.
II
Lo del Chaquito, Santiago Giménez, al Milán es sumamente esperanzador, pues, tal como lo mencioné en mi anterior colaboración, se trata de un gran jugador, un hombre con instinto de gol, pero, sobre todo, es un gran ser humano, que a sus 23 años goza de una serenidad y madurez encomiable. Un tipo con gran educación y que pareciera mantener los pies en la tierra.
Sólo desearle que siga en plan grande, con muchos triunfos y goles, ojalá que siga convirtiéndose en un ídolo, de esos que hacen falta, pues es un joven con valores, con bagaje, es decir, ejemplar.
Se antoja una formación en la selección nacional con dos delanteros de apellidos similares y grandes trayectorias europeas, Raúl Jiménez y Santi, ya veremos qué decide el Vasco Aguirre, al que se le siguen alineando las estrellas. ¡Éxito!
III
Lamentablemente, y tal como lo adelanté en mi anterior colaboración, la derrota mexicana en la serie Copa Davis ante Turquía fue una paliza, resultado lógico cuando todo se hace mal desde el organismo rector del deporte blanco en nuestro país. La Federación Mexicana de Tenis es un verdadero desastre, hacen todo mal, sin algún cariño por el deporte que tanto les ha dado y al que tanto desprecian.
Ojalá la presidenta del comité olímpico mexicano, Mary José Alcalá, así como el nuevo director de la Conade, Rommel Pacheco, pronto llamen a cuentas a los nefastos dirigentes de ese deporte. Son un lastre.
