Tremenda decepción
Se esperaba un gran Super Bowl LIX, sin embargo, resultó en una tremenda decepción, una verdadera paliza a cargo de los ahora campeones Águilas de Filadelfia, que, sencillamente, le pasaron por encima al equipo de los Chiefs de Kansas City en su afán de conseguir lo que ...
Se esperaba un gran Super Bowl LIX, sin embargo, resultó en una tremenda decepción, una verdadera paliza a cargo de los ahora campeones Águilas de Filadelfia, que, sencillamente, le pasaron por encima al equipo de los Chiefs de Kansas City en su afán de conseguir lo que nunca nadie antes, un tricampeonato en la era del superpartido final.
El análisis pasa por la gran ejecución y plan de juego de los muchachos del coach Nick Sirianni, que en esta ocasión le ganó —y de manera avasalladora— la partida de ajedrez al veterano coach Andy Reid.
Las cargas de la defensiva de los de verde sencillamente maniataron al gran Patrick Mahomes, y la magia del egresado de Texas Tech nunca se hizo presente, pues su línea ofensiva era un desastre, sencillamente no lo protegieron.
Fue la debacle total para los que resultaban favoritos por un punto en las apuestas, los Chiefs, que aún no levantan la cabeza después de la tremenda lección de buen juego y estrategia que, insisto, sencillamente los borró del terreno de juego. Cuando el marcador mostraba el veinticuatro a cero en el segundo cuarto, el resultado estaba definido, lo demás resultó una gran aburrición para los aficionados, y seguramente los ratings que pintaban para marcas históricas, si lograron un total de ciento veintiséis millones en promedio, sobre todo tuvo un gran pico en el segundo cuarto, pues terminando el también desastroso espectáculo del medio tiempo se desentendieron millones ante lo pobre, en general, del juego y el show.
Ya que hablamos de la NFL, seguramente salió reforzada en cuanto a la credibilidad, pues se decía que el arbitraje ayudaría a los de rojo y blanco, y más bien resultó malo para los dos lados. El resultado final, de manera contundente, solidifica el prestigio de la liga más fuerte del mundo, la que más ingresos genera, aun ante las grandes ligas del futbol europeo.
Sin duda que el comisionado de la NFL, Roger Goodell, estará festejando, pues las teorías de conspiración que afirmaban que el arbitraje ayudaría a Mahomes y compañía a ganar el tricampeonato, por el tema de Travis Kelce, Taylor Swift y demás aberraciones, se diluyó ante el contundente triunfo de las Águilas. En otras palabras, los agoreros de la trampa y manejos turbios se quedaron callados.
Siempre he considerado que un negocio de la magnitud de la NFL, que factura al año más de trece mil millones de dólares, sí, leyó usted bien, no puede poner en riesgo ese negocio, que es gigantesco, con trampas, juegos arreglados y no sé cuántas tonterías más que hay que escuchar.
Felicidades a los fans de Filadelfia, que seguirán festejando.
