La unión

• Ojalá se puedan sentar a dialogar los máximos dirigentes del deporte de México.

Sensacional fin de semana el que hemos vivido con la inmensa actuación del equipo de clavados, que culminó una de las actuaciones más brillantes de la historia para México gracias a que trabajaron de manera notable, exitosa, con una preparación impecable, así como los apoyos que recibieron para poder estar con mucha antelación en un campamento en China, y ahí están los resultados.

Esperemos que se dejen atrás las rencillas que provocaron la desunión, los favoritismos y, obviamente, los malos resultados. No perdamos de vista que en el tiempo de la muy desafortunada, corrupta y desastrosa gestión, si es que así se le puede mencionar, de Ana Gabriela Guevara, esta señora tomó partido por Paola Espinosa, que cambió de entrenador al irse a viajar a Guadalajara por motivos personales, y todo lo que tenía que ver con el profesor Iván Bautista, que era apoyado a todo vapor, mientras que todo el equipo de la entrenadora Ma Jin, por cierto, generadora de innumerables triunfos, parecía apestado, incluido, en ese tiempo, el propio director en la actualidad de la Conade, Rommel Pacheco.

Ante tan desafortunada decisión, se perdieron, seguramente, muchas medallas para nuestro país; la discordia y los golpes debajo de la mesa eran el pan nuestro de cada día. Ahora, en la rueda de la fortuna, le toca a Ma Jin estar arriba, con uno de sus alumnos preferidos al frente del organismo gubernamental, la Conade, con todo el apoyo, cosas del deporte mexicano, que nunca puede jalar parejo, siempre es jalar cada quien para su molino y el éxito del representativo nacional pareciera pasar a un tercer plano.

Ojalá se puedan sentar a dialogar los máximos dirigentes del deporte de México, la presidenta del Comité Olímpico Mexicano, Marijose Alcalá, el director de la Conade, Rommel Pacheco, los entrenadores más importantes del deporte más exitoso en la historia de nuestro país, en este caso, Ma Jin, Iván Bautista, el propio entrenador chino de Randal Willars, Shi Qing Yan, al que apodan Epifanio, y todos los de alto rendimiento para diseñar, entre todos, una ruta crítica hacia los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Al fin que soñar no cuesta nada.

Osmar Olvera, Juan Celaya, Lía y Mía Cueva, Alejandra Estudillo, Gabriela Agúndez, Randal Willars, Zyanya Parra y muchos clavadistas más habrán de agradecer que la competencia sea en los trampolines, en la plataforma, en las albercas, pero no en los escritorios, estoy seguro de que estarán convencidos de que, a pesar de pertenecer a diferentes grupos, diferentes ciudades, diferentes entrenadores, nada será más sano que la concordia y la limpia competencia.

Ojalá.