Acuérdate de Acapulco MMXXV

El Abierto Mexicano de Tenis, un evento de primer nivel.

El Abierto Mexicano de Tenis Telcel es uno de los grandes eventos deportivos a nivel profesional que existen en nuestro país y, nuevamente, este torneo sigue como uno ejemplar, con una impecable organización, con unas instalaciones dignas de un evento de Primer Mundo y, en esta particular ocasión, con una serie de eventos de mala fortuna que en nada empañan tal ocasión.

Contrastando con el hecho de haber logrado atraer a seis de los mejores 18 jugadores del ranking de la ATP, la asociación de tenistas profesionales, así como al número dos del mundo en la actualidad, Alexander Zverev, el torneo ha tenido sol y sombra. El sol ha corrido a cargo de los tenistas mexicanos, que han logrado llegar con vida hasta la jornada del jueves, destacando el hecho de que el juvenil yucateco, Rodrigo Pacheco Méndez, por méritos propios, ha llegado a la ronda de los cuartos de final, mientras que los doblistas Santiago González, de Córdoba, Veracruz, Hans Hach, de Culiacán, Sinaloa, y Mickey Reyes Varela, de Guadalajara, Jalisco, aún estaban con vida el día de ayer, algo inusual y realmente maravilloso. Escribo la presenta colaboración cuando está por iniciar la actividad del jueves, por lo que aún desconozco lo que la jornada habrá de deparar, pero, independientemente de los resultados, ha sido una ocasión especial, pues el torneo requiere de los éxitos de los nuestros.

Lamentablemente, la sombra ha sido que los principales sembrados en el cuadro de singles han sido eliminados, en el caso de Zverev y Shelton por jugadores que, aparentemente, no tenían posibilidad alguna de derrotarlos, pero el deporte, veleidoso como es, sencillamente no tiene lógica en muchos de los resultados. Por otra parte, la mala fortuna ha sido, así como la sombra del torneo, las enfermedades intestinales sufridas por Rune, Ruud y Paul, algo muy desafortunado, pero que, a cambio, le ha permitido avanzar al de Mérida, Yucatán, Rodri Pacheco, hasta la ronda de los cuartos de final, con lo que ascenderá aproximadamente casi 130 puestos en el ranking hasta el sitio 230, un avance notable. Y pensar que hace un año estaba más allá del setecientos del mundo, un ascenso meteórico.

La última vez que un tenista mexicano había llegado a la ronda de cuartos de final en el máximo evento tenístico de nuestro país había sido en 1998, con Alex Hernández; ya hacía falta un momento así. Mi más sincera felicitación a Alain Lemaitre, director de la escuela TCP de Mérida, que desde hace ocho años ha estado al lado de Rodri llevándolo hasta el gran momento que hoy vive. Un esfuerzo monumental.

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