Piloto y marinero
Diego Seguí nació como zurdo natural. Comía y escribía con la mano izquierda, pero, sin recordar el momento, comentó que alguien le enseñó a lanzar la pelota de beisbol como diestro. El cubano soñaba con ser un temible tumbabardas, pero terminó como un exitoso ...
Diego Seguí nació como zurdo natural. Comía y escribía con la mano izquierda, pero, sin recordar el momento, comentó que alguien le enseñó a lanzar la pelota de beisbol como diestro. El cubano soñaba con ser un temible tumbabardas, pero terminó como un exitoso pitcher.
Seguí tiene la curiosa estadística de haber lanzado para los dos equipos de Seattle. Con los Pilotos (actualmente Cerveceros de Milwaukee) se apuntó el salvamento en el debut del equipo en 1969, mientras que con los Marineros abrió el primer juego en la historia del equipo en 1977.
El cubano fue también el primer pitcher en la historia de los Atléticos en ser líder en promedio de carreras limpias admitidas en una temporada con 2.56 en 1970. Con Oakland jugó su primera postemporada y cargó con la derrota en el juego decisivo de la Serie de Campeonato de 1971
Con Medias Rojas apareció en la Serie Mundial de 1975 en la que coincidió con el también cubano Luis Tiant, fue el Clásico de Otoño en el que Boston cayó en siete juegos ante Cincinnati.
Diego Seguí, quien debutó en las Grandes Ligas a los 24 años en 1962 con los Atléticos, que entonces tenían como sede Kansas City, jugó también con Senadores de Washington (1966), Cardenales (1972-73) y concluyó su paso en la Gran Carpa con Marineros de Seattle.
El cubano fue un auténtico trotamundos que se consagró y se le recuerda como uno de los mejores lanzadores de la historia del beisbol de Venezuela. También brilló en las Series del Caribe.
Luego 15 temporadas en la Gran Carpa, en las que tuvo destacados momentos como abridor y relevista, aterrizó en la Liga Mexicana de Beisbol. En 1978 fue el mejor lanzador de los Cafeteros de Córdoba y fortaleció la gran rivalidad que forjó ese equipo con los Diablos Rojos del México.
Seguí derrochó su talento en el circuito veraniego al sumar 18 victorias en su debut. Además, lanzó un juego perfecto en un encuentro programado a siete entradas, como parte de una doble cartelera. Fue el brazo importante para que Cafeteros terminara ese año con el mejor récord, aunque no lo pudo coronar con el título.
Diego Seguí jugó hasta los 48 años. También fue parte de los Broncos de Reynosa, Yucatán, León y Monclova. Se quedó a cuatro victorias de las 100 en Liga Mexicana y acabó con un buen promedio de efectividad de 2.91.
La dinastía Seguí siguió con su hijo David, nacido en Kansas City, y quien jugó 15 temporadas en las Grandes Ligas en las que acumuló 139 cuadrangulares y 684 carreras producidas.
Diego Seguí murió el pasado martes a los 87 años. Aunque Medias Rojas y Seattle mostraron sus condolencias por la partida del excelente lanzador, la carrera del cubano todavía no ha recibido el reconocimiento merecido.
