El out que no fue
Elrod Hendricks conectó un largo batazo en el Parque del Seguro Social que se fue de cuadrangular por todo el jardín derecho. La pelota concluyó su vuelo al estrellarse con la ventana de un departamento sobre la calle de Xochicalco. Hendricks, un brillante catcher, zurdo ...
Elrod Hendricks conectó un largo batazo en el Parque del Seguro Social que se fue de cuadrangular por todo el jardín derecho. La pelota concluyó su vuelo al estrellarse con la ventana de un departamento sobre la calle de Xochicalco.
Hendricks, un brillante catcher, zurdo para batear, encontró en el beisbol mexicano, con los Charros de Jalisco, el impulso que necesitaba su carrera para llegar a Grandes Ligas.
El pelotero originario de Islas Vírgenes fue descubierto por Hank Aaron, quien no dudó en recomendarlo a los Bravos para que fuera firmado.
Hendricks era conocido en México como El Charro Negro. Luego de su sensacional temporada de 1967 con Jalisco, en la que pegó 41 cuadrangulares y empujó 112 carreras, fue firmado por los Angelinos de Anaheim, equipo que perdió los derechos del jugador en el Draft de la Regla 5, en el que fue seleccionado por los Orioles de Baltimore.
El catcher, quien comenzó a jugar beisbol a los 13 años, luego de recuperarse de un grave accidente cuando las llantas del auto de su padre le pasaron por encima de los dedos de sus pies, cumpliría el sueño de debutar en las Grandes Ligas en 1968 con los Orioles.
Era uno de los jugadores preferidos del manager Earl Weaver por la inteligencia para manejar a los lanzadores, efectividad para sacar a los corredores y por conectar batazos oportunos.
Con Orioles, Elrod Hendricks protagonizó una jugada curiosa en la Serie Mundial de 1970 en el primer encuentro frente a Rojos de Cincinnati.
Con la pizarra 3-3 en la parte baja de la sexta entrada, había corredores en primera y tercera. El bateador emergente Ty Cline pegó un machucón que dio un altísimo bote muy cerca del home plate. El catcher de Orioles fildeó la esférica, mientras que el corredor de la antesala Bernie Carbo, se descuelga a la registradora. Hendricks es estorbado por el ampayer Ken Burkhart, quien queda totalmente de espaldas a la jugada. El catcher se estira para buscar tocar a Carbo con la mascota, pero la pelota la tiene en la mano derecha. A pesar del esfuerzo no consigue tocarlo, pero la posición de Burkhart le impide ver la jugada y decide marcar out ante las protestas del corredor.
Aquel Clásico de Otoño fue ganado por Orioles en cinco juegos en lo que fue el único título para Hendricks como jugador.
A su retiro, se mantuvo con Orioles como coach de bullpen durante 28 años.
En 2005, luego de superar un cáncer testicular y un derrame cerebral, su salud se vio afectada, por lo que dejó al equipo al término de esa temporada.
Elrod Hendricks murió el 21 de diciembre de ese año, a un día de celebrar su cumpleaños 65 y apenas unos días después de que se había vestido como Santaclós para regalar juguetes a niños pobres.
