Mucho, mucho

Ya es esta época de la temporada cuando se encuentran temas de lo más interesante, siempre con la vista en los meses de “apogeo beisbolero” También es cuando vemos talento a raudales en nuevas generaciones conjuntándose con espectaculares aportes de unos veteranos ...

Ya es esta época de la temporada cuando se encuentran temas de lo más interesante, siempre con la vista en los meses de “apogeo beisbolero”

También es cuando vemos talento a raudales en nuevas generaciones conjuntándose con espectaculares aportes de unos veteranos con ganas de desquitar sus jugosos contratos.

Para revisar en serio lo que están haciendo cinco lanzadores con su repertorio; recordando, en las narraciones hemos mencionado como un buen pitcher es un combo de disposición atlética, mentalidad (ante toda adversidad), comando para ser “dueño de la situación” en el conteo”, con el factor indispensable con el repertorio el cual hoy por hoy al menos debes tener cuatro-cinco pichadas con un promedio.

Nos comentaban algunos amigos el tema de las costuras el cual se comenta este año y es como aquel: “Esto es tooodos los días”, pues cada temporada es que si vuela mucho la pelota, si la piel se siente distinta y casi siempre esas 108 costuras pueden traer algo más que un secreto… es el mérito para esta quinteta  rifándose en serio.

Jameson Taillon con los Cachorros, Framber Valdez para los Astros, Tarik Skubal como un fiero tigre de Detroit, Kodai Senga dentro de la carísima nómina de los Metropolitanos de Nueva York, son los digamos “cuatro fantásticos” para abrir esta selecta lista. Son para disfrutar sus actuaciones en la lomita, quizá podemos de aquí subrayar a Skubal quien la verdad qué barbaro cómo le mete alma y hambre de victoria a sus actuaciones.

Pero aquí es donde debemos irnos al caso de este chavalo Jacob Misiorowski, un joven a quien los Cerveceros lo subieron para ya darle fogueo en el máximo beisbol y —miren que aún siendo rivales divisionales de los gloriosos— es del tamaño (mide 2.01 mts) para agradecer el poder ver un diamante ya no en bruto, un producto… es donde debemos preguntarnos: ¿de un laboratorio o de la ciencia o de un software avanzadísimo o todo junto?

Neta, neta, como dicen por ahí: ver a este jovenazo con riflazos de 102 mph y luego te viene un slider de 96 mph y ya de plano te marea como para no saber cómo va a venir después en su envío. Hablábamos hace poco de los violentísimo changeup arriba de 90 mph, ¿ah sí? Pues ahora este chamaco de 23 años parece traer el dominio de todos los elementos mencionados párrafos arriba.

Es súper refrescante ver a nuevos lanzadores así de dominantes, al igual que lo que está haciendo James Wood (para otra entrega completa) a la ofensiva, junto al tremendo “grupo latino” de extraordinarios peloteros.

Esto es lo bonito, mientras la noticia de los Rayos de Tampa con su venta y la autorización para el nuevo estadio en Portland… híjole, dan mucho para pensar.

Temas: