La huelga de 1994, aquel día que el beisbol se detuvo

A 20 años de que estalló la huelga que canceló la Serie Mundial del 1994, peloteros mexicanos recuerdan el papel que jugaron en el conflicto contra los dueños

CIUDAD DE MÉXICO, 12 de agosto.-La huelga más costosa en la historia del deporte organizado comenzó un día como hoy pero de hace 20 años en las Grandes Ligas.

El conflicto, que a la postre cancelaría la Serie Mundial de ese año, llegó luego de que los dueños de los equipos trataron de evitar la inflación que vivía el deporte al proponer un tope salarial con un sistema similiar al de la NFL y de esa forma evitar las grandes diferencias entre equipo ricos y pobres.

La asociación de jugadores, que vio amenazadas, entre otras cosas, las garantías que podían tener dentro de la agencia libre y el arbitraje salarial, acordó empezar la huelga el 12 de agosto de 1994, pensando que habría tiempo suficiente para llegar a un acuerdo, reanudar la temporada y jugar los playoffs. Pero no fue así.

Tras más de un mes de negociaciones, Grandes Ligas anunció el 14 de septiembre que la  postemporada quedaba suspendida y con eso el  Clásico de Otoño no se llevó a cabo por primera vez en 90 años.

Finalmente, y tras una intervención del entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, para que las negociaciones se reanudaran, la huelga finalizó el 2 de abril 1995, con la derogación del nuevo contrato y la vuelta al antiguo sistema.

En aquel año, ocho peloteros mexicanos jugaban en la gran carpa: Héctor Fajardo, Armando Reynoso, Carlos Rodríguez, Matías Carillo, Teodoro Higuera, Vinicio Castilla, Vicente Palacios y el legendario Fernando Valenzuela.

“Para mí fue un honor participar en ese movimiento. Hicimos un paro para favorecer a las futuras generaciones y eso siempre será un motivo de orgullo: saber que en algo pude colaborar”, dijo en entrevista para Excélsior Teodoro Higuera, lanzador en aquel tiempo de Milwaukee. “Fue difícil, porque fueron varios los meses que dejamos de cobrar, pero uno siempre lo hace pensando en el futuro”.

Tras 1994, Higuera se convirtió en agente libre y realizó entrenamientos primaverales  con los Padres de San Diego, pero no pudo regresar a Grandes Ligas.

“Yo recuerdo que cuando empecé mi carrera (en 1985), hubo una huelga, duró sólo dos semanas, pero eso a mí me benefició mucho: subieron el sueldo mínimo y otras condiciones”, recordó Higuera.

Al igual que Teodoro, Matías Carrillo vio en 1994 su última temporada en la gran carpa, aunque él sólo con tres campañas en el mejor beisbol del mundo pero ya con 31 años a cuestas.

“Siempre voy a agradecer mucho a Dios esa oportunidad que tuve de estar en Granes Ligas, es el anhelo de todo jugador y me tocó estar un rato.

“Quizás pude jugar si no hubiera sido por la huelga, pero, soy realista, ya tenía 31 años, y me da mucho gusto que pude colaborar”, dijo en entrevista Carrillo, quien en 1994 tenía con los Marlines la mejor de sus cuatro campañas en Grandes Ligas.

Una historia distinta fue la de Ismael Rocket Valdez, que esa temporada debutó en Grandes Ligas con los Dodgers de Los Ángeles.

“Yo tenía 20 años; no supe bien ni motivos ni razones, no sabía hablar inglés. A mí me dijeron: ‘tú  te regresas a Triple A’  y fue todo, no estuve muy involucrado. Me benefició (los acuerdo logrados en la huelga), a mí, a todos los peloteros, y creo también a los clubes”, dijo Valdez que jugó 12 campañas en las Mayores.

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