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Lecciones de Aguascalientes

Viridiana Ríos

Viridiana Ríos

Aguascalientes representaba el modelo de desarrollo económico más viable que México había encontrado: atraer manufactura internacional con énfasis en desarrollar proveeduría local. Con este modelo, Aguascalientes había logrado crecer a tasas similares a los tigres asiáticos, atraer capital humano de primera (CIDE) e, incluso, mantener in situ oficinas descentralizadas del gobierno federal (Inegi).

Hoy, Aguascalientes está sucumbiendo ante la falta de seguridad, la corrupción y la incertidumbre de la renegociación del NAFTA. Van algunas cifras:

En términos de seguridad, el estado ha duplicado su tasa de homicidios en un año. Pasó de tener 3 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2016 a 6.2 en 2017, llegando a su tasa de homicidios más alta desde 1997 (SESNSP, 2018). Otros delitos han aumentado notoriamente durante el mismo periodo. El robo a transeúnte en espacio abierto al público creció en 600%; a autopartes, 405%, a transporte particular, 288% y el secuestro aumentó en 200% (SESNSP, 2018). Si bien el estado sigue siendo mucho más seguro que otros estados en México, preocupa que los índices hayan aumentado tanto en tan poco tiempo.

Con respecto a la economía, tanto el crecimiento económico como el empleo y la inversión distan de ser los que eran hace unos años.

Lejos estamos de cuando Aguascalientes podía crecer a tasas trimestrales de 13.1% como lo hacía en 2014 (tasa anual, ITAEE 4T-2014). Actualmente, con en el último dato de 2017, el estado está creciendo al 0.3%, por debajo del promedio nacional y con tres trimestres consecutivos con crecimientos por debajo del promedio nacional (promedio trimestral, 2012-2017). Esto es, Aguascalientes pasó de ser el estado que más crecía a ser el lugar 22 de 32.

Si bien se sigue generando mucho empleo en Aguascalientes (tan sólo en 2017 se crearon más de 15 mil empleos formales, mucho más de los 12,200 empleos necesarios para un estado de ese tamaño), esos empleos son cada vez más mal pagados. En 2015, 26% de los empleos formales tenía sueldos que no permitían satisfacer la línea de bienestar de Coneval (ENOE, 1T-2014). Hoy, la cifra es de 33% (ENOE, 4T-2017). La precariedad salarial avanza a pasos agigantados.

En inversión pública, la tendencia se repite. La inversión pública como porcentaje del PIB en 2014 era del 2.2% (FBCF, Inegi 2014). Los últimos datos (2016) muestran que ahora es, prácticamente, de la mitad: 1.3%. De seguir el paso actual, la inversión pública será de cero en 2020.

En materia de corrupción, Aguascalientes también va par atrás. El estado es el tercero con mayor crecimiento de las experiencias de corrupción en trámites públicos de 2015 a 2017 (ENCIG, Inegi 2017). El dato más reciente muestra que el 11.6% de la población mayor de 18 años en Aguascalientes reporta haber experimentado algún acto de corrupción al realizar trámites de gobierno. En 2015, el dato era de 7 por ciento.

Aguascalientes preocupa, pues sus retos reflejan que el modelo de desarrollo que escogimos para México no está pudiendo sortear las malas decisiones que nuestros gobernantes han tomado y la presión internacional de una renegociación del NAFTA. Sobre todo, éstas son reflejo de las profundas razones estructurales por las que México no ha podido desarrollarse. Primero, una falta de Estado de derecho que hace que, cuando el crimen organizado se controla en algún lado éste sólo empaque y se mueva a otro lado. Segundo, un modelo de desarrollo económico demasiado dependiente de Estados Unidos, poco diversificado en sus productos y que basa su competitividad en la mano de obra barata (calificada y no calificada) Y, finalmente, un gobierno cleptócrata que ve sólo por el corto plazo y no por los intereses de aquellos a quienes dice representar.

Aguascalientes es mejor que México en casi todo. El que hasta Aguascalientes esté dando pasos atrás es síntoma de la urgencia que tenemos para controlar al crimen organizado y diversificar la economía es crítico para lograr un desarrollo de largo plazo, y para mantenernos en buen camino en el corto plazo.

 

Doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard

Twitter: @Viri_Rios

 

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