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México: primer socio comercial de Estados Unidos

Roberto Velasco Álvarez

Roberto Velasco Álvarez

Puentes y cruces

México se ha consolidado en este 2021 como el primer socio comercial de Estados Unidos. Según la Oficina del Censo de ese país, en enero y febrero de este año alcanzamos un intercambio por 96,998 millones de dólares. Del total, 56,469 millones son exportaciones mexicanas al mercado estadunidense, lo que representa cerca del 60 por ciento. México compró bienes a Estados Unidos por 40,529 millones. Esto representa un incremento anual de 8.5%, el mayor crecimiento registrado desde noviembre de 2018.

La tendencia de 2021 es claramente alentadora, pues refleja la reactivación de nuestras economías, cadenas de valor y mercados internos. Recientemente, Estados Unidos ha lanzado un programa para analizar la resiliencia de sus cadenas de producción. México y Canadá podrían ser parte de ello, pues la solidez de nuestras cadenas de valor es benéfica para toda la región. En este sentido, vale la pena recordar que las exportaciones mexicanas cuentan con insumos norteamericanos y son, además, de alto valor agregado: destacan los vehículos de pasajeros y comerciales, autopartes y computadoras. México, Estados Unidos y Canadá tienen frente a sí la oportunidad de profundizar la integración de cadenas estratégicas, aumentando nuestra competitividad y seguridad económica.

Además de las señales promisorias de reactivación, los nuevos datos son también alentadores con respecto a la implementación del T-MEC. Por un lado, las ventajas comparativas de México son evidentes. Nuestras cadenas de valor, de alto valor agregado, un entorno fiscal predecible, mano de obra con capacitación y experiencia, así como una posición geográfica privilegiada, están dando resultados. Además, el T-MEC permite no sólo aumentar nuestros flujos comerciales, sino que también nos da la oportunidad atraer inversiones de empresas extranjeras que tienen sus plantas en Asia, Europa y otros mercados globales.

Ciertamente, las cifras comerciales de este 2021 sugieren que debemos ahondar en nuestros mecanismos de cooperación. No obstante, es necesario enfatizar que el objetivo central del T-MEC no es sólo incrementar los intercambios de bienes y de capital, sino también traducir la actividad comercial en beneficios concretos para las y los ciudadanos. Ese es el gran reto y la tarea inconclusa del anterior TLCAN. El combate a la desigualdad es uno de los principios centrales detrás de la cooperación regional.

Para lograr este objetivo común, los tres países podemos ampliar nuestros esfuerzos para incluir a las pequeñas y medianas empresas en los intercambios de mayor escala. Tras la irrupción de la pandemia, el sector digital ha aumentado de manera considerable. En ese sentido, México debe formar parte activa en las innovaciones digitales que tienen lugar en América del Norte.

Las últimas cifras comerciales ofrecen una conclusión positiva: la integración norteamericana funciona para la reactivación de nuestras economías. Consecuentemente, avanzamos en la oportunidad para fortalecer los mecanismos de diálogo y cooperación regionales. En este sentido, el Diálogo Económico de Alto Nivel que buscamos reactivar de la mano de la Secretaría de Economía nos permitirá profundizar en las ventajas del T-MEC en beneficio de América del Norte y del pueblo de México.

 

                *Abogado y maestro en políticas públicas. A cargo de                dirigir la política para América del Norte de la SRE.

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