Biden-Harris: nueva era

En este contexto duro y desafiante, el día de mañana, Joe Biden y Kamala Harris tomarán posesión de sus respectivos cargos, inaugurando una nueva era para su país y para el continente americano.

La ceremonia, enmarcada en un operativo de seguridad sin precedentes, es relevante porque simboliza la transición pacífica del poder y certifica a la alternancia política como elemento crucial del ejercicio democrático.

El camino a la Casa Blanca no ha sido fácil para Joe Biden y Kamala Harris, especialmente después del ominoso asalto al Capitolio del pasado 6 de enero. Las instituciones democráticas norteamericanas pudieron resistir enormes presiones y han logrado superar las amenazas. Como lo ha descrito el secretario general de la OEA, Luis Almagro, “la democracia se construye sobre los principios puestos en acción y la fortaleza de las instituciones y no sobre la instalación de narrativas que buscan manipular a la gente”.

La nueva administración tiene tres retos prioritarios para el periodo 2021–2025. El primero es vencer al coronavirus; el segundo, la recuperación económica del país; y el tercero, lograr retornar a la normalidad a través de la reapertura de las escuelas.

El presidente electo ha hablado de la salud de la nación estadunidense como su máxima prioridad y, según su plan de trabajo Reconstruir mejor, el nuevo gobierno espera poder conectar, a través de su programa de recuperación económica, otros temas de importancia como el cambio climático, la desigualdad y el futuro de sus relaciones con el mundo.

Dada la severidad con que la pandemia ha afectado al hemisferio, será indispensable reactivar la actividad económica y recuperar los empleos perdidos, fortaleciendo, al mismo tiempo, el funcionamiento de las instituciones democráticas. El secretario general de la OEA ha sido claro: en el proceso regional de recuperación pospandemia, Estados Unidos es un socio fundamental.

En su larga trayectoria, Biden ha forjado estrechos lazos en el hemisferio. Como vicepresidente, durante el periodo 2009-2017, fue el principal emisario del gobierno y viajó en 16 ocasiones a la región. El nuevo presidente de los estadunidenses traerá a la Casa Blanca amplio conocimiento de las relaciones hemisféricas y esta será una oportunidad para plantear los lineamientos de una renovada cooperación con los países de la región.

En esta dirección, el anuncio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de apoyar a los países del continente con US$ 1,000 millones para facilitar el acceso a vacunas contra covid-19 es una iniciativa más que bienvenida. Los fondos complementarán los US$1,200 millones en recursos que el BID ya había comprometido en 2020, así como otros recursos ya programados para 2021.

La IX Cumbre de las Américas que se llevará a cabo este año, y cuyo anfitrión será el presidente Biden, será una ocasión ideal para identificar una ruta de trabajo conjunto y esbozar una estrategia de recuperación hemisférica sobre la base del respeto mutuo y la responsabilidad compartida, en pro del bienestar de los ciudadanos de las Américas.

Los países del hemisferio deberán acelerar la recuperación económica al tiempo que atienden las demandas de sus ciudadanos sobre mayor democracia, equidad, transparencia y sostenibilidad. Comienza una nueva era. La tarea es monumental.