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Encuentro virtual López Obrador-Biden

Federico Ponce Rojas

Federico Ponce Rojas

Todos los países, sean grandes o pequeños, fuertes

o débiles, deben gozar de igualdad de derechos

en las relaciones internacionales.

Su soberanía y su integridad territorial

deben ser respetadas, nunca violadas.

Zhou Enlai

 

Al inicio de este mes se registró el primer encuentro entre los presidentes de México y Estados Unidos de manera virtual, se dijo que se realizaba bajo esta fórmula debido a la pandemia de covid-19.

Razonamiento poco sólido si recordamos el azaroso viaje de López Obrador  para reunirse con el “amigo Trump”, la celebración del T-MEC no justificaba dicho viaje, ya que el tratado fue concretado en la administración anterior y entró en vigor una semana antes de dicha visita presidencial, como resultado de la ratificación de los Congresos respectivos.

En esta ocasión la agenda fue más importante y nutrida y se desahoga en una conferencia virtual (cosas de la política internacional).

Los temas básicos que se trataron fueron migración, coronavirus, T-MEC y el cambio climático. Estos dos últimos puntos son espinas clavadas en la relación que tendrán que resolverse con un trabajo político-diplomático arduo y consistente.

La aprobación del proyecto de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica no sólo representa un retroceso para la industria en esta materia, sino que además será motivo de controversias jurídicas, nacionales e internacionales.

Aprobada por la Cámara de Senadores, de manera expedita y devuelta a la Cámara de Diputados para su trámite, vulnera diversas disposiciones jurídicas y, nuevamente, pone en peligro las inversiones en el país con la consecuente afectación de la economía mexicana, atenta contra la certidumbre jurídica y el Estado de derecho.

Por otra parte, de las primeras acciones que tomó el presidente Biden fue firmar una orden ejecutiva para volver al Acuerdo de París que se hará efectiva en unos días más; la reincorporación proporcionará al país norteamericano un objetivo climático actualizado a partir del objetivo para reducir las emisiones domésticas del sector eléctrico y energético.

Apuestas encontradas de ambos presidentes para combatir el cambio climático.

La institucionalidad de Biden es uno de sus grandes aciertos y lo demuestra al iniciar el diálogo diciendo:

“Los Estados Unidos y México somos más fuertes si estamos unidos, la historia es larga y complicada, no siempre fuimos los mejores vecinos, sin embargo, como comprobamos en muchísimas oportunidades avanzamos cuando cooperamos y gozamos de más seguridad cuando trabajamos juntos, ya sea abordando los desafíos de la frontera compartida o controlando la pandemia”. Agregó que Estados Unidos y México son más fuertes juntos. Que no siempre fueron los mejores vecinos, pero se ha comprobado que cuando cooperan juntos avanzan ambos países.

Por su parte, López Obrador replicó: consideró fundamental mantener las buenas relaciones entre ambos países. Dijo que nos une 3 mil 180 kilómetros de frontera, pero también la economía, comercio, cultura, historia y amistad entre nuestros pueblos.

En tono chusco agregó:

“Decía un presidente mexicano que dominó por 34 años, se le atribuye una frase a Porfirio Díaz, decía ‘Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos’ y ahora puedo decir: ‘Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos”, (sic).

Vivimos momentos en la política internacional en los que se precisa la mejor comprensión del concepto de soberanía, para que sin rechazar la esencia y razón histórica de su nacimiento, se redefina adecuándola a las nuevas reglas de convivencia entre los países, así como haciéndola valedera para regular las relaciones de los pueblos, por lo que respecta a su propia vida interna, por ende permanecer en un concepto tradicional e inamovible de soberanía, renunciaríamos a la tarea de crear conceptos e instituciones jurídicas modernas de aplicación multilateral.

Casos concretos de cómo los países han superado las barreras geográficas e ideológicas para crear una cultura universal, como la integración de Europa en una comunidad, tendencia que han seguido otras regiones del mundo, para México como región de Norteamérica, la integración bajo el T-MEC.

 

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