Elena Poniatowska, periodismo hecho literatura

Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, mejor conocida como Elena poniatowska, nació el 19 de mayo de 1932 cerca del Río Sena en Francia. Hija de Paula Amor, de origen mexicano; su padre, francés de origen polaco, Jean E. Poniatowski, entonces príncipe de la realeza de Polonia.

Según la versión de la misma Poniatowska ella y su familia llegaron a continente americano en un barco llamado El Marqués de Comillas, que zarpó en Cuba desde Bilbao. Una vez en la isla del Caribe se dirigió a la capital de México en avión, ciudad que le cautivó.

Relata que su cumpleaños número 9 lo vivió en el barco durante su travesía intercontinental para abandonar a la Europa de la guerra. La periodista relata haber vivido una infancia feliz en la Ciudad de México, “mucho más feliz que la que hubiera tenido en Francia”, comentó en una entrevista a este rotativo.

A finales de la década de 1940 se trasladó a Estados Unidos donde estudió en un instituto religioso, a su regreso a México se dedicó a aprender taquimecanografía.

Muy pronto se convirtió en lectora del periódico Excélsior, en especial de las entrevistas y reportajes publicados por Ana Cecilia Treviño -a quien todos llamaban Bambi por sus ojos parecidos a los del personaje infantil-, una de las colaboradoras más incesantes de El Periódico de la Vida Nacional.

LOS COMIENZOS

María de Lourdes Correa, una de sus amigas en el colegio, era sobrina del editor de la sección de sociales de Excélsior, Eduardo Correa. Ella presentó a Poniatowska con su tío quien dio la primera oportunidad como periodista a sus 20 años de edad.

Su admiración por la reportera Bambi, le llevó a querer firmar su primer texto como “Dumbo”. Así lo relató, “me dijo Correa: ¿Cómo va a firmar? Yo le dije “Dumbo”, porque pensé: “Bambi”, pues “Dumbo”. Y además porque a mí Dumbo me gustaba”. El editor prefirió que la primeriza escritora firmara con su nombre real.

Su primera colaboración en Excélsior se publicó en 1953; una entrevista al embajador de Estados Unidos en México, Francis White. En ese momento este diario era dirigido por el regiomontano Rodrigo de Llano.

Durante un coctel ofrecido al embajador, al que la mamá de Elena acudió junto con ella, se le ocurrió entrevistar al político norteamericano. “Entonces le dije a mi mamá:

“Dile que soy periodista”. Entonces se acercó y le dijo. Mi hija es periodista. ¡Yo que periodista iba a ser!”, mencionó Poniatowska.

“Al principio fue pura chiripada. Cuando empecé a trabajar en diarios me decían por ejemplo: “Vaya a entrevistar a Diego Rivera”. Yo no tenía una idea definida sobre él, y solo sabía que pintaba. Al verne frente a aquel señor me decía a mí misma: “¿Qué le pregunto?” y entonces me fijaba en que sus dientes eran muy chiquitos y sin pensarlo le preguntaba si eran de leche”, describió la escritora en una entrevista concedida a Excélsior en 1970.

A partir de ese momento comenzó su incesante carrera periodística. Tras un año de colaborar con Excélsior, se unió a las filas del periódico Novedades donde trabajó por varios años. En 1978 se convirtió en la primera mujer en ser galardonada con el Premio Nacional de Periodismo. En la actualidad continúa en la práctica periodística.

LA LITERATURA

En 1955 publicó su primera novela titulada Lilus Kikus, seguido de Melés y Teleo. Apuntes para una comedia, Todo empezó el domingo, Palabras cruzadas, Hasta no verte, Jesús mío, con lo que, emergió en el mundo literario.

Ya en 1969 adquirió la nacionalidad mexicana, aunque siempre se consideró parte de México desde que pisó estas tierras.

Pero en 1971 salió a la luz su polémico trabajo La noche de tlatelolco, testimonio de historia oral, que da a conocer los testimonios de viva voz de los hechos ocurridos en la matanza de estudiantes en Tlatelolco de 1968.

EL CIERRE

La joven Poniatowska, compartió en la década de los ochentas algunos de sus fracasos como periodista hasta ese momento, como no haber entrevistado a la pintora Frida Kahlo o José Vasconcelos. Sin embargo, su larga trayectoria le permitió conversar con personajes como Juan Rulfo, Diego Rivera, Juan Soriano, Octavio Paz, María Félix, Alfonso Reyes o Luis Buñuel, entre otros.

Admiradora de las figuras de Tina Modoti, Rosario Castellanos y Sor Juana Inés de la Cruz, desde sus primeros años de carrera como escritora destacó el papel femenino dentro de los diarios donde las pocas mujeres periodistas comenzaron una nueva era del periodismo.

Esos rasgos que se ven reflejados en su primera entrevista al embajador White a quien le preguntó su opinión sobre la evolución de la mujer latinoamericana. Además, en sus siguientes conversaciones publicadas en Excélsior entrevistó a mujeres sobresalientes como la escritora Carolina Amor de Fournier.

El poder literario de Elena ha alcanzado límites contundentes al convertirse en autora de más de 40 obras en las que ha explorado diferentes géneros para plasmar su calidad como una de las escritoras más importantes de los últimos tiempos.

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