Cometa 3I/ATLAS: el tercer visitante interestelar se acerca al sistema solar
El cometa 3I/ATLAS, descubierto por la NASA en Chile, es el tercer objeto interestelar registrado. Pasará lejos de la Tierra y será estudiado por astrónomos

El cielo vuelve a recibir un visitante inesperado desde más allá de las fronteras del sistema solar: el cometa 3I/ATLAS, un objeto interestelar descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides), instalado en Río Hurtado, Chile y financiado por la NASA.
Con un diámetro estimado entre 20 y 30 kilómetros, este cuerpo se suma a una lista muy selecta: tras ʻOumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019, es apenas el tercer objeto interestelar detectado por la ciencia. Su trayectoria hiperbólica, con una excentricidad de 6,14, confirmó de inmediato que no pertenece al sistema solar y que solo lo atraviesa en su viaje cósmico.
El origen de su nombre
El cometa fue bautizado siguiendo la convención internacional: el número “3” señala que es el tercer objeto interestelar conocido, mientras que la “I” corresponde a “interestelar”. La segunda parte de su nombre proviene del equipo ATLAS, que realizó su hallazgo.
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Esta denominación lo coloca en un lugar privilegiado dentro de la historia de la astronomía moderna, ya que cada nuevo visitante interestelar representa una oportunidad única para estudiar fragmentos de material cósmico procedentes de otras estrellas.

Descubrimiento y trayectoria
El 3I/ATLAS fue identificado a más de 670 millones de kilómetros del Sol, viajando a unos 61 kilómetros por segundo. Desde entonces, ha sido observado por telescopios internacionales que buscan determinar su composición y comportamiento.
Se espera que el cometa sea visible con telescopios potentes hasta septiembre de 2025, antes de perderse en el resplandor solar. Su reaparición tendrá lugar a inicios de diciembre de 2025, cuando vuelva a emerger al otro lado del Sol.
Colaboración internacional y participación española
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) se encuentra entre los equipos que estudian de cerca al cometa. Con observaciones desde el Observatorio del Teide y utilizando instrumentos como los telescopios ATLAS-Teide, TST y TTT, los investigadores han confirmado la presencia de una coma extensa, característica típica de los cometas.
Este seguimiento resulta esencial para comprender la composición química y dinámica de estos viajeros interestelares, que pueden ofrecer pistas sobre la formación de sistemas planetarios en otras regiones de la galaxia.

¿Un objeto artificial?
Como ocurrió con ʻOumuamua, algunas voces han especulado sobre la posibilidad de que el 3I/ATLAS sea una nave extraterrestre, hipótesis popularizada por el astrofísico Avi Loeb.
Sin embargo, la NASA descartó tal posibilidad, aclarando que el cometa muestra actividad convencional: un núcleo helado, liberación de gas y polvo, y ninguna evidencia de tecnología artificial.
¿Representa un riesgo para la Tierra?
Los cálculos orbitales aseguran que el 3I/ATLAS no representa peligro alguno. En su punto más cercano a nuestro planeta alcanzará unos 240 millones de kilómetros, más de cuatro veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
Su perihelio —el momento en que estará más próximo al Sol— ocurrirá a finales de octubre, cuando se sitúe a unos 209,4 millones de kilómetros, comparable a la distancia de Marte.
Una oportunidad científica irrepetible
Para los astrónomos, el paso del 3I/ATLAS constituye un acontecimiento excepcional. Cada visitante interestelar abre una ventana a la exploración de materiales primordiales que se formaron alrededor de otras estrellas, brindando claves para descifrar la diversidad de sistemas planetarios en la Vía Láctea.
bgpa
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