Charles Bukowski, escritor genuino y soez
El narrador y poeta tachado de maldito, admirado por unos y vilipendiado por otros, hubiera cumplido hoy 95 años

CIUDAD DE MÉXICO, 16 de agosto.-En su poema Cómo ser un escritor, Bukowski enumera las condiciones que a su juicio debe tener todo aspirante a literato. Recomienda el autor estadunidense no hacer demasiado ejercicio, dormir hasta el mediodía, evitar las tarjetas de crédito y alejarse de las iglesias y los museos, tomar mucha cerveza y fornicar con muchas y bellas mujeres. Pide ser paciente y esperar. Si nada funciona, de cualquier forma, dice, todo estará bien.
Como en todo su trabajo, es Charles Bukoswki su propio personaje. Para unos inmaduro y simplón, para otros un renovador del lenguaje que “pega duro” a la hora de contar una historia. Hank, como le llamaban sus compañeros de escuela, “no puede pasar
desapercibido” para nadie, dice el escritor Bernardo Esquinca (Guadalajara, 1972) a propósito del 95 aniversario del natalicio del escritor indecente y alcohólico, que se encargó de construir su propio mito.
“Bukowski —agrega— es un autor de culto, al que adoran algunos, pero al que también desprecian otros; lo cierto es que un autor cuya literatura no pasa desapercibida y nadie está indiferente a ella. Eso es lo que finalmente busca la literatura: provocar”.
Provocar fue una especialidad para el autor. Toda su literatura gira en torno a su propia vida. Obsceno e indecente, jugador y apostador, alcohólico empedernido e incluso violento, un personaje que se atrevía a declarar: “Mi ambición está limitada por mi pereza”.
Por si faltara un atributo negativo, también se le achaca ser un mentiroso que afirmaba haber nacido en California, aunque realmente su origen está en Andernach, una pequeña cuidad de Alemania, donde Henry, el padre de Bukowski, conoció siendo soldado raso a Katherine Fett. Con el pequeño Charles en brazos, la familia se trasladó a Estados Unidos; en el domicilio 4511 de la Calle 28 Oeste de Los Ángeles transcurriría la infancia del futuro escritor.
27 frases explosivas de Charles Bukowski, el escritor maldito
La adolescencia de Bukoswki transcurriría en el número 2122 de Longwood Avenue. Para entonces su personalidad había comenzado a definirse: más bien esquiva y gruñona; además, la aparición de acné en su rostro acabó por alejarlo de las chicas de su edad y a cuajar su carácter. Estudiante del Mount Vernon Junior High, creció frustrado, tímido, callado y solitario. Carecía de amigos y ánimo para acercarse a hablarle de amor a sus compañeras de escuela.
El sarcasmo que ya había aparecido en su infancia se afinó hasta convertirse en sinceridad absoluta, cínica. Esa característica, que para muchos puede ser rasgo negativo, es para Esquinca la fórmula que permite trascender a la literatura de Bukowski: “Es un escritor admirado y muy leído en gran medida, porque es vital y sincero como muy pocos, esa sinceridad se percibe y rápidamente conecta con los lectores”.
El autor mexicano piensa que pocas veces Bukowski se detuvo a pensar en la manera de escribir lo que quería decir y que su método consistía simplemente en explayarse con lo vivido.
El también escritor y traductor Hiram Barrios piensa distinto. Para él, la obra de Bukowski es una constante búsqueda de experimentación con la palabra, de apropiación del coloquialismo empleado en los bajos fondos estadunidenses, muy cercanos al narrador y poeta.
La obra de Bukowski, dice, es “una nueva manera de entender el lenguaje literario, creo que pertenece a toda una generación que encontró inspiración en él, sobre todo después de su descubrimiento en la década de los 70 y 80. Bukowski es un autor que piensa todo el tiempo en renovar el lenguaje, que logra llevar todo el vocabulario callejero, de los suburbios a sus libros”.
Esa condición, sin embargo, implica para Esquinca cierto problema para el lector en español. El tapatío piensa que los lectores mexicanos de Bukowski han estado cautivos sólo a una manera de leer al autor, a través de las ediciones de Anagrama, cuyas traducciones siempre están hechas en España y donde se emplean términos como camello, coño o tío, que no corresponden a la forma corriente de hablar en México. Ejemplo claro resulta la colección de relatos La máquina de follar, cuyo término no corresponde al que se emplea en México.
Minucias más o menos, Esquinca cree que Bukowski sigue siendo un autor al que recurren los jóvenes: “Prueba de ello es que todo el tiempo se están reeditando los libros que existen, es de alguna manera un long-seller”.
Barrios disiente un poco y piensa que Bukowski ha dejado de representar en cierta forma lo que significó para las generaciones de los 70, 80 e incluso 90, donde logró cultivar grandes seguidores e incluso imitadores.
Y si algunos lo llamaron el “último escritor maldito”, después de otras plumas como las de la Beat Generation o la de John Fante, el traductor opina que “no es el último escritor al que le podemos asignar esa etiqueta de maldito, hay muchos que lo siguen y lo imitan”. Su actitud frente a la vida, su fama de canalla y alcohólico, de amante al límite y desparpajado escritor “en lugar de restar, esos mitos son también importantes para adentrarse en él, muchos no se hubieran interesado en su lectura de no ser por ello”.
Tributo póstumo en California
Para conmemorar 95 años del nacimiento del escritor estadunidense Charles Bukowski (1920-1994), hoy admiradores de su obra, poetas y críticos rendirán un homenaje al “escritor maldito” en el Festival Internacional de Cine de San Pedro, California, comunidad en la que pasó los últimos 15 años de su vida.
El tributo contará con lecturas de poesía, la proyección del filme Factotum, del director Bent Hamer, así como una sesión de preguntas y respuestas moderada por Andrea Kowalski, antigua propietaria de Vinegar Hill Books, de acuerdo con la página oficial del festival spiffest.org.
Charles Bukowski nació el 16 de agosto de 1920 en una de las ciudades más antiguas de Alemania, Andernach, pero siendo muy pequeño su familia se trasladó a Los Ángeles, California, donde residió toda su vida.
Tras graduarse en el Instituto de Secundaria, cursó estudios de arte, periodismo y literatura en la Universidad de Los Ángeles durante dos años.
En 1956 comenzó a trabajar en el servicio de correos, lugar que le serviría de inspiración para su primera novela El cartero, en sus obras retrató toda una galería de personajes como prostitutas, alcohólicos, vagos, jugadores arruinados.
Fue autor de 27 poemarios vehementes y protagonista de un centenar de escándalos. En 1978 Charles Bukowski se mudó a San Pedro, California, con su esposa Linda Lee Bukowski, donde continuó escribiendo prolíficamente hasta su muerte.
-Notimex
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