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Expresiones

Recuperarán la Casa Prieto, proyectada por Luis Barragán

El empresario César Cervantes compró el inmueble para devolverle el diseño que le dio el único arquitecto mexicano ganador del Premio Pritzker

Juan Carlos Talavera | 04-07-2014

CIUDAD DE MÉXICO, 4 de julio.- Iniciaron los trabajos de recuperación y restauración a la Casa Eduardo Prieto López, obra creada por el arquitecto Luis Barragán entre 1945 y 1950, “para devolver a la casa su espíritu original”. Así lo dijo a Excélsior César Cervantes Tezcucano, actual propietario del inmueble que descubrió la casa en un estado ruinoso, y con un sinfín de modificaciones arquitectónicas realizadas al espacio en los últimos treinta años.

El inmueble es considerado una obra maestra de Luis Barragán (ganador del Premio Pritzker en 1980), se ubica en avenida de las Fuentes 180, en el Pedregal de San Ángel, y requerirá al menos cuatro meses de intenso trabajo para la recuperación de su jardín, su patio posterior, los baños, la cava y una habitación de veraneo que fue totalmente transformada, explicó el propietario, durante una visita guiada en el marco de los diez años de la Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad que recibió la Casa Estudio Luis Barragán.

“La condición en que recibimos la casa es muy clara”, reconoció el empresario y director corporativo de Taco Inn. De inicio se detectaron daños y modificaciones –realizadas por la familia Prieto López– en la cocina, donde bajaron el plafón de la cocina para colocar luz artificial, modificaron las ventanas de la sala, convirtieron la chimenea en eléctrica, instalaron un elevador y un barandal para silla de ruedas, se detectaron fracturas en el piso del jardín y la desaparición de plantas nativas.

También fue dañado el piso de duela en distintas zonas de la casa, cancelaron un cuarto, modificaron la altura de los techos en las recámaras, se detectó una filtración importante en uno de los cubos de luz, se descuidaron los aplanados, se pintó la roca volcánica que está expuesta en un cuarto de veraneo. Además, por ahora ya se han retirado 93 camiones de cascajo, detalló. “Sin embargo, todo esto lo vamos a revertir”.

¿Qué tipo de investigación se realizó para realizar estos trabajos de restauración?, se le cuestionó. “Requerimos un año de investigación seria en los archivos de Luis Barragán, la revisión de dos planos y la exploración de casi 400 rollos de película y cinco mil fotografías de fiestas y reuniones de la familia Prieto, para observar en qué momento se hicieron las distintas modificaciones a la casa”.

¿Cuál será el uso de la casa? “Es una casa que habitaré con mi familia. Sin embargo, mi idea es que la casa quede completamente salvaguardada por el INBA para que sea declarada Patrimonio de la Nación y, posteriormente, si tiene los méritos para incluirse dentro de la Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad, se realizaría el
trámite”.

Originalmente, la Casa Prieto abarcaba cerca de 15 mil metros cuadrados, pero hoy sólo cuenta con poco más de tres mil, pues el padre le regaló a cada uno de sus hijos un predio colindante, dijo Cervantes Tezcucano.

¿Recuperará los otros predios? “Me encantaría, pero es una cuestión que es factible o no, pero por ahora no es importante. De momento sabemos que sólo uno de los hijos no ha vendido. Y lo importante es que los trabajos en esta casa están encabezados por el arquitecto Jorge Covarrubias”.

¿Cuánto le costó la adquisición de esta casa? “Pienso que es lo menos relevante. Estamos hablando de temas culturales donde el dinero cobra otro valor. Pero no fue cara, fue más barata que una casa nueva en el Pedregal”.

¿Por qué le interesó recuperarla? “Toda mi vida he vivido en el Pedregal y gracias a su arquitectura me interesé en el arte contemporáneo, gracias a éste me interesé en la ecología, el medio ambiente y la arquitectura. Por mucho tiempo traté de que alguien comprara esta casa, no se consiguió y se dieron las condiciones para que yo lo pudiera hacer y ahora estoy contento”.

Estos trabajos en la Casa Eduardo Prieto López se pudieron corroborar durante un recorrido por la casa, organizado por el INBA y la oficina de la UNESCO en México, donde también fue posible recorrer dos obras más de Luis Barragán: la Casa Antonio Gálvez, ubicada en la calle Pimentel 10, colonia Chimalistac; y la Capilla de las Capuchinas Sacramentarias del Purísimo Corazón de María, ubicada en Hidalgo 43, colonia Tlalpan.

En torno a la Casa Antonio Gálvez, Cristina Gálvez, hija de quien encargara el diseño de la casa a Barragán, reconoció que aunque este espacio está catalogado por el INBA, aún no está declarado Monumento Artístico.

Al respecto, María Cristina García, directora del INBA, explicó que esa declaratoria sólo procede a solicitud del propietario. Ante esto, Cristina Gálvez, exdirectora del Museo Tamayo, aseguró que ya se está revisando esa situación con Catalina Corcuera, directora de la Casa Barragán, para que en el curso de este año se inicie ese trámite.

“Catalina Corcuera ya habló con varios de los propietarios y parece que pronto se llevará a cabo. No creo que haya ningún inconveniente. Sí lo haríamos. De momento mi mamá aún es la propietaria, todavía vive aunque ya no está en facultad de realizar el trámite, pero estamos los siete hermanos autorizados para tomar la decisión”, detalló.

Por su parte, la directora del INBA expresó que ojalá pronto los propietarios soliciten que se declare Patrimonio Artístico.

Durante el recorrido, el arquitecto Andrés Casillas de Alba recordó que fue Antonio Gálvez quien buscó a Barragán para pedirle que le hiciera una casa. “Luis sólo trabajaba en una obra a la vez, le agradeció y le dijo que no tenía tiempo. Era 1955. Unos meses después, el arquitecto Barragán se dejó con su novia y como seguía pensando en ella dijo: ‘la única manera de salir de esto es con trabajo’. Así que fue con el señor Gálvez y le dijo que haría la casa”.

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