Capitalinos optan por rentar... o irse; estudio de la ALDF

CIUDAD DE MÉXICO.

Comprar una vivienda en la Ciudad de México es un lujo para millones de capitalinos debido al alto costo del suelo, razón por la cual también la demanda de inmuebles en renta se incrementó, así como la expulsión de la población a la periferia.

La vivienda en alquiler se elevó en los últimos 15 años de 21.60 a 24.37 por ciento, aunado a la reducción de casas o departamentos propios y una baja en la tasa de crecimiento de 1.7 a 1.2 en el mismo periodo, según un diagnóstico elaborado por la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

Un ejemplo del alto costo de capitalidad es que el metro cuadrado en la ciudad se cotiza en nueve mil pesos, mientras que la media nacional es de mil 600 pesos: casi 900 por ciento más.

En la zona de Manhattan, en Nueva York, Estados Unidos, el metro cuadrado cuesta alrededor de 67 mil dólares (más de 1.2 millones de pesos) y está 67 por ciento arriba de la media nacional de ese país, que es de 44 mil dólares.

Hay un desequilibrio entre oferta y demanda de vivienda y eso generó un círculo vicioso. No sale vivir en la Ciudad de México.

Vivir en la ciudad es muy costoso: tenemos una demanda de vivienda que desequilibra. En el DF un crédito Infonavit o de Fovissste no cubre el costo de un departamento o casa”, aseguró la diputada priista Dunia Ludlow, presidenta de la Comisión de Vivienda y quien se ha pronunciado por normas claras y expeditas que permitan ampliar el acceso a la vivienda a los sectores más desprotegidos.

La legisladora tricolor señaló que la población en la capital decreció 13 por ciento en los últimos cinco años, y después de Guerrero es la entidad que más gente expulsa de su territorio.

Según datos de Sociedad Hipotecaria Federal y de la Comisión Nacional de Vivienda, en 2015 en la Ciudad de México se requirieron 50 mil viviendas y 20 mil mejoramientos.

El Inegi y su encuesta intercensal del año pasado indican que el número de viviendas particulares habitadas han aumentado: en 2010 el total era de dos millones 453 mil 770 y en 2015 de dos millones 601 mil 323, lo que representa un promedio de más de 31 mil por año.

Pero la tasa de crecimiento de éstas se redujo en los últimos 15 años de 1.7 a 1.2 por ciento.

El año pasado, 52.18 por ciento de los capitalinos declaró que tenía una vivienda propia, mientras que en 2010 el dato fue de 66.72 por ciento.

En el diagnóstico se lee que, en cuanto a la forma de adquisición, 46.62 es por compra, 25.11 por ciento se mandó a construir, 13.61 es autoconstrucción y 11.28 es por herencia.

En 2015, la demanda de créditos fue de 60 mil 779, de los cuales 52 mil 16 fueron para adquisición, ocho mil 453 para mejoramiento y 310 autoproducción, de acuerdo con datos de la Dirección de Estudios Económicos de la Vivienda y Sociedad Hipotecaria Federal.

La Ciudad de México refleja un porcentaje menor a la media en relación con el acceso a un crédito hipotecario, con 14.6 por ciento en comparación con Baja California Sur, que es el estado que cuenta con un mayor porcentaje de hogares con 43.3 por ciento”, se lee en el documento de la ALDF.

Hasta junio de 2015, el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (Invi) registró mil créditos contratados, mil 718 ayudas de renta y 729 viviendas con sustentabilidad a través del programa Vivienda en Conjunto.

Con el plan Mejoramiento de Vivienda autorizaron dos mil 920 créditos para remozamientos, dos mil 341 para vivienda progresiva y mil 447 para sustentabilidad, con un total, entre ambos programas, de diez mil 156 acciones.

En 2015 el Invi entregó mil 908 viviendas y desde 2008 a la actualidad adquirió 172 predios para construcción. En el presupuesto 2016, los diputados le asignaron una partida especial para la compra de terrenos.