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Nacional

27 de septiembre: Cumpleaños de la Independencia de México

'La presente edición monumental de EXCÉLSIOR, con la que contribuímos, dentro de nuestra esfera, a la celebración del Primer Centenario de la Consumación de la Independencia de México'

Roberto Rodríguez Rebollo | 27-09-2019

CIUDAD DE MÉXICO. 

El martes 27 de septiembre de 1921, Excélsior nos regaló una de sus ediciones especiales más espectaculares en su historia: La joya periodística consta de 124 páginas a lo largo de trece secciones en las que se rinde homenaje a los símbolos patrios; un especial de personajes como Agustín de Iturbide y “El Pípila”, Vicente Guerrero, José María Morelos, Guadalupe Victoria; así como una crónica detallada de los hechos más importantes que se presentaron durante la lucha de independencia; además de una semblanza que relata la evolución de los medios de transportes a lo largo de cien años; y para cerrar, una genial trilogía de secciones especiales de rotograbado que muestran una retrospectiva visual de Iturbide, el “México moderno” y las fiestas del centenario.

“La presente edición monumental de EXCÉLSIOR, con la que contribuímos, dentro de nuestra esfera, a la celebración del Primer Centenario de la Consumación de la Independencia de México.” Se lee en las columnas de la primera plana.

Todo debidamente documentado con material de diferentes archivos. Lo anterior sin dejar atrás la información noticiosa del momento. Lo que conforma una edición inédita de Excélsior para la época, mientras que la mayoría de las columnas de opinión versaban sobre diversos temas de tinte patriótico e histórico. Llama la atención el prolongado espacio que se le dedica a Agustín de Iturbide, personaje que ha generado polémica y que con el paso del tiempo ha dividido opiniones respecto del lugar que debe ocupar en la historia.

 

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Iturbide el libertador

 

Innumerables son los relatos que narran los acontecimientos que durante poco más de diez años azotaron a La Gran España y que concluyeron en la independencia de este como colonia de España en 1821. Sin embargo, más allá de la controversia y el debate, Agustín de Iturbide logró consumar la independencia de nuestro país con su entrada triunfal a la capital justamente un 27 de septiembre de 1821.  La historia y vida de Iturbide ha sido abordada desde varios puntos de vista históricos, por lo que resulta complicado concebir a un personaje tan complejo como él.

 

Agustín de Iturbide nació un 27 de noviembre de 1783 en la entonces Valladolid e Michoacán. Muy joven se inició como militar ingresando al Regimiento Provincial de Valladolid. Una vez iniciado el movimiento independentista, vio la oportunidad de escalar en la milicia, y como parte del ejército realista, combatió de manera sobresaliente a la insurrección, hasta que fue destituido en 1816 y separado del ejército.

 

Regresó en 1820 para combatir a las fuerzas insurgentes encabezadas por Guerrero y con ello pacificar al país, sin embargo, la historia dio un giro inesperado cuando Iturbide se une a los insurgentes, con lo que surge el Ejército Trigarante, bajo los preceptos de Independencia, Unión y Religión, mismas que fungieron como las Tres Garantías, sustentando así su ideología.  Una bandera tricolor (blanco, verde y rojo), significó el estandarte simbólico, insignia que más tarde dio forma a la bandera actual. Lo anterior se logró con la firma del Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821, en donde se plasmó la declaración de la Nueva España como país libre y soberano.

“Desde ese momento quedó reconocido el nuevo caudillo, quien hizo saber al Virrey la resolución que había tomado. Las tropas españolas comenzaron a separarse de Iturbide, pero las antiguas partidas de insurgentes se volvían a levantar por todas partes para prestarle su contingente,” refiere el especial de Excélsior.

 

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Y continúa: “Apodaca dio órdenes inmediatamente a Liñán para que atacase al nuevo jefe del movimiento libertador, sin comprender que no era este ya el grito tumultuoso de Dolores, ni estaba integrado por indios armados e indisciplinados. Tratabase de un movimiento encabezado por un jefe de valor y pericia bien reconocidos, y ya el Virrey no se encontraba con aquellos mexicanos dóciles…”

 

El nuevo movimiento había comenzado con un objetivo claro, y para ello, se firmó el 24 de agosto el documento más importante que reconoció la independencia: Los Tratados de Córdoba, con lo que se acuerdas las bases políticas a seguir como libertad de imprenta y garantía de derechos individuales. Firmado por Juan O'Donojú e Iturbide, es el fin de una guerra que duró once años en la que se derramó mucha sangre.

 

Pero la consumación se dio en sí el 27 de septiembre de 1821, con la entrada del Ejército Trigarante en la capital del país, encabezado por Iturbide quien era aclamado y vitoreado. En realidad, recurrió al menor número de balas para lograr la consolidación de una revolución social que buscaba un sentido de identidad y que logró la independencia de un país sediento de libertad.

 

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“El Ejército de las Tres Garantías era aclamado delirantemente por los habitantes de la capital, quienes no se cansaban de aplaudir al caudillo, don Agustín de Iturbide, quien con tanto acierto, rapidez y poca efusión de sangre había sabido dar cima a una empresa que dos años antes parecía de imposible realización.”

 

En ese momento se instaló la Junta Provisional Gubernativa, mientras que el congreso no simpatizaba al cien con el libertador, sin embargo, este fue nombrado regente. Las deliberaciones entre los partidarios al gobierno español y entre quienes apoyaban la independencia, llevaron a dejar en manos del congreso la decisión de nombrar al gobernante de la nueva nación. De ese modo, la votación nombró como emperador del Imperio Mexicano a Iturbide, mismo que gozaba de una inusual popularidad entre la gente.

 

Pero no habría de durar mucho su dicha. Ya que los constantes problemas que enfrentó durante su efímero mandato, le obligaron a disolver el congreso, mientras que las finanzas del país estaban muy mal debido al caos generado por la guerra. De ese modo de instaló la Junta Nacional Instituyente, que se encargó de realizar acciones que ayudaran a mejorar el estado que guardaban las finanzas en ese momento. Mientras tanto, en Veracrúz se levantaba un movimiento en contra del Imperio encabezado por el General Santa Anna. La situación del país no era la mejor, así que el 19 de marzo de 1823, abdicó al trono. Con ello, el Congreso decretó exiliar a Iturbide del país con dirección a Italia, a donde partió desde Veracrúz.

 

“De acuerdo con un decreto del Congreso expedido el 7 de abril y en el que, después de declarar nula la elevación al trono y nulos los actos de su gobierno y los derechos de sus sucesores a la corona, disponía que el poder ejecutivo se encargara de apresurar la salida del Señor D. Agustín de Iturbide del territorio nacional, a quien se señalaba una pensión vitalicia de veintiocho mil pesos, con la condición de que estableciera su residencia en un punto de Italia.” Refirió Excélsior en el especial del centenario de la Independencia.

 

“En el exilio vivió guardando en el fondo de su corazón una honda amargura por las ingratitudes de que fue objeto.” Especial cien años de la independencia de México, Excélsior.

 

Una vez fuera del país, el Congreso lo declaró traidor a la patria y se resolvió que, si intentase regresar a México, de inmediato sería fusilado. “Federico Lombardo presentó una moción para que en caso de que Iturbide intentase regresar al territorio mexicano, se le declarase “fuera de la ley”, proposición que fue aprobada.”

 

“Conjuraban a Iturbide en nombre de la Patria, de sus amigos, de sus parientes y de su anciano padre, a los que había dejado en México, y que en virtud del juramento solemne que había hecho de asegurar la independencia de su país, a que regresase a salvarlo otra vez de su ruina,” narra una crónica del exilio de Iturbide en Italia, de la edición especial de Excélsior.

 

Ya en 1824, Iturbide decidió emprender su regreso a México con el fin de alertar a las autoridades acerca de los planes del gobierno español a cargo de Fernando VII, de reconquistar la colonia de la extinta Nueva España. Desconociendo que si regresaba sería pasado por las armas. Inmediatamente después de su llegada, se decretó su fusilamiento sin “sin apelación ni recurso de ninguna especie.” Siendo fusilado en la plaza pública de Padilla, hoy estado de Tamaulipas.

 

Cumpleaños de la independencia

 

Desde 1838, hasta la actualidad, los restos de Iturbide reposan en una capilla de la Catedral Metropolitana en la Ciudad de México, lejos de Hidalgo, Morelos y los demás próceres que forjaron la patria. Sin embargo, el reconocimiento del libertador de México ha sido víctima de la polarización histórica y política.

 

El ejemplar especial de Excélsior dedicado a los cien años de la Independencia de México, representa un hito en la percepción de Iturbide, ya que ese mismo año (1921), siendo presidente Álvaro Obregón, se retiró el nombre de Iturbide, inscrito con letras de oro, de la entonces Cámara de Diputados. A partir de ahí, la historia oficial se ha encargado de borrar el nombre del hombre dio la independencia a este país que mucho le debe en reconocimiento y agradecimiento. En la letra del Himno Nacional también se omitió su nombre.

 

Hoy, 27 de septiembre, se conmemora el natalicio de Iturbide; cumpleaños de la independencia de México… “Cualesquiera que hayan sido los errores de Iturbide después de lograr la emancipación del país, ello debe encontrarse lleno de agradecimiento hacia él, pues gracias a su intervención pudo elevarse al rango de nación soberana y disfrutar de una libertad que, por desgracia, no siempre fue bien disfrutada, a causa principalmente de los defectos ancestrales que nos dejó el largo periodo de servidumbre colonial.”

 

 

 

 

 

 

 

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