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Nacional

SCJN cumple hoy 190 años

En 1936, Lázaro Cárdenas puso la primera piedra de la que sería su sede definitiva; en 1941, Ávila Camacho la inauguró

Andrés Becerril | 15-03-2015

CIUDAD DE MÉXICO, 15 de marzo.- El imperio de Agustín de Iturbide fue derrocado el 19 de marzo de 1823. En el reacomodo del México independiente, el 4 de octubre de 1824, se promulgó la Constitución Federal, que dio vida, entre otras cosas, al nombre oficial del país: Estados Unidos Mexicanos; es donde se reivindica como república federal, con el catolicismo como la única religión oficial y, además, se crea la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En el artículo 123 de aquella Constitución se estableció que el Poder Judicial de la Federación residiría en una Corte Suprema de Justicia, en los tribunales de Circuito y en los juzgados de Distrito.

El 15 de marzo de 1825, hoy hace 190 años, la Corte se estableció en la esquina noroeste del Palacio Nacional, lugar donde permaneció hasta 1855, con excepción de los últimos meses de 1847 y la primera parte de 1848, en que se vio obligada tener su sede en la ciudad de Querétaro, con motivo de la invasión de Estados Unidos.

La Corte retornó su sede en 1848, cuando se firmó el Tratado de Guadalupe y se pudo firmar la paz con Estados Unidos. Regresó al sitio contiguo a Palacio Nacional, donde permaneció hasta 1853, fecha en que se cambió a la antigua Casa de Moneda.

Durante la intervención francesa (1862), cuando el gobierno del presidente Benito Juárez decretó un no pago de la deuda, los franceses llegaron a México y la Suprema Corte tuvo que abandonar  la Ciudad de México para instalarse en el salón del Tribunal Superior de Justicia de aquel estado, a partir del 26 de julio de 1863.

Juárez y todos los poderes del Estado regresaron a la Ciudad de México en 1867. Entonces, se decidió que la Corte ocupara el edificio del exconvento de la Enseñanza, que estaba en la calle de Cordobanes, actualmente Donceles.

La Suprema Corte de Justicia, el espacio de las monjas que data del siglo XVIII, es de estilo barroco, hasta 1906.

Por decreto del presidente Porfirio Díaz, de fecha 9 de junio de 1906, la casa marcada con el número 5 de avenida Juárez, esquina con Revillagigedo, fue la nueva sede de la Corte de Justicia. En esa casa, que fue revestida con cantera, la Corte aguantó los embates de la Revolución de 1910.

El 6 de junio de 1917, ya con nueva constitución en México, el gobierno compró la casa de José Ives Limantour, que había sido el secretario de Hacienda de Porfirio Díaz, y la puso al servicio de la Corte.

Daniel Valencia, presidente de la Suprema Corte, gestionó con el presidente Lázaro Cárdenas para que la Corte tuviera una sede nueva. De esa manera, el general Cárdenas colocó la primera piedra de la actual sede de la Corte, en la Plaza de El Volador, el 23 de febrero de 1936. La sede de la Suprema corte fue inaugurada el 2 de junio de 1941 por el presidente Manuel Ávila Camacho.

La administración dejó de ser manca

Dos meses después de que empezó a funcionar la Corte, el 21 de mayo de 1825, en el término de las sesiones del Congreso General, el presidente de la República, Guadalupe Victoria dijo:

“Nuestra administración estaba incompleta y como manca, faltando el resorte del supremo Poder Judicial, que debe dirimir las cuestiones en grande y proveer a lo que necesitan los territorios y la hacienda de la Federación; pero afortunadamente, el 15 de marzo se instaló la Suprema Corte de Justicia: los grandes poderes están en la plenitud de su integridad y cuando se concluya la ley que determine detalladamente sus atribuciones y procedimientos se habrá desembrollado el caos en que su falta nos había hundido”.

Hace 190 años, el alto tribual estaba formado por 11 ministros, distribuidos en tres salas, así como por un fiscal.

La designación de estos funcionarios corría a cargo de las legislaturas locales, mediante un procedimiento que era calificado por el Congreso de la Unión.

Los primeros ministros designados, según los documentos oficiales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, fueron Miguel Domínguez Trujillo, José Ysidro Yáñez, Manuel de la Peña y Peña, Juan José Flores Alatorre, Pedro Vélez, Juan Gómez Navarrete, Juan Ignacio Godoy, Francisco Antonio Tarrazo, José Joaquín Avilés y Quiroz, Antonio Méndez, así como Juan Raz y Guzmán.

A Domínguez Trujillo (1756-1830) le correspondió ser el primer presidente de la Corte. Domínguez había sido corregidor de Querétaro y marido de Josefa Ortiz, heroína de la Independencia.

Juan Ignacio Godoy fue el vicepresidente de la institución, mientras que el cargo de fiscal correspondió a Juan Bautista Morales.

En aquel comienzo de los trabajos de la Corte, hace casi dos siglos y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 137 Constitucional de 1824, la Corte Suprema de Justicia era competente para conocer de varios casos, entre ellos las controversias en que fuera parte cualquier entidad federativa; lo referente a los contratos y negocios en que el gobierno federal fuera parte; conflictos de competencia judicial; decidir en última instancia los juicios políticos de responsabilidad en contra del Presidente y el vicepresidente de la República, gobernadores y secretarios de Estado; ofensas contra la nación; delitos de los senadores y diputados federales (previo desafuero), así como de los empleados de Hacienda y del Poder Judicial.

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